Eso es exactamente lo que ocurrió este año con uno de los más recientes aviones artillados de la Fuerza Aérea, el AC-130J Ghostrider, según un reporte del Mando de Material de la Fuerza Aérea divulgado este mes.
El 21 de abril, el artillado estaba siendo sometido a un viaje de prueba sobre el Golfo de México cuando realizaba un “deslizamiento lateral”, según un comunicado de la Fuerza Aérea. El “deslizamiento” es una maniobra en que el piloto desciende ligeramente un ala y aplica un giro de timón opuesto para perder altitud rápidamente. La maniobra con frecuencia es usado cuando los aviones aterrizan en viento cruzado o cuando hay necesidad de perder altitud rápidamente. En videos de aterrizajes, los pilotos con frecuencia ejecutan un deslizamiento.
“La aeronave excedió el ángulo buscado de deslizamiento hasta que partió el vuelo controlado y momentáneamente se invirtió antes de recuperar (el control) tras perder aproximadamente 5.000 pies de altura”, dice un comunicado del Mando de Material en la base Wright-Patterson en Ohio. El avión volaba a 15.000 pies cuando ocurrió el incidente. La recuperación fue a 10.000 pies, y fue volado con seguridad a la Fuerza Aérea Eglin en Florida. Nadie resultó herido.
Pero debido a que el avión voló al revés, excedió los límites de carga y presión en la estructura del avión, lo que significa que ya no puede ser considerado como apto para volar, según el informe de la Fuerza Aérea. El costo estimado del incidente, según esa entidad, es de más de 115 millones de dólares.
La Junta de Investigación de Accidentes culpó al piloto por “el giro excesivo de timón durante la prueba seguido de un giro inadecuado para iniciar una recuperación oportuna desde un ángulo alto de deslizamiento debido al sobrecontrol/subcontrol de la aeronave y una mala toma de decisión durante la operación”.
El AC-130J Ghostrider es parte de una larga flota de aviones artillados de la plataforma C-130 que datan de la Guerra de Vietnam. La versión más nueva empezó pruebas en 2014. Esperan que esté funcionando para 2017, con un total de 32 aviones en el inventario de la Fuerza Aérea para 2021.
Llevarán municiones de precisión así como cañones de 30 mm y 150 mm, según dicen los documentos de la Fuerza Aérea.