Los resultados aparecen solo dos semanas desde el inicio de la Operación de Escaneo de Pirámides, que durará hasta finales de 2016. La misión científica usa “técnicas no invasivas de visualización”, incluyendo escaneos en 3-D con láseres y drones, para ver dentro de las pirámides.
“Los equipos han concluido la existencia de varias anomalías térmicas observadas en todos los monumentos durante las fases de calentamiento y enfriamiento”, dice un comunicado divulgado por el Ministerio de Antigüedades.
El equipo de infrarrojo detectó una impresionante anomalía en el lado este de la pirámide de Keops, que tiene más de 4.500 años.
La misión usa técnicas como termografía infrarroja y detectores cósmicos de partículas para “detectar la presencia de cualquier estructura interna y cavidades en monumentos antiguos, lo que podría llevar a entender mejor su estructura y proceso de construcción”.
Otras anomalías fueron detectadas en la pirámide de Kefrén en Guiza y dos pirámides en Dahshur, a 20 kilómetros al sur.
“Todas las anomalías detectadas y la información recogida serán sujetas a análisis”.
En la siguiente etapa del proyecto, el equipo empezará “el modelaje y las simulaciones en 3-D de la meseta de Guiza”.
El ministro de Antigüedades, Mamduh al-Damati, dijo a la prensa que “Jufu nos ofrecerá hoy uno de sus secretos”.
La investigación, coordinada por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de El Cairo y el Instituto HIP, tiene el el lema: “Solo porque un misterio tenga 4.500 años no quiere decir que no pueda ser resuelto”.
No se refirieron, no obstante, en la teoría del aspirante republicano Ben Carson sobre que las pirámides fueron usadas para almacenar grano.