(CNN) – Hong Kong fue la sede de Watches and Wonders, una exhibición organizada por la Fondation de la Haute Horlogerie (FHH).
Descrita por el organizador del evento y director general de FHH, Fabienne Lupo, como “una experiencia de inmersión total”, la exposición no es tanto una feria comercial como una plataforma para la educación y la cultura.
Celebrada en el Centro de Convenciones y Exhibiciones de Hong Kong, la tercera exhibición Watches and Wonders presentó 12 casas de relojes finos, 10 de las cuales son propiedad del grupo de lujo suizo Richemont.
El año pasado, el evento registró 16.000 participantes por invitación únicamente durante cuatro días, a pesar de las protestas del Movimiento de los Paraguas que disuadieron a los turistas de China continental de visitar Hong Kong y al tráfico ocasionado.
Tiempos “inciertos” por delante
La industria de los relojes ahora enfrenta nuevos desafíos: permanecer en una buena posición financiera en medio de la desaceleración de la economía en China, la legislación en contra de la corrupción en ese país y un creciente interés en los relojes inteligentes.
El mercado de Asia sigue siendo un mercado importante para los fabricantes de relojes de lujo, ya que muchos han mantenido sus opciones abiertas en el consumidor chino. Pero, según el Swiss Watch Industry Study de Deloitte, solo el 27% de los ejecutivos de relojes suizos que respondieron a la encuesta anual esperan un crecimiento en China y Hong Kong durante los próximos doce meses; el 34% espera que la demanda por los relojes suizos disminuya.
“Es por esto que ves que todos los que son parte de la industria aquí —la presencia de todos los directores ejecutivos de marcas, diseñadores, incluso relojeros— queremos mostrar apoyo durante este período incierto”, explica Lupo.
Belleza a través de vidrio a prueba de balas
En el evento hay un aura de seriedad… visitantes bien vestidos con ropa en su mayoría blanca y negra hablan en tonos bajos, beben champán delicadamente e inspeccionan los relojes que se ofrecen a través de gruesos paneles de vidrio.
Nuevas características, como la incorporación de códigos QR que pueden ser escaneados y se conectan a tours de audio, salpican el espacio de la exhibición como un medio digital y con orientación a Asia… para aprender más sobre los relojes individuales y las historias de las marcas. Se ofrecen lecciones como “El enfoque estético del pueblo chino hacia los relojes” y talleres de fabricación de relojes.
Los stands de las marcas van desde los llamativos hasta los súper elegantes
Nuestra primera parada es el fabricante de relojes suizos Roger Dubuis. Y a las 10 a.m., es una discordante llamada de atención. Con solo 20 años de edad, Dubuis es una de las marcas más jóvenes entre las antiguas y clásicas casas de la industria. Como para hacer énfasis en este punto, la compañía ha adornado de forma dramática su espacio de exhibición, el cual ha sido transformado para reflejar la mecánica interna de uno de sus relojes esqueleto.
A fin de reforzar la temática futurista, los visitantes pueden dar un viaje de realidad virtual a través de uno de sus relojes, al colocarse unos auriculares Oculus Rift.
Jean-Marc Pontroue, director ejecutivo de Roger Dubuis, dice que el aspecto teatral de la exhibición representa los valores de la marca. “Nos encanta la fantasía. Nos encanta enriquecer la marca con la narración de historias, con un ambiente emotivo”.
“Nos estamos enfocando en la generación joven que no necesariamente quiere un reloj clásico, o el reloj de sus padres”, continúa Pontroue. “En cambio, nos enfocamos en los jóvenes a quienes les gusta usar marcas nicho”.
Pontroue admite que las ventas se han visto afectadas en Hong Kong y Macao este año, debido a la reducción en las cifras del turismo, pero han permanecido estables en China continental. De hecho, la marca está ampliando su presencia en Beijing; abrieron una segunda tienda este verano y la apertura de otra está planificada para el próximo año.
Celebrar la herencia
Un polo opuesto a Roger Dubuis, al estilo de Gotham, es el fabricante alemán de relojes A. Lange & Sohne, el cual ha elegido presentar un entorno más tenue.
“No queríamos opacar al reloj”, explica Katharina Mack, directora de mercadeo en A. Lange & Sohne. “Se trata de la sustancia. No es la puesta en escena lo que es emotivo; el reloj lo es”.
A. Lange & Sohne está celebrando su aniversario no. 200, y mientras los colores cálidos de la exhibición, junto con las caras de los relojes mate son un tanto subestimados, la sensación que se transmite es la de una rica tradición.
Eso… y la historia literal. Un busto de su fundador sobresale de la pared, un trozo del mismo Muro de Berlín, y una línea de tiempo en grande que celebra la evolución del reloj.
“Las personas sienten curiosidad por ver cómo funciona una marca alemana, no una marca suiza”, dice Mack. “Es una apariencia y sensación muy técnica; quizá no es tan romántica”.
Complicaciones poéticas
Para el romance, por supuesto tenemos a Van Cleef and Arpels, el fabricante francés de todas las cosas delicadas y muy, muy bonitas. Sus relojes son comercializados como “complicaciones poéticas”.
En Watches and Wonders, la compañía de joyería, relojes y perfumes franceses está debutando su colección Extraordinary Dials, tres ediciones limitadas de 22 relojes.
Una asociación con un artista de plumas ha producido las exquisitas caras de relojes de un cardenal, un colibrí y un Martín pescador.
“Realmente diferimos de las marcas que son más técnicas y masculinas”, dice el director ejecutivo Nicolas Bos. “Nuestro mensaje es más acerca del diseño y la destreza. El mercado asiático ha sido muy receptivo a nuestros diseños femeninos, pero nosotros no diferenciamos la colección según la geografía; nunca somos oportunistas”.
Respecto a la sugerencia de que vendrán tiempos complicados para la industria de los relojes, el director ejecutivo de Van Cleef and Arpels, Nicolas Bos, responde lo siguiente: “Sí, tenemos algunos años que son más positivos que otros, pero eso es más o menos lo que sentimos en los mercados maduros”.
“Parece que el cliente, mercado y operación en Hong Kong y en China continental, al menos en las principales ciudades, van a ser más parecidos a las operaciones en Nueva York, Londres, Ginebra o Tokio”.
“Probablemente no exista esa particularidad del tremendo y enorme volumen que la industria tuvo durante algún tiempo. Va a desaparecer y se va a estabilizar. Luego, creo que hay oportunidades de crecimiento, no tengo duda al respecto”.
Nuevas tecnologías y piezas únicas en su clase
El evento fue la oportunidad para llamar la atención en torno a nuevas líneas de productos y desarrollos dentro de la industria.
Los que visitaron el stand de Vacheron Constantin, por ejemplo, pudieron ver el “reloj más complicado del mundo” en una sección cerrada, donde no se permite el ingreso de cámaras.
En Cartier, la colección Cle de Cartier, la cual debutó anteriormente ese año en el Salon International de Horlogerie, se exhibió en la posición principal. La palabra “cle”, o “llave” en francés, es una referencia a una corona especial diseñada para el reloj; se trata de un nuevo sistema para rebobinar que Cartier patentó recientemente.
Pero algo más ostentoso nos llama la atención, y es un reloj Inca único en su clase, parte de su colección High Jewelry.
“Tenemos nuestro propio vocabulario estético”, dice el director de imagen y estilo de Cartier, Pierre Rainero. “Los números romanos, las caras, la corona, y sobre todo, las proporciones armoniosas”.
“Se tuvo cuidado de todo; todo es una obra de arte. En Asia existe una tradición en el conocimiento del oficio, un gusto por los materiales preciosos y la belleza, y esos son todos valores importantes para Cartier. Es por eso que Cartier es exitoso en Asia, por dejar a Cartier como es”.