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(CNN) – La necesidad de velocidad es lo que ha motivado a los fabricantes de autos hace mucho tiempo. ¿Pero un automóvil que va de 0 a 1.609,34 kph en 55 segundos? Ahora, eso es bordear el territorio de los aviones a chorro.

Desde el exterior, el Bloodhound es de líneas elegantes y aerodinámico, mide 13,5 metros de largo (44 pies), y tiene una aleta caudal en su extremo de dos metros de alto para mantener su estabilidad mientras se precipita hacia adelante a grandes velocidades.

Y aunque la belleza cuenta, los diseñadores esperan que lo que está dentro de él sea suficiente para impulsar este auto hasta los libros de historia.

“Es una mezcla de motor a reacción y el motor cohete”, dice el director del proyecto, Richard Noble.

El auto cuenta con un motor a reacción Rolls-Royce EJ200 y un motor sobrealimentado Jaguar V8 que acciona una bomba para el motor de cohete Nammo construido por la Royal Space Agency. Un equipo de Fórmula 1 y expertos aeroespaciales construyeron el Bloodhound, con la ayuda de la Real Fuerza Aérea (RAF, por sus siglas en inglés) británica y los ingenieros del Ejército.

Son ocho años los que se han utilizado para su diseño, investigación y fabricación, todo en un intento de romper el récord actual de velocidad en tierra de 1.227,93 kph establecidos en 1997. Si todo va según lo previsto, el auto finalmente viajará a 1.609,34 kph.

“De cero a 1.609,34 kilómetros por hora son 55 segundos y, luego, cuando pasamos por la milla de medida son 3,6 segundos… una milla en 3,6 segundos. Luego tenemos que pensar en detenerlo”, dijo Noble con una carcajada.

Noble no es ajeno a los autos veloces, él condujo el Thrust2, el cual viajó a 1.018,71 kph y rompió el récord de velocidad en tierra en 1983. Él también fue el director de proyecto del Thrust SSC, el equipo que rompió el récord en 1997.

“Logramos el primer récord de velocidad supersónica terrestre con enormes explosiones supersónicas”, dijo Noble acerca de la victoria de 1997.

Aparte de romper récords mundiales, el equipo Bloodhound también quiere inspirar a los estudiantes jóvenes para que busquen estudiar carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática. En la exposición, el director educativo del proyecto anduvo alrededor en lo que parecía ser un auto de juguete de color azul turquesa.

“Tenemos un desafío mundial del modelo de un auto cohete, en el que los estudiantes diseñan, fabrican y corren sus propios modelos de autos cohete”, dijo el director educativo Aulden Dunipace. Su auto de juguete era, de hecho, un modelo de auto cohete, el cual, cuando es alimentado por un mini cohete, puede viajar a 144,84 kph. También estaba equipado con un acelerómetro para recopilar datos, velocidades máximas, aceleración y fuerza G.

El próximo año, el equipo de Bloodhound se llevará el auto a una pista de carreras del desierto en Sudáfrica diseñada especialmente para la máquina supersónica. El piloto de la RAF, Andy Green, estará en la cabina del piloto, conduciendo hacia la meta de 1.287,47 kph en el 2016, y 1.609,34 kph en el 2017.

El Bloodhound está en exhibición en el Canary Wharf de Londres hasta el sábado.