Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.
(CNN Español) – El problema de Justin Bieber es que quiere parecer un chico malo. Y el de Ben Carson, el único contendiente negro en la carrera republicana por la presidencia de Estados Unidos, es que quiere parecer demasiado normal.
Ben Carson, que es acaso el precandidato que más tranquilidad destila, tal vez por haber andado tantos años entre los vapores de la anestesia (es un eminente neurocirujano retirado), está bajo la lupa luego de que CNN detectara que lo que cuenta sobre sí no parece del todo cierto.
Carson, de 64 años, está haciendo lo contrario que cualquier otro sujeto como él, que intenta seducir a los votantes: evidencia sus remaches, sus costurones, echa mano de sus imperfecciones y pasos en falso para luego esgrimir las banderas de la redención y el pecado que es una herramienta que suele funcionar entre la opinión publica de Estados Unidos.
Así las cosas, Carson ha “confesado” que a los 14 años trató de acuchillar a un compañero de clases que se salvó por la hebilla del pantalón. CNN no encontró ni un solo indicio al respecto. El precandidato dijo después que tiene testigos pero no quiere exponerlos a la luz pública. Carson dice que superó ese pasado de violencia gracias a la fe cristiana.
En su autobiografía Gifted Hands, Carson sostiene que la academia militar de West Point le ofreció una beca durante la guerra de Vietnam. Ingresar en West Point es para algunos, elsummum del patriotismo. Bueno, el diario Político, digital pero superinfluyente y demoledor cuando se lo propone, publicó la semana pasada que Carson jamás recibió beca alguna yaque de hecho West Point no ofrece becas porque, tras pasar el proceso de selección, la educación allí es gratuita. Carson tuvo que reconocer que lo que recibió fue “una propuesta informal” para acceder a la academia.
Buzfeed News, una compañía de internet dedicada a la información viral, ha publicado un discurso de Carson de 1998 en el que el político asegura sin sobresalto alguno que las pirámides de Egipto habían sido construidas por José, el personaje bíblico, para almacenar granos y no para cobijar las tumbas de los farones. Y la semana pasada, durante una firma de libros en la Florida, volvió a poner en duda la teoría de la evolución y dijo estar convencido de que Dios creó la Tierra.
¿Fue en seis días, no? Se nota, la verdad es que se nota.