Obama busca impulsar el mayor acuerdo comercial en la historia, pero antes deberá convencer a los legisladores de su país

(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se acercó este lunes a resguardar una de las mayores partes de su legado: el tratado de libre comercio regional más grande en la historia. Sin embargo, primero tiene que ganar la batalla política en el Congreso y en la campaña presidencial de 2016.

Luego de que los negociadores del tratado anunciaron que concretaron el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) que involucra a 12 países, arrancó el reloj de un proceso político que llevará este pacto al Congreso estadounidense, en donde los populistas de ambos partidos se opondrán al acuerdo, en medio de una campaña presidencial.

El presidente Obama durante una reunión con líderes del Acuerdo Trans-Pacífico en plenas negociaciones del tratado, en noviembre de 2010.

Además, los candidatos de 2016 hablarán sobre el tema, incluso algunos se dirigirán hacia el descontento del Capitolio y a los electores más fieles de ambos partidos.

El escrutinio más intenso caerá en Hillary Clinton, la aspirante demócrata con mayor apoyo actualmente y la primera secretaria de Estado en la administración de Obama, pero que ha estado callada sobre el acuerdo transpacífico desde que lanzó su campaña presidencial, el pasado 12 de abril.

La política está en una encrucijada entre Obama, cuyo trabajo en el acuerdo extiende el legado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) firmado por Bill Clinton, y una base demócrata que ha criticado por varios años este tipo de pactos, argumentando que ha causado a Estados Unidos la pérdida de empleos, pues algunos países no protegen a los trabajadores ni al medio ambiente.

El senador de Vermont Bernie Sanders, el rival liberal de Clinton, ha enviado correos electrónicos a sus simpatizantes pidiéndoles que bloqueen el “desastroso” acuerdo.

“Wall Street y otras grandes corporaciones han ganado de nuevo”, dijo Sanders en un comunicado. “Es tiempo de que el resto de nosotros frenen a estas corporaciones multinacionales que moldean el sistema para su beneficio, pasándonos el costo”.

En la derecha hay mucho menos resistencia ideológica a un tratado de libre comercio, de hecho fue la nueva ala republicana en el Congreso y en el Senado que ayudaron a Obama en junio pasado a concretar este pacto comercial, al aprobar una reforma que impulsó el motor del acuerdo.

Pero el aspirante republicano con mayor apoyo en estos momentos, Donald Trump, ha criticado a la ortodoxia partidista. El magnate ha criticado el acuerdo, incluso asegurando que modificará el NAFTA.

Ciudadanos de varios lugares del mundo han protestado contra el acuerdo Transpacífico. En esta imagen, las protestas en Tokio, Japón el 23 de abril de 2014.

Otros aspirantes presidenciales con posibilidades como Carly Fiorina y Ben Carson no han sido tan críticos con el acuerdo como lo ha sido Trump, pero si han señalado algunos problemas que ven con este tratado.

Lo que podría ser un impedimento para el Acuerdo de Asociación Transpacífico es que la mayoría de los populistas en ambos partidos se podrían unir en un esfuerzo para derrotarlo en el Congreso.

De hecho la mayoría de los demócratas se muestran resistentes a la aprobación de un acuerdo. La senadora Elizabeth Warren, de Massachusetts, ha encabezado la oposición, enfatizando que la inclusión en el acuerdo de un árbitro internacional para resolver los conflictos entre las compañías y los gobiernos que imponen regulaciones pudiera violar sus obligaciones establecidas en el acuerdo.

Algunos conservadores se han opuesto a lo que consideran es el Obamatrade, advirtiendo que no confían en nada que haya negociado el presidente.

Obama comenzó a cabildear este tratado con los estadounidenses y el Congreso poco después de que los ministros de comercio de las 12 naciones que participan en el pacto anunciaran que llevaban a cabo reuniones para poder consolidarlo.

“Si podemos llevar este acuerdo a mi oficina, entonces podremos ayudar a nuestras empresas a vender más productos y servicios hechos en Estados Unidos para que lleguen alrededor del mundo, ayudando así a que más trabajadores estadounidenses compitan y ganen”, expresó el mandatario estadounidense en un comunicado.

La ruta del acuerdo

Anunciar el acuerdo es apenas el primer paso. Los 12 países involucrados deberán ponerle los toques finales en texto y traducirlo a sus idiomas, un proceso que probablemente tomará meses.

Luego, el pacto deberá ser aprobado en cada nación, y lograrlo antes de que ocurra la elección presidencial se ve como un gran desafío. Los mismos temas que causaron que los negociadores se quedaran cuatro días extra en Atlanta serán los mismos que provocarán controversia en el Capitolio y en la carrera presidencial.

Los legisladores tomaron el primer paso para moldear el Acuerdo de Asociación Transpacífico cuando el Congreso y el Senado, liderados por los republicanos, aprobaran una medida conocida como la “autoridad de promoción”.

Esto significa que el acuerdo será enviado al Congreso para ser votado sin reformas, previniendo que negociadores estadounidenses tengan que enviarlo de vuelta a las naciones participantes para que reciba cambios de último minuto.