Chris Mintz, un veterano del ejército y exjugador de fútbol americano en Randleman, Carolina del Norte, trató de salvarle la vida a otras personas.

(CNN) – Cuando Chris Mintz escuchó los disparos en el Umpqua Community College en Oregon el jueves, no pensó en sí mismo.

En cambio, en lo primero que pensó fue en proteger a otros. Luego pensó en su hijo de 6 años, Tyrik.

Nueve personas murieron cuando un atacante abrió fuego en la universidad el jueves. Otras nueve resultaron heridas.

Cuando empezó el tiroteo, Mintz, de 30 años de edad, un veterano del ejército y exjugador de fútbol americano en Randleman, Carolina del Norte, trató de salvarle la vida a otras personas.

“Trata de bloquear la puerta para impedir que el atacante entrara”, le dijo su tía, Wanda Mintz, a Fox 8, afiliada de CNN en High Point, Carolina del Norte.

“Recibe tres disparos”, dijo su tía. “Cae al suelo”.

“Alza la vista hacia el atacante y le dice ‘Hoy es el cumpleaños de mi hijo’”, indicó su tía.

Aun así, no hubo misericordia. El atacante le volvió a disparar a Mintz. No está claro exactamente cuántas veces más, pero tiene ambas piernas rotas, dijeron familiares que hablaron con él por teléfono cuando iba de camino a ser operado.

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“Va a tener que aprender a caminar de nuevo”, le dijo Ariana Earnhardt, su prima, a Fox 8. “Pero él salió de ahí con vida, y ese no fue el caso de muchas personas”.

Algunas personas en las redes sociales aclamaron el coraje de Mintz y animaron a las personas a que lo recordaran a él, y no al asesino.

“Todos recordemos y digamos su nombre, no el del atacante. Gracias por tu heroísmo, Chris Mintz”, tuiteó Ana Navarro.

“Qué ejemplo de lo que significa ser un héroe estadounidense”, dijo una persona en Twitter.

A pesar de la súplica, el atacante no mostró misericordia

“No mencionaré al COBARDE en el tiroteo de Oregón. En cambio, elogiaré a Chris Mintz, quien recibió múltiples disparos mientras trataba de salvar a otros”, escribió Derrick Levasseur.

Incluso en el hospital, herido de bala, Mintz pensaba en otros.

“Cuando me enteré de que había sido trasladado al hospital, inmediatamente traté de llamarlo”, dijo otro primo, Derek Bourgeois. “Su exnovia estaba con él”.

“Cuando le pregunté cómo estaba”, dijo Bourgeous, “él inmediatamente dijo ‘muchas personas murieron’ y comenzó a llorar”.

Mintz le dijo a su primo que había recibido cinco disparos, pero el número total no se sabe del todo.

“Su exnovia en realidad lo corrigió mientras hablaba conmigo por teléfono, y le dijo que habían sido siete disparos”, dijo Bourgeois. “Él no estaba en sus cabales; ni siquiera sabía cuántos disparos había recibido”.

A Mintz le dispararon en la espalda, el estómago, las manos y las piernas, dijo Bourgeois.

Por muy graves que sean las heridas de Mintz, Bourgeois —al igual que otros familiares de Mintz— está agradecido.

“Simplemente me alegra que se encuentre bien”, dijo Bourgeois. “Podría haber sido peor”.