(CNN) – A pesar de los trágicos sucesos ocurridos este mes en París —entre ellos un ataque frustrado en el Estadio de Francia— la estrella sueca del fútbol no se dejará intimidar para salir de su ciudad adoptiva.
En una ciudad que se enorgullece de hacer las cosas maravillosamente bien, y para un anotador de goles apenas imaginables, París e Ibrahimovic han sido una combinación perfecta.
“Estoy feliz en París. Estoy muy feliz”, le dijo Ibrahimovic a Amanda Davies de CNN antes del partido de la Liga de Campeones de la UEFA entre el Paris Saint-Germain y el Malmo, el club de su ciudad natal, disputado el miércoles.
El prolífico delantero se estaba preparando para un decisivo partido de clasificación para la Eurocopa 2016 cuando se dieron a conocer las noticias de los ataques en París ocurridos el 13 de noviembre. Un total de 130 personas murieron en la capital francesa como resultado de los ataques coordinados.
“Tuve partidos muy importantes. Tuve dos partidos y cuando sucedió, recibí estos mensajes: ‘Están ocurriendo cosas en París’”, recordó.
“Cada minuto sucedía algo nuevo y al día siguiente, tuve un partido. Entonces me preguntaban ‘¿Cómo hiciste para concentrarte en el partido?’ Fue muy difícil porque hay personas en París que son muy cercanas a mí”, dijo Ibrahimovic, quien tiene dos hijos con su pareja con quien ha tenido una larga relación, Helena Seger.
“El partido se volvió menos importante y no se convirtió, digamos, en el tema principal para mí”, dijo. “Fue difícil concentrarse. Fue muy difícil”.
Sin embargo, Ibrahimovic anotaría ambos goles para Suecia en el partido de vuelta contra Dinamarca, lo que le otorgó a su nación un lugar en el torneo de 24 equipos que se llevará a cabo en Francia en junio y julio del próximo año… un logro en el que se deleita.
“He pasado un tiempo estupendo en Francia. Pienso que traje mucha atención a la competición francesa”, dijo, en referencia a Ligue 1.
En el tradicional estilo de Ibrahimovic, el futbolista de 34 años de edad, quien nunca se retrae de hacer comentarios provocadores, va un paso más allá. “Creo que los franceses me aclamarán más a mí que a la selección nacional de Francia”.
Antes de llegar al PSG en 2012, su carrera pudo haber sido descrita como ambulante, debido a que había jugado para el Malmo, el Ajax, la Juventus, el Inter de Milán, el Barcelona y el AC Milan.
Pero Ibrahimovic ya está iniciando su cuarta temporada en la capital francesa —el período más largo que ha pasado con un club— donde ha anotado 115 goles en 141 partidos.
Como parte de esa característica clase de estrellas deportivas que pueden ser identificadas solo por su primer nombre —Zlatan— él reveló que la atmósfera en París luego de los ataques es “un poco fría”.
“No es como era antes”, añadió Ibrahimovic. “Pero aun así tenemos que seguir adelante. No podemos rendirnos aquí. Continuamos y hacemos lo que tenemos que hacer”.
“Por supuesto, estas cosas no son buenas. Se supone que no tienen que pasar. Es una locura lo que pasó. Pero no sé qué decir. Lo único es que siento mucho lo que pasó y así están las cosas”.
Ibrahimovic, cuyos padres inmigraron a Malmo desde la antigua Yugoslavia antes de que él naciera, dijo que su pasado mixto no afectó la percepción que la gente tiene de él en Francia.
“Para mí, nada cambió porque mi padre es musulmán y mi madre es católica”, dijo. “Para mí, lo más importante es el respeto. Así es como crecí y así como aprendí a ser. Esto es lo que soy”.
En Malmo, una pantalla gigante transmitirá el partido de la Liga de Campeones el miércoles, por cortesía del antiguo club de la ciudad natal de la estrella.
“Quiero que todos vean este partido,” dijo Ibrahimovic, quien comenzó su carrera de alto nivel en Malmo en 1999, antes de mudarse al club holandés Ajax dos años después y lanzar su carrera internacional. “La gente hablará de este día durante mucho tiempo en el futuro”.
El PSG llevará camisetas personalizadas para la ocasión con la frase “Je Suis Paris”, y reemplazarán así el usual logo del patrocinador.
“Yo juego fútbol. Trato de hacer lo que mejor puedo hacer —jugar fútbol y hacer feliz a las personas— y la vida continúa”, dijo.