Como una colaboración entre Selgascano (de Madrid) y Helloeverything (de Nueva York), la instalación "Casa A" utiliza paneles intercambiables que permiten que pueda ser transportada fácilmente.

Chicago (NN) – Comenzó la Bienal de Arquitectura de Chicago en la ciudad de los vientos, reclamando la distinción de la mayor exposición de arquitectura contemporánea en Norteamérica. 120 firmas de arquitectura participantes, de más de 30 países, presentarán 93 exhibiciones hasta el 3 de enero, con el propósito de mostrar cómo la arquitectura puede “transformar radicalmente nuestra experiencia vivida”.

Este no es un desfile de maquetas arquitectónicas. “Nosotros realmente salimos al mundo a pedirle a los arquitectos, artistas y diseñadores que nos dijeran qué era importante, que nos dijeran qué era lo más apremiante y urgente en arquitectura”, dijo la curadora Sarah Herda, quien –con el curador que reside en Milán, Joseph Grima– codirigió el área artística de la exhibición.

"Rock Print" – una colaboración entre MIT's Self-Assembly Lab y el arquitecto Gramazio Koehler que reside en Zúrich.

Estas jóvenes firmas de arquitectura idearon propuestas audaces para problemas sociales apremiantes que visualizan más allá de los elementos básicos de construcción de edificios: sostenibilidad, tecnología, desigualdad económica, brutalidad policial y más, presentadas como proyectos multimedia que se esfuerzan por alcanzar el propósito de la bienal de apelar al público más amplio fuera de una profesión a veces considerada como elitista.

Los proyectos resultantes abarcan una amplia gama.

“Rock Print”, un proyecto conjunto entre MIT’s Self-Assembly Lab y el arquitecto Gramazio Kohler, con residencia en Zúrich, explora nuevas técnicas de construcción mediante la presentación de una estructura construida por robot que consiste únicamente de piedras unidas por hilo. Un diseño gráfico de Studio Gang de Chicago presenta resultados de la investigación sobre las correlaciones entre el diseño espacial y la brutalidad policial; y la arquitecta Tatiana Bilbao, de la ciudad de México, construyó una vivienda familiar individual completa con plywood (contrachapado) y paletas de madera para demostrar el potencial de una vivienda más asequible.

"End of Sitting" (El fin de estar sentado) por RAAAF

La rebelión contra la opresión del diseño tradicional de oficina incluso entra en juego con el proyecto “End of Sitting” (El fin de estar sentado) de la firma RAAAF, con sede en Ámsterdam. La instalación del tamaño de una habitación reemplaza la disposición típica de escritorios y sillas, con una extensión continua de superficies y grietas en ángulo en los que los empleados puedan apoyarse o recostarse con sus computadoras portátiles, a veces en posiciones muy incómodas.

“Queríamos ver cómo se vería el entorno de trabajo de 2015 o de 2025 sin límites convencionales”, explicó Arna Mackic del equipo de diseño. “En una silla, tú permaneces en la misma posición todo el día, lo cual es un problema, pero esto tienes que explorarlo y probarlo. Proporciona estimulación y una razón para moverte alrededor”.

Vivienda unifamiliar de Tatiana Bilbao

La bienal se realiza en una capital de la grandiosa arquitectura estadounidense y está interesada en hacer hincapié y activar algunas de las joyas arquitectónicas por las cuales es conocida la ciudad. La mayor parte de las exposiciones llenan el Centro Cultural de Chicago, un emblemático edificio de Bellas Artes de 1897 lujosamente revestido con mármol, bronce y mosaicos de azulejos, coronado con una elevada cúpula de cristal con cristales de colores.

En el interior del Centro Cultural de Chicago, donde se exhiben la mayoría de las exposiciones

Cerca de allí, el arquitecto Bryony Roberts que reside en Los Ángeles, iluminó la Federal Plaza, una plaza pública adyacente a tres edificios diseñados por el gran Mies van der Rohe, con una actuación de 10 minutos para la que contrató al South Side Drill Team, una compañía teatral local de chicos extraordinariamente talentosos de 8 a 16 años, equipados con banderas y bastones.

Diez millas al sur de los brillantes rascacielos del centro de la ciudad, el evento más grande de la bienal, tanto en tamaño como en impacto inmediato, se lleva a cabo en un edificio menos conocido: el Stony Island Arts Bank, la que alguna vez fuera una opulenta estructura neoclásica de 1923 en el barrio descuidado y predominantemente negro de South Side de Chicago, que durante décadas fue dejado en ruinas y abandonado.

El Stony Islands Arts Bank que fue  renovado por el artista Theater Gates, con residencia en Chicago.

Theaster Gates, el artista nacido en Chicago, cuya práctica se centra en la política de la desigualdad racial, adquirió el edificio en 2012 por 1 dólar, y dio a conocer el producto de una renovación diligente, realizado por su fundación sin fines de lucro, Rebuild Foundation: un centro de artes –y con entrada gratuita al público– de un poco más de 1.579 metros cuadrados, que está lleno desde el piso hasta el techo de estanterías con libros, la colección de vinilos del difunto Frankie Knuckles y las huellas apenas visibles de su antiguo esplendor arquitectónico.

“Yo no he sido capacitado como arquitecto, pero pienso muchísimo en edificios”, dijo Gates durante una rueda de prensa. “La arquitectura se convierte en una envoltura mucho más compleja, una envoltura que puede transportar tanto lo alto como lo bajo, lo internacional como lo muy nacional, a los ricos y a los pobres. Es solamente cuando esas cosas comienzan a combinarse en formas realmente hermosas cuando creo que podemos tener una arquitectura redimida, redentora”.

La Bienal de Arquitectura de Chicago también preparó el concurso Lakefront Kiosk, el cual invitó a los arquitectos para diseñar un quiosco a lo largo de la ribera. Se anunció que los ganadores fueron Ultramoderne Architects.

De vuelta en el centro de la ciudad, la bienal dio a conocer una estructura simple de madera, a orillas del lago Míchigan: “Chicago Horizon”, de los arquitectos Ultramoderne, con sede en Rhode Island, y a la que el proyecto del banco de Gates le proporciona espacio público para que las personas se reúnan. Su vida, representa los objetivos emblemáticos de la bienal en cuanto a dejar un impacto público duradero, según el codirector artístico de la bienal, Joseph Grima.

“Un evento como este puede construirse con el tiempo y dejar un legado concreto para la ciudad”, dijo Grima. “La exposición, luego de tres meses a partir de ahora se habrá ido. Pero con optimismo, esperamos que deje atrás ideas, inspiraciones, conexiones, conversaciones en curso y, lo más importante, algo tangible para la ciudad, una señal de que la arquitectura realmente puede cambiar las cosas”.