(CNN) – Liu Lizhu no sabía que su tímido hijo de 15 años había sido víctima de bullying en la escuela hasta que terminó en un hospital con una rotura del bazo.
El 8 de junio, la noche anterior a los exámenes de ingreso a la escuela secundaria, su hijo Huang Tanghong fue golpeado por tres acosadores en su escuela en la provincia de Fujian al sureste de China, quienes habían abusado rutinariamente de él en los últimos años, dijeron a CNN miembros de su familia.
Yacía enroscado en el suelo cuando la paliza terminó. Tenía demasiado miedo como para decirle a sus padres y guardó silencio, dijo su madre, Liu, más adelante.
Al día siguiente, tenía un dolor tan agudo que fue trasladado al hospital y los doctores le hicieron una cirugía. Fue solo entonces cuando sus compañeros de clase le dijeron a Liu, una trabajadora emigrante que laboraba en otra ciudad, que Huang había sido víctima de bullying.
“Lo golpearon y lo torturaron solo porque sí”, dijo Liu a CNN. “Por supuesto que estoy furiosa y desconsolada; él es mi propia sangre”.
La experiencia de Huang recibió mucha atención pública después de que su furioso primo acudiera a las redes sociales para pedir justicia, al publicar imágenes gráficas del bazo y los puntos de Huang.
Los acosadores fueron detenidos más tarde por causar lesiones graves, pero pronto fueron puestos en libertad después de que sus padres accedieran a pagarle a la familia de Huang 210.000 yuanes (unos 33.000 dólares) a manera de compensación, según Liu.
La escuela de Huang no quiso revelar más detalles sobre el caso cuando fue contactada por CNN.
¿Intervención suficiente?
La difícil situación de Huang y una serie de casos similares han provocado intensas discusiones, especialmente en línea, por la falta de protección legal para las víctimas de ‘bullying’ en las escuelas.
Historias, videos e imágenes de los incidentes de bullying —algunas voyeuristas— han circulado en muchos sitios y una etiqueta en Weibo, la versión china de Twitter, sobre un movimiento en contra de la violencia en los campus, que ha ganado terreno.
Bajo la actual ley de protección de menores de China, los menores de 16 años no enfrentan castigos severos a menos que cometan delitos graves como asesinato.
Al menos 30 casos graves de ‘bullying’ han sido informados por los medios chinos en los últimos nueve meses. Las escuelas respondieron a la mayoría de estos incidentes penalizando a los autores con una nota en su expediente escolar. En los casos más extremos, los estudiantes víctimas de ‘bullying’ fueron golpeados hasta la muerte.
En julio, el organismo chino de control de Internet, la Administración del Ciberespacio de China, prohibió que las páginas web publicaran videos “obscenos o violentos” que involucraban el ‘bullying’ en niños “para proteger la salud mental y física de los menores”, informó el China Daily.
Sin embargo, en octubre, justo después de comenzar el nuevo año escolar, otro video se hizo viral. En este aparecían cuatro chicas comprendidas entre los 12 y 14 años de edad que atacaban brutalmente a otra niña, en las partes inferiores de su cuerpo, durante más de tres minutos.
Según un informe de los medios chinos, las autoridades locales dijeron que el Departamento de Educación y la oficina de seguridad pública han investigado y confirmado el incidente.
El arrebato violento, dijeron las autoridades, se originó a partir de una disputa insignificante entre chicas la semana antes del ataque.
Epidemia de ‘bullying’: ¿de quién es el problema?
Las cifras sugieren que el problema es generalizado… es tan alto que lo sufre uno de cada cinco estudiantes.
Un estudio publicado en 2012, el cual analizó a cuatro ciudades en la provincia sureña de Guangdong, encontró que el 21% de los estudiantes de secundaria informaron estar involucrados en incidentes de ‘bullying’… como autor, víctima o ambos.
La última categoría de estudiantes, quienes fueron tanto víctimas como acosadores, se ven atrapados en un ciclo de agresión y vergüenza, y probablemente enfrentarán riesgos y problemas más serios para la salud, según el informe.
El informe indicó que varios factores estaban vinculados al ‘bullying’, entre ellos familias desintegradas, sentimientos de inseguridad y una mayor cantidad de tiempo que los niños pasan en línea. Sin embargo, los ingresos familiares parecieron tener poca correlación.
¿Qué se puede hacer?
Liu Chaoying, una consejera psicológica con sede en Beijing, dijo que los castigos más severos para los acosadores no abordarían la cuestión de fondo.
Más eficaces serían los servicios de asesoramiento psicológico para los estudiantes en las escuelas, pero muchos no tienen los recursos para ofrecer esto.
Ella dijo que muchos autores y víctimas provienen de familias donde los padres y los niños no se comunican abiertamente. Estos niños no han sido capaces de desarrollar mecanismos más saludables para enfrentar y expresar las emociones negativas.
“Los niños a esta edad pueden reaccionar a las cosas más pequeñas con un comportamiento extremadamente brutal y no necesariamente entienden las consecuencias de la violencia”.
Ella hizo un llamado a los padres y educadores para que trabajen juntos a fin de hacerle frente al ‘bullying’, ya que este refleja los problemas sociales a un nivel más profundo. Y es importante que los padres intervengan, agregó.
“Los padres tienen que pasar suficiente tiempo con sus hijos, y tomar en serio su responsabilidad como tutores para educarlos”, dijo.
“Tienen que empezar por las cosas pequeñas, como averiguar qué le ocurrió a sus hijos en la escuela que podría haberlos molestado, para que sus emociones negativas no se acumulen al grado que recurran a la violencia”.
Sin embargo, muchos de los autores y víctimas, entre ellos Huang, son parte de la “generación olvidada” de China que apenas ven a sus padres.
Uno de cada cinco niños chinos tiene uno o ambos padres que son trabajadores emigrantes, quienes trabajan lejos de casa en las ciudades pujantes industriales de China.
Ellos tienen dificultades en la escuela, tienen mayores tasas de problemas de salud mental, y sufren más problemas de comportamiento que sus contemporáneos.
Un futuro incierto para las víctimas jóvenes
Para Huang Tanghong, quien tuvo que ser hospitalizado a la mitad de su examen de ingreso a la escuela secundaria y como resultado, no lo aprobó, su futuro sigue siendo incierto.
No está claro cuándo —o incluso si— retomará su examen y continuará con su educación. Ahora se está recuperando en casa. Su madre se ha trasladado de vuelta a casa para cuidar de él.
Huang se somete a tratamiento en el hospital.
“¿Cómo puedo siquiera pensar en el trabajo cuando mi hijo todavía está enfermo?”, dijo Liu. “Tengo que cuidar de él durante todo el día”.
Las autoridades locales y la escuela no reaccionaron al caso de Huang hasta que este llamó la atención de los medios, de acuerdo con miembros de la familia de Huang.
El primo de Huang, Huang Jiaxin, dijo a CNN que la respuesta tardía de la escuela demuestra cómo la institución no logra proteger a los estudiantes, ni siquiera en sus instalaciones.
“Las peleas pequeñas pueden pasar desapercibidas”, dijo el primo, angustiado. “Pero ¿cuándo necesitas extirpar un órgano? Eso es serio”.