(CNN) – Las autoridades ucranianas tenían “razón suficiente” para cerrar el espacio aéreo sobre el área del conflicto que asolaba el este de Ucrania antes de que el vuelo 17 de Malaysia Airlines fuera derribado, de acuerdo con las conclusiones de una investigación holandesa sobre el accidente.
El Boeing 777 se dirigía de Ámsterdam a Malasia cuando fue derribado el 17 de julio del 2014, sobre el territorio de Ucrania controlado por los separatistas pro-rusos. Las 298 personas a bordo del avión murieron en el accidente.
La Junta de Seguridad de Holanda (DSB, por sus siglas en inglés) dijo que cualquier cosa que le haya pasado al avión sucedió rápidamente, dejando a los pasajeros aturdidos o inconscientes. Aunque no se sabe con certeza si alguien murió en el aire, nadie podría haber sobrevivido cuando el avión impactó contra el suelo, dijo la DSB.
La DSB tomó el liderazgo en la investigación del accidente a petición de Ucrania, la cual sigue atrapada en el conflicto con los separatistas pro-rusos en las regiones orientales de Donetsk y Luhansk.
Su informe, publicado el martes, decía que el MH17 se estrelló luego de que una ojiva de misil explotara afuera de la cabina.
Incidentes anteriores
El informe señala que entre finales de abril y el 17 de julio del 2014, Ucrania había reportado que por lo menos 16 de los helicópteros y aviones de sus fuerzas habían sido derribados.
“Durante el período en que el conflicto al este de Ucrania se amplió en el espacio aéreo, ni Ucrania ni otros Estados u organizaciones internacionales emitieron advertencias específicas de seguridad para la aviación civil sobre el espacio aéreo que se encuentra sobre la parte oriental de Ucrania”, dijo la DSB.
“Los sistemas de armas mencionados por las autoridades de Ucrania en relación con el derribo de estas aeronaves podrían plantear un riesgo para los aviones civiles, porque tienen la capacidad de alcanzar su altitud de crucero. Sin embargo, no se tomaron medidas para proteger a los aviones civiles contra estos sistemas de armas”, dijo.
El proceso de toma de decisiones sobre el espacio aéreo de Ucrania “fue dominado por los intereses de la aviación militar”, dijo.
El Primer Ministro de Malasia —quien perdió 43 ciudadanos en el accidente— emitió una declaración después de la publicación del informe. “De los 160 vuelos que estaban en la ruta general del MH17 ese día, ninguno recibió una advertencia por parte de las autoridades pertinentes en relación a alguna amenaza específica”, dijo el primer ministro, Najib Razak.
Sistema de misiles Buk
Al anunciar los hallazgos de la Junta en la base aérea Gilze-Rijen en los Países Bajos, su presidente Tjibbe Joustra, dijo: “Como medida de precaución, había razón suficiente para que las autoridades de Ucrania cerraran el espacio aéreo sobre la parte oriental del país, donde el conflicto armado se llevaba a cabo”.
Joustra dijo que la ojiva que derribó el avión encaja con la de un sistema de misiles Buk, en referencia a la tecnología militar rusa. Sin embargo, los funcionarios rusos que participaron en la investigación dijeron que no era posible confirmar el tipo de ojiva o sistema, de acuerdo con Joustra.
“Todos los representantes de los Estados que participaron en la investigación avalan la conclusión de que el accidente fue causado por la detonación de una ojiva en las proximidades de la aeronave”, dijo Joustra.
“No todos los representantes avalaron la conclusión de que una ojiva 9N314M estaba involucrada. En sus comentarios sobre nuestros informes, la Federación de Rusia afirma que no es posible determinar con certeza el tipo de ojiva o el tipo de misil que causó esto”.
En un apéndice de su informe principal, la DSB dijo que Rusia indicó que el MH17 fue derribado por un misil que podría haber sido lanzado, ya sea desde tierra o desde un avión.
El fabricante ruso de sistemas de misiles Buk, Almaz-Antey, dijo que sus propias pruebas y estimaciones también cuestionaron el informe de la DSB, según informó la agencia de noticias estatal rusa, TASS.
El director ejecutivo de Almaz-Antey dijo en una conferencia de prensa el martes que la compañía cree que se usó una ojiva más antigua, que encaja con un sistema de misiles que ahora solo es utilizado por militares de Ucrania, según informó TASS.
El gobierno ruso sostuvo el martes que la DBS había pasado por alto las conclusiones de Almaz-Antey en relación al accidente y puso en duda la transparencia de la investigación.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, dijo que la investigación debe continuar, ser corregida e incluir a “los gobiernos que poseen materiales que podrían aclarar la catástrofe”.
Los pasajeros posiblemente ‘apenas pudieron comprender lo que sucedía’
La DSB dijo que la perforación de “fragmentos preformados” había matado de inmediato a los tres miembros de la tripulación del avión luego de que la ojiva explotara.
Sin embargo, dijo que no se encontraron tales fragmentos en otros pasajeros y que era “probable que los ocupantes apenas pudieron comprender la situación en la que se encontraban”.
“Como consecuencia del impacto, fueron expuestos a diferentes factores relacionados: desaceleración y aceleración brusca, descompresión y formación de niebla relacionada, disminución del nivel de oxígeno, frío extremo, fuertes corrientes de aire, un repentino descenso y objetos del avión volando por todas partes”, según informe de la Junta.
“Como resultado, algunos ocupantes sufrieron heridas graves que posiblemente fueron fatales. En otros casos, la exposición dio lugar a una conciencia reducida o pérdida del conocimiento dentro de un tiempo muy breve. No fue posible determinar en qué momento murieron los ocupantes. No era posible sobrevivir al impacto en tierra.
“La Junta de Seguridad de Holanda no encontró ningún indicio de acciones conscientes que hayan llevado a cabo los ocupantes después de la detonación del misil”.
A los familiares de las víctimas del accidente se les informó sobre los resultados antes de la publicación del informe, dijo la Junta de Seguridad de Holanda.
Hallar a los responsables
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, hizo comentarios el martes en relación a los resultados de la investigación.
“El misil fue lanzado desde el territorio ocupado por los rusos”, afirmó Poroshenko en una cita publicada en su web oficial. “Los investigadores holandeses no pueden revelar los nombres de los delincuentes. Esto debe hacerlo el tribunal internacional”.
Poroshenko señaló que Rusia había vetado la creación de un tribunal de ese tipo por parte del Consejo de Seguridad de la ONU en julio.
Además, el martes, el primer ministro holandés, Mark Rutte, dijo al referirse a aquellos que derribaron el avión: “Debemos hacer todo lo posible para que la gente que lo hizo no evite… el castigo”.
Rutte añadió que la investigación ha tenido “un enorme impacto” en la relación de los Países Bajos con Rusia.
“Lo que realmente me gustaría hacer es un llamado a las autoridades rusas para que respeten y también para que cooperen plenamente con este informe y con la investigación continuada que los fiscales penales están llevando a cabo”, les dijo a los periodistas el martes.
La investigación de la DSB no estaba interesada en la culpabilidad o responsabilidad, ya que eso forma parte de una investigación criminal independiente dirigida por los fiscales holandeses conocidos como el Equipo Conjunto de Investigación (JIT, por sus siglas en inglés).
El fiscal holandés a cargo del JIT dijo que su esfuerzo continuará en el 2016, a pesar de que señaló la dura tarea de demostrar una causa penal.
“En última instancia, tenemos que establecer que no podría haber sido otra arma sino un misil Buk y que cualquier otra alternativa podría ser descartada sin ninguna duda”, dijo el fiscal Fred Westerbeke el martes.
Westerbeke dijo que reunir testimonios de una zona de conflicto es difícil y que se necesita mucho tiempo, así como una mayor investigación forense para establecer exactamente desde dónde había sido disparada la ojiva que derribó al MH17.
Disputas sobre la responsabilidad
El desastre y sus secuelas —cuando hombres armados inicialmente impidieron que los observadores internacionales llegaran al lugar del accidente y recuperaran los cuerpos dispersos— conmocionaron al mundo.
La mayor pérdida fue sufrida por los Países Bajos, el cual tenía a 196 de sus ciudadanos a bordo del vuelo. Decenas de malayos y australianos también se encontraban en el avión, al igual que un número menor de ciudadanos británicos, indonesios, belgas, alemanes, filipinos y canadienses. Las disputas sobre quién es el responsable han agriado las relaciones entre Moscú y el Occidente.
Varias naciones occidentales y el gobierno de Ucrania han acusado a separatistas pro-rusos que operan en la región de derribar el avión con un misil.
Los líderes rebeldes y el gobierno ruso han impugnado repetidamente esas acusaciones y han sugerido en cambio que las fuerzas ucranianas derribaron el avión, ya sea con un misil tierra-aire o con uno de sus propios aviones de combate.
Incluso antes del desastre del MH17, las naciones occidentales acusaron a Rusia de dar suministros a los rebeldes de Ucrania. Estados Unidos y la Unión Europea impusieron sanciones contra Rusia el año pasado para castigarlo por esto y por su anexión de la península ucraniana de Crimea.