(CNN) – La cirugía está destinada a mejorar la salud y calidad de vida de una persona, pero en algunos casos podría tener el efecto contrario.
La cirugía bariátrica podría ser una de ellas, ya que podría aumentar el riesgo de autolesiones de una persona, de acuerdo con un nuevo estudio.
Investigadores en Canadá incluyeron aproximadamente a 9.000 adultos en Ontario que se sometieron a cirugía bariátrica, con mayor frecuencia al bypass gástrico en Y de Roux, entre el 2006 y el 2011. Ellos estudiaron cuántas veces esos pacientes fueron a la sala de emergencia por tratar de hacerse daño a sí mismos, como por ejemplo sobredosis de drogas o lesión física, en los tres años previos y posteriores a la cirugía.
Los investigadores encontraron que, incluso antes de la cirugía, la gente incluida en el estudio tenía el doble de probabilidad de hacerse daño a sí misma comparado con la población en general. Hubo 2,33 incidentes de cada 1.000 pacientes cada año antes de la cirugía en el grupo de estudio.
Sin embargo, el riesgo aumentó aún más después de la cirugía; hubo 3,63 incidentes por cada 1.000 personas cada año durante este período. Por lo general, en muchos de los casos las personas tuvieron que ser llevadas a toda prisa al hospital y tuvieron que permanecer hospitalizadas.
Las personas con obesidad, como los involucrados en este estudio, tienen mayores tasas de problemas de salud mental, como depresión y abuso de sustancias, aunque las razones no están claras. Los expertos han sugerido que el aumento de las hormonas del estrés y la inflamación asociados con la obesidad podrían contribuir a la depresión.
Además, existen muchas razones por las que someterse a una cirugía bariátrica podría aumentar el riesgo aún más, dijo el Dr. Amir A. Ghaferi, profesor asistente de cirugía del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan. Ghaferi no participó en el estudio actual, pero escribió un editorial sobre el tema, y ambos fueron publicados el miércoles en la revista médica JAMA Surgery.
Aunque el riesgo de autolesión aún es leve, existe un importante aumento en los años previos y posteriores a la cirugía, dijo Ghaferi, añadiendo que él estaría “muy sorprendido” si eso no tuviera algo que ver con la operación.
“La operación afecta mucho, tanto fisiológica como socialmente, al paciente y creo que todo eso contribuirá al aumento del riesgo” de autolesiones y, potencialmente, al suicidio, dijo Ghaferi.
Por ejemplo, algunos de los pacientes de Ghaferi le han dicho que se sienten estigmatizados al someterse a una cirugía bariátrica y que sus compañeros podrían pensar que debían perder peso a través de dieta y ejercicio. Otros carecen de apoyo por parte de sus seres queridos que tienen sobrepeso y podrían sentirse amenazados por su pérdida de peso.
Uno de los mayores problemas es que muchos pacientes dejan de asistir a sus citas de seguimiento, las cuales se recomiendan cada dos o tres semanas o meses durante el primer año después de la cirugía y luego anualmente. Actualmente, la cirugía es mucho menos traumática y los pacientes se recuperan más rápido, pero el inconveniente es que son evaluados con menos regularidad, tanto en cuanto a salud física como mental, dijo Ghaferi.
El estudio determinó que la mayoría de las situaciones de emergencia de autolesión se produjeron en el segundo y tercer año posterior a la cirugía. Además, eran más comunes en personas mayores de 35 años, y en aquellos con bajos ingresos o que vivían en zonas rurales. En particular, los dos últimos grupos podrían tener más dificultades para cumplir con las citas de seguimiento.
Evaluación antes de la cirugía
Por lo general, la gente tiene que recibir una evaluación de salud mental antes de obtener la aprobación para la cirugía bariátrica, porque casi todas las compañías de seguros lo requieren, dijo Ghaferi. Durante estas sesiones, un experto en salud mental lleva a cabo un minucioso estudio para determinar si el candidato podrá lidiar con el procedimiento y si contará con el suficiente apoyo social para su vida después de la cirugía, lo cual incluye restricciones dietéticas drásticas.
Estos expertos por lo general pueden identificar a los pacientes que están en riesgo de problemas de salud mental. Aunque ellos podrían exigirles a los pacientes que reciban ayuda antes de la cirugía, lo único que pueden hacer después de la cirugía es recomendar las visitas de seguimiento, dijo Ghaferi. “Sería bueno que el seguro les exigiera esto, pero cómo puede hacerlo cumplir”, añadió, “y ¿acaso puedes retener el reembolso” para los pacientes si no lo hacen?”
Incluso si los pacientes cumplen con las citas de seguimiento y un médico recomienda que reciban algún tipo de atención de salud mental, dependerá de ellos si cumplen con eso, y no siempre está cubierto por los programas de seguros”, dijo el Dr. William S. Richardson, especialista en cirugía bariátrica y jefe de sección de cirugía general del Ochsner Medical Center en Nueva Orleans. Es necesario que haya una mejor cobertura de salud mental y menos estigmas en torno a buscar ayuda, agregó.
“En general, lo que este estudio realmente muestra es que no estamos recibiendo asistencia psiquiátrica en general con la misma seriedad que deberíamos… y desde luego tampoco ocurre en la población obesa. Tenemos que trabajar en sus problemas psiquiátricos”, dijo Richardson.
Sin embargo, ni Richardson ni Ghaferi dijeron que creen que debería exigirse terapia de salud mental después de la cirugía bariátrica, porque en general las tasas de autolesiones aún son bajas. Además, no sería justo tratar a estos pacientes de manera diferente a la población en general, dijo Ghaferi.
Cirugías que requieren evaluación de salud mental
Muchos otros tipos de cirugía general típicamente requieren que los pacientes se sometan a una evaluación de salud mental con antelación, incluyendo el cambio de sexo. Algunos informes han encontrado altas tasas de enfermedades psiquiátricas en los años previos y posteriores a los procedimientos de reasignación de género.
Algunos centros de cirugía estética también llevan a cabo consultas psiquiátricas antes de someterse a procedimientos electivos, como la rinoplastia, para ayudar a asegurar que los pacientes no se sientan motivados a someterse a una operación debido a un trastorno dismórfico corporal, ansiedad u otros problemas de salud mental. Aquellos con trastorno dismórfico corporal, el cual es relativamente común en este grupo, a menudo se sienten inconformes con el resultado del procedimiento e incluso podrían desarrollar ira o depresión después del mismo.
Incluso en el caso de las cirugías que no implican un examen de salud mental antes de la operación, los doctores por lo general conversan con los pacientes acerca de su plan posterior a la operación y los animan a formar un sistema de apoyo para ayudarlos a recuperarse, dijo Ghaferi. “No como una orden, sino como una obligación moral”, añadió.