(CNN) – Los viajes de Victoria Lautman parecen ser algo sacado de una película de Indiana Jones. Armada con una humilde y pequeña cámara compacta (“Bueno, me deslizo por horribles pozos, así que necesito poder sostenerla con los dientes”), la periodista de aventuras radicada en Chicago viaja a través de la India en busca de ruinas antiguas e inexploradas.
El pasatiempo favorito de Lautman, o su “obsesión” como ella la llama, es encontrar pozos escalonados, es decir, pozos grandes y a menudo profundos donde se puede llegar al agua al bajar un conjunto de escaleras. Estas increíbles hazañas arquitectónicas de diseño se remontan hasta el año 600 d.C, y han sido olvidadas en gran medida… hasta ahora.
En los últimos cuatro años, Lautman ha visitado más de 120 pozos escalonados. “En su apogeo había alrededor de 3.000 pozos escalonados por toda la India. Ahora, quedan más o menos 1.000”, calcula.
Ingresar a las profundas tablas de agua de la India
Los pozos escalonados tradicionalmente se utilizaron a lo largo de la India para aprovechar las profundas tablas de agua del país… y algunos, como el Chand Baori (baori, una de las palabras en hindi para pozo) en el estado occidental de Rajastán, llegan a más de 30 metros de profundidad en el suelo.
“Ellos se proliferaron en lugares donde era difícil conseguir agua, como los desiertos”, explica Lautman. Sus diseños, los cuales varían ampliamente a lo largo de las regiones, se deben a los ambientes variados.
“La forma y el ancho, muchas de esas determinaciones para el diseño tuvieron que ver con la calidad de la piedra y el suelo. En algunos lugares más arenosos, como Guyarat, existen elementos de puentes para impedir que los pozos colapsen, porque el suelo es poco rígido”, observa Lautman.
Más allá de ser una fuente primaria de agua, los pozos escalonados eran utilizados como estructuras cívicas —ellos brindaban un respiro del calor, un lugar para socializar— y en muchos casos funcionaban como templos subterráneos, con esculturas intrincadas de las deidades.
Hoy en día, pocos pozos escalonados se encuentran en uso. La mayoría de ellos están en ruinas, llenos de basura y abandonados. Hay unas cuantas excepciones más conocidas. Rani-ki-Vav (Pozo escalonado de la reina) en Guyarat por ejemplo, fue reconocido como patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO en 2014.
Sin embargo, la mayoría de ellos no han sido documentados, y esto es lo que hace que la capacidad de Lautman por rastrearlos sea incluso más inusual. Ella se basa en una mezcla de investigación y palabras de boca a boca.
En busca de antiguos pozos escalonados
“En la India es difícil encontrar cosas, incluso con un mapa”, dice, respecto a la dificultad de ubicar a los pozos que no han sido investigados.
“Por lo general le pido a los conductores que le pregunten a los lugareños, porque mi hindi es terrible. Entonces, conduces en círculos, a veces durante días, pero finalmente encuentras un pozo escalonado. A veces es increíblemente fantástico, a veces terminas en un pozo con agua en él”.
Lautman rápidamente disipa cualquier sugerencia de que ella es una fotógrafa profesional. “Es un milagro que las fotos se vean de esa forma. Tengo un buen ojo, al estar en el mundo del diseño y la arquitectura, y puedo encuadrar una fotografía. Pero no sé nada”.
Las tomas informales, ligeramente fuera de foco son refrescantes; ellas transmiten un sentido de asombro y este sentimiento de que tú también te has encontrado con estos sitios.
Lautman actualmente está recopilando documentación sobre los pozos, y dice que espera que sus fotos ayuden a crear conciencia sobre su precaria existencia.
“Hay cientos de ellos simplemente convirtiéndose en polvo. Mi objetivo es hablarle a la gente, contarles a tantas personas como pueda, acerca de estos pozos escalonados. Las personas comenzarán a preguntarse ‘Cómo voy a verlos?’ Cuando los turistas empiecen a venir, ahí es cuando las cosas empezarán a ser preservadas”.