Treinta y dos periodistas han sido asesinados en México desde 1992, según el Comité para Protección de Periodistas. A pesar de los peligros, los reporteros jóvenes como Gaby Rasgado de 25 años siguen decididos a reportar las noticias.

NUEVA YORK (CNNMoney) – Seis reporteros han sido asesinados en México desde el 2013 y este año ha sido el más mortífero para los periodistas en décadas.

A pesar del peligro, la gente joven de allí se sigue sintiendo atraída por el negocio de las noticias.

Entre ellos esta Gaby Rasgado.

Con apenas 1,52 metros de altura, con cara de niña y con su pelo negro azabache en una trenza multicolor, ella fácilmente podría pasar como estudiante. Sin embargo, es una periodista de 25 años, cuyos cinco años de experiencia le dan el estatus de veterana.

Gaby Rasgado, cubriendo una manifestación de compañeros periodistas en protesta por el incremento de la violencia contra los periodistas en México.

Rasgado es corresponsal de “La Silla Rota” de México, una revista política de noticias en línea donde ella ha ganado varios premios mexicanos de periodismo. Su enfoque es el periodismo de investigación detallada, cubriendo temas de política, defensa social, inmigración, asuntos de seguridad… y permanecer viva. Ella reside en Xapala, la capital del estado de Veracruz, uno de los lugares más peligrosos de México para el periodismo.

Rasgado ha perdido amigos y colegas por la violencia relacionada con la cobertura de temas de corrupción política y guerra entre narcotraficantes.

Entre los asesinados, el que era más cercano a ella era el periodista de crímenes, Gregorio Jiménez de la Cruz. Su cuerpo fue encontrado en febrero del 2014 en la ciudad de Las Choapas, al este de Veracruz. Según los informes publicados, él fue secuestrado por un grupo armado.

“Él era el más cercano a mí”, dijo en una entrevista por correo electrónico con CNNMoney.

Rasgado se ha convertido en experta en relación a cómo reportar y sobrevivir en México. A finales de octubre se encontraba entre un grupo de periodistas que fueron invitados a la ciudad de México por la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos, una organización estadounidense, para compartir sus tácticas de seguridad y puntos de vista sobre el estado del periodismo.

Rasgado ha participado en diversos talleres de autodefensa y supervivencia organizados por “Artículo 19”, un grupo de autoprotección periodista.

“En Coatzacoalcos, Veracruz, de donde soy originaria, nunca tomé un taxi directamente a la puerta de mi casa”, dice ella. “Ahora hago lo mismo en Xalapa”.

Si hay algo que ha aprendido en el pasado es no reservarse las situaciones extrañas.

“Cuando noto algo extraño, me aseguro de mencionarlo a mi red de contactos confiable”, dice. “Les digo a dónde voy cuando estoy en alguna asignación. También les informó a mis familiares sobre mi paradero. Todos saben qué hacer si me quedó incomunicada”.

Cobertura sobre las inundaciones en el estado de Veracruz.

Rasgado —quien ha trabajado con medios como la Associated Press, CNN México y Univision— dice que su salario es muy bajo, pero en Xalapa está ganando más de lo que ganaba cuando trabajaba en la televisión de su ciudad natal. Ella gana aproximadamente unos 6.400 pesos (382 dólares) por mes. Y su familia la ha estado presionando mucho para que haga algo diferente.

Al parecer, los mexicanos hacen caso omiso de los asesinatos de periodistas en México, insensibilizados por el redoble diario de violencia y asesinatos relacionados con los carteles y la supuesta guerra del gobierno contra ellos.

En México, los medios de comunicación suelen ser odiados. Una encuesta reciente determinó que los mexicanos sienten el mismo desprecio por los medios de comunicación que por los políticos. Muchos perciben los medios de comunicación como facilitadores de la corrupción política.

La realidad en México es que los periodistas son asesinados casi con impunidad, dice el Comité para la Protección de los Periodistas.

Los periodistas se reúnen para protestar contra el asesinato de sus colegas.

La víctima más reciente fue Rubén Espinoza Becerril el 31 de julio de 2015.

Él era un fotógrafo y fue encontrado con un disparo en la cabeza en un apartamento de la Ciudad de México. El huyó de Xalapa a la Ciudad de México porque es percibido como un refugio seguro. Se fue luego de recibir amenazas y de notar a unas personas frente a su casa, le dijo al Comité para la Protección de los Periodistas. Por lo general cubría causas de los activistas, según informó el sitio web del grupo.

- Filadelfo Sánchez Sarmiento, director de noticias en Oaxaca, fue asesinado el 2 de julio.

Él fue asesinado cuando salió de la estación de radio donde trabajaba, informó el CPJ.

- Armando Saldaña Morales fue asesinado en algún momento entre el 2 y el 4 de mayo del 2015.

Su cuerpo fue encontrado en el estado de Oaxaca, informó el CPJ.

- El cuerpo mutilado y decapitado de José Moisés Sánchez Cerezo fue encontrado el 24 de enero de 2015 en el Estado de Veracruz. Él fundó un pequeño periódico semanal que a menudo criticaba a las autoridades de la ciudad, informó el CPJ en su sitio web.

- Octavio Rojas Hernández fue asesinado el 11 de agosto de 2014.

Recibió cuatro disparos, de acuerdo al CPJ.

La lista continúa. Treinta y dos periodistas han sido asesinados en México desde 1992.

Rasgado y sus compañeros periodistas se han unido para tratar de mantener su seguridad.

“Depende de los periodistas unirse y cuidarse a sí mismos”, dice Rasgado. “Mis colegas periodistas y yo nos hemos unidos para exigir justicia para cada caso”.

Rasgado y otros permanecen firmes en su búsqueda del periodismo.

“Nuestra única arma es hacer más reportajes”, dijo ella.

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