Siena, Italia (CNN) – Toma tiempo llegar a Castello di Ama. El poblado italiano medieval está situado sobre una cumbre rodeada por viñedos y oscuros cipreses firmes. Está ubicado al final de una carretera larga, estrecha e iluminada por el sol.
El poblado, que data del siglo XVIII, parece como si hubiese estado aquí desde hace una eternidad.
Hoy en día, casi todo el poblado es propiedad de Lorenza Sebasti y Marco Pallanti, la pareja detrás del Castello di Ama, una de las bodegas más famosas de Toscana.
Castello di Ama –o “castillo de amor” como se traduce el nombre de manera bastante poética– es muy conocido… su vino fue clasificado en el sexto lugar en Wine Spectator el año pasado. Pero Castello di Ama tiene más que tan solo un vino destacado.
Cuando llegas aquí, notas que lo excepcional se evidencia, como rocas dispares –procedentes de antiguas losas- de colores intensos en el pavimento que saltan a la vista y una pared espejada con ventanas que te ofrecen una vista de los extensos viñedos.
Durante los últimos 15 años, Lorenza y Marco han estado invitando a algunos de los artistas más influyentes del mundo a la bodega, para crear proyectos legendarios. Estas instalaciones se construyeron allí mismo… esparcidas por todo el terreno y en varias construcciones en el poblado.
Hay una pieza etérea de Anish Kapoor ubicada en una capilla que tiene siglos de antigüedad… un cuenco cortado en el interior del suelo que brilla con un rojo profundo contra la penumbra.
También hay una escultura de Louise Bourgeois de una mujer arrodillada con la cabeza de una alcachofa. La extraña obra también es una fuente, y para poder verla, tienes que bajar una escalera desvencijada para entrar a una de las bodegas más antiguas.
Más recientemente, Hiroshi Sugimoto recibió el encargo de dos enormes estructuras de mármol. Una está suspendida del techo mientras que su gemela se levanta desde el suelo. Cada una está coronada por puntas de acero inoxidable que casi se tocan, separadas por milímetros.
“Comenzamos (encargando obras de arte) en la década de 1990”, dice Lorenza Sebasti de Castello di Ama. “Esto tenía la intención de darles más vida a estos edificios y mantener una buena energía para añejar nuestros vinos, con la ayuda de estos artistas. (Inicialmente) eran solo exposiciones temporales”.
En 1999, con la ayuda de Galleria Continua, Lorenza y Marco contactaron a Michelangelo Pistoletto, un pintor italiano, para encargarle su primera instalación permanente, específica para el lugar.
El año siguiente, Pistoletto creó ‘Tree of Life’ (Árbol de vida), un tronco de árbol dividido con espejos insertados en sus entrañas, el cual crea imágenes refractadas.
“Michelangelo escogió (instalar su obra en) la bodega. Él construyó algo que para nosotros es como un tótem. Cuando entras, cuando llegas, ves que esto es como un dios para proteger nuestro trabajo”, dice Marco.
Fue el inicio de colaboraciones continuas con algunos de los artistas más importantes del mundo.
Arte para la próxima generación
“Le pedimos a los artistas que hagan una interpretación de nuestro mundo”, dice Marco. “Todo artista (con el que hemos trabajado) ha sido invitado a Castello di Ama para que se inspire en la historia, nuestra pasión y el vino”.
Hoy en día, la propiedad ha sido transformada con obras de más envergadura como el ‘Yo No Quiero Ver Más A Mis Vecinos’ de Carlos Garaicoa. Las reproducciones en miniatura de Garaicoa, las cuales representan algunas de las paredes más famosas de la historia, como el muro de Berlín, se extienden a través de la propiedad.
“Para nosotros es muy importante la relación que tenemos con el tiempo, tanto para el vino como para el arte”, dice Lorenza.
“Le damos tiempo al artista para que realmente digiera este lugar y que tenga una voz realmente auténtica para ofrecerle a este lugar”.
Una de las conexiones más emocionales que la pareja formó fue con el artista chino Chen Zhen. Su obra, ‘La lumiere interieur du corps humain (Luz interna del cuerpo humano)’ fue creada mientras él luchaba contra el cáncer. Fue instalada cinco años después de su muerte en el 2000, por su esposa y asistente, Xu Min.
Los forasteros pueden ver estas colaboraciones artísticas simplemente como una inversión inteligente en arte. Pero Lorenza y Marco insisten en que nada podría estar más lejos de la verdad.
El arte, como las vides, dice Lorenza, es para la siguiente generación.
“Esas vides no madurarán en los próximos 30 o 40 años y tal vez nunca haremos esos vinos para nosotros. De la misma manera, el proyecto de arte es, en gran medida, nuestra contribución para mantener este lugar para la próxima generación”.
“Esencialmente, los mismos artistas entienden que hacer algo aquí en Castello di Ama hará de este un lugar importante como un destino para los amantes del arte, pero al mismo tiempo hace que ellos se sientan orgullosos de tener una obra aquí. Ninguna de estas obras de arte está en venta, y esto da mucha libertad tanto a los artistas como a nosotros”.
Castello di Ama está ubicado en La Toscana, Italia. Más información aquí.