(CNN) – Sierra Leona está libre del ébola. Las medidas de emergencia han terminado, y el país estalló en celebraciones el fin de semana pasado, donde las personas se congregaron en masa en las calles de Freetown por primera vez desde hace casi 18 meses.
El país registró ‘0+42’ —42 días sin ningún nuevo caso de la enfermedad— el sábado 7 de noviembre, el umbral en el que la Organización Mundial de la Salud declaró que el brote había terminado. Ahora habrá 90 días completos de ‘mayor vigilancia’ antes de que la respuesta se retire del todo, y el gobierno puede destinar sus recursos a reconstruir una economía en problemas.
“Es una buena noticia, sí, pero aún hay mucho trabajo por hacer después de esto”, dijo John Sisay, el director ejecutivo de Sierra Rutile, que exporta arenas minerales del país.
La epidemia causó la muerte de más de 11.000 personas a lo largo de África Occidental —4.800 en Sierra Leona— y devastó los sectores sociales en países que ya se encontraban entre los más pobres del mundo. Las escuelas y otros servicios públicos permanecieron cerrados, al igual que los mercados, y las personas evitaban congregarse. Debido a que las primas de seguros para los negocios internacionales se habían disparado, los barcos no atracaban ahí, los inversionistas cancelaron sus viajes y la incipiente industria del turismo se vino abajo.
El brote se produjo en un punto en el que la región ya estaba luchando con un descenso en los precios de las materias primas, lo que había frenado el crecimiento económico. El precio del mineral de hierro —el principal producto de exportación de Sierra Leona, Guinea y Liberia— ha colapsado, al bajar de 136 dólares por tonelada en enero de 2014 a más o menos 56 dólares por tonelada hoy en día, lo que ha dejado a los tres países sin una de sus principales fuentes de dinero en efectivo.
African Minerals, uno de los inversionistas más grandes de Sierra Leona en mineral de hierro, se declaró en bancarrota en marzo, tras haber cerrado su mina de Tonkolili en noviembre del año pasado. La empresa siguió a London Mining, la cual cerró sus operaciones en el país en octubre de 2014.
Cómo darle un giro a la economía
Esto solo se suma a las dificultades que el país enfrenta en su recuperación, pero Sisay permanece firme en que existen formas de darle un giro a la economía.
“La oportunidad es genial porque los desafíos son tan fuertes. Necesitamos enfocarnos en las cosas en las que podemos trabajar en el futuro inmediato”, dice.
La agricultura, el empleador más grande del país, es un área de enfoque, dice, aunque las cuarentenas y las restricciones al movimiento de bienes afectaron la producción, y el sector también necesitará tiempo para recuperarse.
Traer de vuelta a los inversionistas, al mejorar el clima de negocios y asegurarles a las empresas que el país es un sitio seguro y estable, también será crucial.
“Creo que el gobierno, como cuestión de política, realmente necesita considerar muy en serio cómo atraemos a los inversionistas”, dice Sisay. “Creo que el gobierno necesita salir y hacer una enorme campaña de relaciones públicas… el estigma durará el tiempo que le permitas que dure, en mi opinión… Necesitamos salir y decirles a las personas que el Ébola ha terminado, pero también reafirmarles que existen protocolos buenos y firmes en vigor que no permitirán que regresemos a la fase de la epidemia”.
Una estrategia de recuperación
Antes del brote, Sierra Leona ya dependía fuertemente del dinero proveniente de asistencia. Más o menos el 50% de los programas de gastos públicos eran financiados por donantes, según cifras de la ONU. Sin embargo, la economía se estaba ampliando rápidamente; el crecimiento alcanzó un punto máximo de más del 20% en 2013 antes de que llegara la crisis. Este año, se prevé que la economía de Sierra Leona se contraiga en casi un 24%.
Sin crecimiento e inversión, el país luchará por generar empleos para su población joven —muchos de ellos carecen de un empleo estable— y por reconstruir los servicios públicos.
La estrategia de recuperación del gobierno, la cual es apoyada por la comunidad internacional, gira en torno a “reconstruir de una mejor manera”, dijo Sudipto Mukerjee, el director nacional del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas para Sierra Leona. Esto es particularmente relevante para el sector de salud, el cual se encontraba en una posición seria de bajo desarrollo antes de que la crisis iniciara, y su debilidad sin duda contribuyó a la velocidad con la que el brote se salió de control.
“Cuando hablas sobre el sector de salud, no estás hablando acerca de regresarlo a donde estabas al principio del brote”, dice. “Eso no es lo suficientemente bueno. Lo importante también es asegurarse de que no solo amplíes las inversiones que se han hecho hasta ahora, sino invertir para que sea mucho más resistente en el futuro”.
Cientos de millones de dólares han sido prometidos en dinero de asistencia proveniente de donantes internacionales, y los proyectos de infraestructura han vuelto a empezar, lo que ha generado un crecimiento a corto plazo y ha mejorado el ambiente de negocios a largo plazo en el país, dice Mukerjee.
Una nueva esperanza
Ya existen señales tentativas de que la recuperación está empezando. Las escuelas han vuelto a abrir y algunos de los negocios están regresando.
John Lyon, presidente y director ejecutivo de World Hope International, una organización benéfica de asistencia y desarrollo con sede en el Reino Unido, acaba de regresar de Sierra Leona, donde su organización había estado trabajando durante la respuesta al ébola. Él dice que espera que la resistencia que han mostrado los sierraleoneses a lo largo de esta y otras crisis anteriores permitirá que el país regrese a su antigua trayectoria de crecimiento.
“Creo que Sierra Leona realmente tiene que regresar a los aspectos básicos, donde realmente estaban tratando de enfocarse en estrategias en contra de la corrupción, y enfocarse en el desarrollo de energía y agua”, dice.
En sociedad con el gobierno, World Hope International dirige una zona económica especial para los pequeños fabricantes, conectando los negocios agrícolas con los mercados de exportación. La zona se cerró en su mayoría durante el brote, y busca financiamiento para ayudarla a iniciar nuevamente las operaciones. A pesar de todo, acaba de llegar un nuevo inquilino: una compañía pequeña que empaca café en presentación individual para su exportación.
“Eso está sucediendo ahora, después del ébola”, dice Lyon. “Se están trasladando al sitio de su fábrica ahora mismo. Esa es una señal de que Sierra Leona puede recuperarse”.