(CNN) – “Literalmente sabe a un pedazo de —-“, dice un comensal, cubriendo su boca y tratando de no regurgitar la pequeña cucharada de curry que ella acaba de comer.
Para el dueño del restaurante, Ken Shimizu, esto, de hecho, es un cumplido.
Su tienda, Curry Shop Shimizu, en Tokio, se especializa en un platillo que deliberadamente imita la textura y el sabor del excremento.
No hagas clic para alejarte con una mueca de disgusto todavía… esto se pone más extraño.
Shimizu también es una de las estrellas pornográficas mejor conocidas de Japón.
Como estrella de cientos de películas para adultos, él es conocido en Japón como Shimiken, o el “rey de la pornografía”.
Su última aventura, según la gerente del restaurante, Hiroki Okada, es un intento de satisfacer el poco probable deseo de toda la vida por averiguar cómo sabe el excremento.
“Para Shimiken y Pan Pong [el creador del curry], esta es una cuestión que habrá que resolver antes de morir”, dice Okada.
“No tenemos otra opción más que responder a la pregunta con nuestra imaginación… hasta ahora”.
Olvídate de la investigación de mercado
Por supuesto, ellos no solamente se aventuraron y abrieron un restaurante de curry con sabor a excremento, antes que nada hicieron algunos estudios de mercado al encuestar a 400 adultos jóvenes.
Y cuando descubrieron que al 85% ni siquiera se les ocurriría poner un pie en un lugar como ese, rápidamente la ignoraron.
“Tenemos la esperanza de derrotar los datos de la investigación de mercado”, dice Okado.
Los propietarios describen su lugar, el cual fue inaugurado en agosto de 2015, como un “restaurante bromista”.
Dicen que no se trata tanto de saciar apetitos como de ofrecerle a los comensales un buen momento… o un momento tan bueno como sea posible sobre los tazones de pasta hedionda color marrón.
“En lugar de comer curry, el propósito de llegar al restaurante es divertirse”, dice Okada. “El curry es tan solo una provocación”.
Lograr ese “auténtico” sabor a excremento implica un arsenal de ingredientes.
Hay cebolla, zanahoria, pollo picado, calabaza amarga, polvo de cacao, té japonés de genciana verde amarga y polvo de curry.
“También añadimos kusaya, un chicharro salado y secado al sol que despide el olor de estiércol de perro”, dice Okada.
El curry se sirve en un contenedor con la forma tradicional de un mingitorio japonés.
¿Es mejor que el de verdad?
Y aquí es donde se vuelve aún más extraño… y mucho más repugnante.
El restaurante sabe que su curry sabe a popó porque, prepárense… Ken Shimizu supuestamente ha comido popó (o así lo afirma).
Más de una vez.
“Shimiken ha comido heces muchas veces a fin de poder inspeccionar si el curry sabe igual que el verdadero”, añade Okada.
CNN no ha podido –y, francamente, no quiere– confirmar la autenticidad del curry, pero las reseñas han sido variadas.
Uehara Ai, la estrella de cine para adultos compañera de Shimizu, se rindió después de su tercer bocado, y declaró que la comida es la tarea más difícil que ha enfrentado este año.
Sorprendentemente, algunos, como los bloggers de Wowsabi –con sede en Tokio–, afirman que han sorbido un tazón completo.
Según los propietarios, de los 300 clientes que han adornado el restaurante durante su primer mes, más del 90% lograron terminarse su curry.
Algunos, al parecer, desarrollan un gusto tal por ello que siguen comiéndose su… vamos a dejarlo allí.
Regresan por más
A pesar del horrible sabor, el costo del curry es muy alto y los márgenes de ganancia son muy pequeños.
Pero Okada dice que es capaz de contar con algunos clientes fieles.
“Muchos de los clientes visitan el restaurante todos los días y hay más y más clientes que regresan”, dice.
“La mayoría visita el lugar para satisfacer su curiosidad… quieren saber a qué saben las heces. Algunos lo utilizan como penitencia en algún juego. Muchos clientes vuelven porque les gusta ver la reacción de otros clientes”.
El propietario espera que su restaurante construya una reputación mundial que atraiga a los comensales extranjeros.
Si eso no resulta, él siempre tiene su trabajo diurno en el que puede confiar.
Okada añade: “Shimiken todavía trabaja como actor pornográfico. Él quiere seguir trabajando como uno toda su vida”.