(CNNMoney) – SpaceX, de Elon Musk, está a punto de conseguir su primer contrato para lanzar un satélite militar al espacio.
Y hasta cierto punto, tiene que agradecérselo al presidente ruso, Vladimir Putin.
La Fuerza Aérea estadounidense está lista para lanzar la próxima generación de satélites GPS en el 2018, tras haber lanzado su convocatoria hace seis semanas.
SpaceX había estado compitiendo con United Launch Alliance (ULA), una empresa conjunta con Boeing y Lockheed que ha tenido anteriormente el monopolio de Estados Unidos en los lanzamientos militares.
Pero ULA se retiró del proceso de licitación a principios de esta semana. Entre las razones están que la empresa utiliza motores de cohetes que se construyen en Rusia, y el deterioro de las relaciones con Rusia han llevado al Congreso a restringir el uso de motores fabricados allí por lanzamientos militares.
Musk, quien también es director general del fabricante de coches eléctricos Tesla Motors, luchó por el derecho a pujar por el contrato.
SpaceX presentó una demanda federal desafiando reglas que bloquearon las ofertas anteriores. El caso fue resuelto fuera de los tribunales, y SpaceX consiguió el permiso para hacer una oferta para lanzamientos en el futuro.
Un portavoz de SpaceX dijo que la compañía no podía comentar sobre el contrato con la Fuerza Aérea antes de su adjudicación oficialmente.
SpaceX tiene algunos contratos del gobierno, incluyendo un contrato para llevar suministros a la estación espacial internacional, y un contrato para finalmente llevar a los astronautas en el espacio también.
A pesar de los límites del Congreso sobre el uso de motores de cohetes rusos, la NASA depende ahora de la agencia espacial rusa para llevar a los astronautas de ida y vuelta a la estación espacial.