(CNN) – Luego de que la OMS advirtiera que el consumo de carne procesada es cancerígeno, un estudio llega con una devastadora noticia para los amantes de los perros calientes.
De acuerdo a una investigación de los laboratorios Clear Food, el 2% de los perros calientes analizados en un estudio contienen ADN humano.
Así mismo, el estudio encontró que el 14,4% de los perros calientes y las salchichas analizados por Clear Food “tenían problemas”, dijo la compañía.
Además, Clear Labs dijo que el 10% de los perros calientes que dicen ser vegetarianos contienen carne.
Clear Foods es una compañía que “traduce pruebas moleculares cuantificables en datos procesables sobre los alimentos”, según su sitio web. Esto significa que analiza secuencias genéticas para saber qué hay en tu almuerzo.
Resulta entonces que los perros calientes no siempre están bien. Sobre todo, la compañía encontró inexactitudes en las etiquetas, sustitución de la carne de cerdo por algunos ingredientes no esperados, incluyendo pollo y cordero.
Por otro lado, Clear Foods dio una alta calificación a una variedad de fabricantes, tanto nacionales como regionales. Butterball, McCormick, Eckrich and Hebrew National obtuvieron calificaciones de 96 sobre 100 puntos en el procesamiento de salchichas, según la “Fórmula Clear”.
Los cofundadores de Clear Labs, Sasan Amini y Mahni Ghorashi, señalaron que en todos los “resulados desalentadores” encontraron algunos problemas generales.
“Cualquier problema que sea reportado tiende a ser un problema menor si lo comparas con toda la industria de las salchichas”, dijo Amini. “Esto significa que hay muchas marcas en el mercado que no tienen ningún problema”.
Sin embargo, Martin Wiedmann, profesor y experto en seguridad alimentaria de la Universidad Cornell dijo que los resultados de ese estudio carecían de importancia.
“No nos está diciendo nada nuevo sobre los perros calientes”, dijo. “Es una estrategia de márketing de compañías que quieren vender sus servicios”.
Un reporte intrigante
Clear Labs evalúa productos para comerciantes y manufactureras “para hacer pruebas moleculares de escala en sus cadenas de producción”, dice Ghorashi. A través de Clear Food, la compañía quiere orientarse más hacia los consumidores en los años venideros. Clear Food es actualmente parte de una campaña de kickstarter para que pueda hacer más reportes como este de los perros calientes.
Melinda Wilkins, profesora en la Universidad Michigan State, quien también se especializa en seguridad alimentaria, dice que el reporte de Clear es intrigante . “Usar el análisis genético en este tipo de escenario es fascinante”, afirma. “Creo que vamos a ver más de estos análisis en un futuro, para ver qué tanto el contenido de la comida corresponde a la etiqueta que lleva”.
Sin embargo, le gustaría tener más información sobre el informe, sobre todo en el hallazgo de ADN humano.
“Cuando trabajas con material genético, dependiendo de la técnica analítica, se puede detectar una pequeña cantidad de ADN que no debe estar ahí”, afirma.
“Así que esta acusación de haber encontrado ADN humano… pueden ser sólo algunas células”.
Amini, de Clear, dice que la compañía puede confirmar que el ADN humano existe, pero no puede señalar la fuente específica.
Wilkins sospecha que mientras siga creciendo el análisis de ADN, los fabricantes de comida deberán reaccionar.
“Todo el asunto de adulterar la comida es un tema álgido y creo que muchas personas van a estar más conscientes de esto ahora”, afirma refiriéndose al caso que encontró carne de caballo en hamburguesas en Reino Unido.
“Muchas veces adulterar la comida no es un asunto preocupante en términos de seguridad, pero igual es alarmente saber que estás comiendo algo que no debía estar ahí. Así que pienso que las compañías deberán ser más cuidadosas de cómo marcan sus productos, y deben hacerle más pruebas a sus proveedores”.
Ghorashi está de acuerdo.
“Hemos visto respeustas positivas de la industria hacia nuestra tecnología”, dice. “Las compañías progresistas están adoptándola. El resto de la industria fendrá luego para cambiar al paso que cambian los patrones de los consumidores”.