(CNN) – Menos de una hora después de firmar su primer contrato profesional, Shaquille O’Neal, con 20 años de edad, ya había gastado su primer millón de dólares.
“Lo primero que quería hacer era liberar a mis padres de sus trabajos”, le dijo O’Neal a CNN, previo a la nueva temporada 2015-2016 de la NBA en Oakland, California. “Gasté un millón de dólares en 45 minutos aproximadamente, pero realmente valió la pena”.
Después de eso, O’Neal, el jugador más dominante en la liga durante sus mejores tiempos, seguiría adelante y ganaría más de 291 millones de dólares únicamente con su salario de la NBA, según basketball-reference.com, mientras ganaba cuatro títulos antes de establecerse en la vida como un analista para “Inside the NBA” DE TNT.
“Mi mamá está feliz, su casa está pagada; tuvo el auto que sabía que no conseguiría ni en sus sueños, un Mercedes-Benz. Mi padre tuvo uno, yo también. Me sentía bien”, dice O’Neil, al reflexionar sobre la manera en que le afecta a los jóvenes profesionales subir en su nivel de vida, de la noche a la mañana, en la liga mejor pagada del mundo.
“Pero el asunto es que tienes que educarte para saber cómo mantener eso, y muchas personas no lo hacen”.
Nunca se han dicho palabras que lleven más verdad en ellas
Fuera de la cancha, O’Neal era también una gran fuente de ingresos en tanto que protagonizaba películas, lanzaba discos de rap y promocionaba un grupo de productos, entre ellos Reebok, Burger King y Pepsi.
Irse a la quiebra
Pero no todos los profesionales tienen la longeva carrera de Shaq o la capacidad de ganar dinero fuera de la cancha.
De hecho –en una estadística que se ha vuelto infame para los detractores de los deportes profesionales–, 60% de los jugadores de la NBA se quedan en bancarrota durante los cinco años posteriores a su retiro, según un artículo de la revista Sports Illustrated 2009 (más alarmante es la afirmación de que el 78% de los jugadores de la NFL caen bajo coacción financiera en los dos años posteriores a su salida de la liga).
El salario promedio de la NBA se sitúa en los 4,7 millones de dólares –ya dentro de los más altos entre los deportes de equipo a nivel mundial– y está por aumentar dramáticamente después de que el acuerdo de negociación colectiva entre el sindicato de los jugadores y la liga se renegocie en el 2017.
Dinero TV Anual que fluye en la NBA casi se triplicará la próxima temporada a $2.7 mil millones, según el Wall Street Journal. Eso es debido a la naturaleza inmediata de ver deportes en vivo - uno de los bits que quedan de la programación que los anunciantes están dispuestos a caballo hasta para.
Actualmente, los jugadores de la NBA están garantizados para obtener aproximadamente la mitad de los ingresos de la liga en el salario, y presionarán para una mayor tajada de un pastel de crecimiento exponencial en dos años. Esa es precisamente la razón por LeBron James, la estrella más grande de la NBA, no firmaría un contrato con los Cavaliers allá de 2017.
Los profesionales dicen que con sus cuentas bancarias preparadas para hincharse, es clave que los afortunados 450 miembros de la liga aprovechen los fundamentos básicos de una planificación financiera.
“El primer consejo: aprender lo que son las anualidades”, dice O’Neal mientras que recomienda una estrategia de inversión en valores que ofrece fuentes de ingresos año tras año, en lugar de gastar en artículos de lujo que se deprecian en el momento en que dejan la sala de exposición.
Otra opción, dice O’Neal, es manejar el dinero a la manera antigua: colocar la mayor parte en el banco para su jubilación, que fue lo que él dice que hizo con el 75% de su ingreso.
“¿Quieres autos, quieres pendientes de diamantes, quieres joyería?”, pregunta. “Haz lo que quieras (con el otro 25%)”.
“Pero es difícil”, confiesa. “Los chicos tienen familias, novias, cosas así. Pero un chico me enseñó eso en 1995 y funcionó, funcionó para mí”.
Un estilo de vida de lujos
Sin embargo, el concepto de ahorrar dinero, es relativo.
Aunque a Shaq todavía le quedaban millones cuando terminó su carrera, en su apogeo lucía un estilo de vida que le costó 875.000 dólares al mes, según registros públicos procedentes de su proceso de divorcio con su exesposa Sahnie O’Neal (un desglose mensual incluye 24.300 dólares por combustible, 17.200 dólares de ropa y 6.730 en servicio de lavandería).
El antiguo enemigo de O’Neal en la cancha y su rival actual en el estudio de TNT, Charles Barkley, añade que las personas más cercanas al jugador son a menudo las mayores cargas financieras una vez que tiene éxito.
“Tu familia y amigos son lo peor cuando se trata de dinero, porque todo el mundo quiere participar en la distribución… y se podría decir que con tu familia y amigos tiendes a bajar la guardia”, dice Barkley.
“No importa cuánto dinero ganas, esto será una temporada muy pequeña de tu vida”.
El exjugador de los Boston Celtics, Antoine Walker, sabe de lo Barkley está hablando. Al alimentar a un séquito de 70 personas, él perdió toda su fortuna de 108 millones de dólares mientras que acumulaba deudas de juego de 4 millones de dólares (también era un gran aficionado a la joyería de diamantes y a los autos de lujo).
Su excompañero de equipo, Kenny Anderson, sufrió un destino similar, al declararse en bancarrota a los 35 años de edad, tras acumular 63 millones de dólares a lo largo de una carrera de 14 años. Aparte de su fastuoso gasto, Anderson acumuló enormes facturas de pensión alimenticia luego de tener siete hijos con cinco mujeres diferentes, según el New York Times.
Recientemente, surgieron noticias de que el antiguo profesional Vin Baker, con una carrera de 13 años, y quien ganó 97 millones de dólares durante la misma, estaba recibiendo entrenamiento para convertirse en gerente de Starbucks.
“El consejo número uno que le doy a todos estos chicos es que ahorren su dinero”, añade Barkley, quien es financieramente estable, pero que recientemente confesó que incurrió en pérdidas netas de hasta 20 millones de dólares en casinos.
Que conste que Barkley ha dicho que ahora establece un límite de pérdidas en el casino de un par de cientos de miles de dólares a fin de asegurarse de no arruinar su fin de semana.
“Es como todo, si lo haces con moderación, está bien”, le dijo a Seth Davis en Campus Insiders.
‘Demasiado bueno para ser verdad’
Ahorrar dinero como atleta profesional no es tan fácil como se oye.
Para empezar, los agentes pueden imponer honorarios de hasta un 4% del valor de los contratos, mientras los impuestos pueden comerse casi la mitad de lo que queda… sin mencionar la atracción de las inversiones que resultan demasiado buenas para ser verdad.
Parte de la perdición de Walker fue hacer inversiones pasivas en el sector inmobiliario –las que embargaron los bancos durante la contracción de crédito– a través de un socio de negocios que más tarde terminó en la cárcel por gestionar una estafa hipotecaria.
“Siempre les digo a los chicos que deben invertir su dinero hasta que dejen de jugar, porque si inviertes una vez que hayas terminado de jugar, al menos puedes cuidarlo (tu dinero) y estar al mando”, le dijo a ESPN.
Walker también dijo que fue la naturaleza competitiva inherente a los atletas lo que lo llevó a comprar un auto Maybach de 350.000 dólares. “Somos competitivos y siempre estamos tratando de superarnos unos a otros, y esas cosas se suman y nos hacen tomar esas malas decisiones”, dijo.
Debido a historias como las de Walker, la NBA dio un primer paso positivo en el logro de la estabilidad financiera para los jugadores retirados cuando acordó depositar el 1% de “los ingresos relacionados con el básquetbol” de la liga en un fondo de pensiones como parte de su acuerdo de 2011 con el sindicato de jugadores.
Para la temporada que terminó en 2014, la contribución ascendió a un aproximado de 48 millones de dólares. Además, se anima a los jugadores para que aporten hasta con el 10% de sus ganancias al régimen de jubilación el cual empieza a funcionar a los 50 años de edad.
Queda por ver si la NBA hará aún más hincapié en la iniciativa de pensiones durante los próximos acuerdos laborales. Un vocero de la liga se negó a comentar sobre el número de jugadores que se inscribieron en el plan de contribución por razones de privacidad.
Sin embargo, un escenario probable, tiene a jugadores y a la liga en una lucha respecto a dos asuntos fundamentales: un propietario propuso un “tope duro”, al instituir un límite máximo estricto sobre los sueldos acumulados del equipo, y un freno a los contratos garantizados, los que puede cargar a los propietarios con pagos de nueve cifras para los jugadores que sucumben debido a lesiones que le ponen fin a sus carreras o el deterioro de sus capacidades.
Perseguir la perfección y no las riquezas
Kobe Bryant, quien recientemente anunció que se retirará al final de esta temporada, es ahora el jugador mejor pagado de la liga.
La estrella de los LA Lakers cobró casi 54 millones de dólares en las últimas dos temporadas aunque se presentó tan solo en 41 juegos debido a una variedad de lesiones.
O’Neal, quien desde su segunda hasta su última temporada recibió 20 millones de dólares de los Cleveland Cavaliers a pesar de sus limitadas apariciones debido a lesiones, comprende la difícil situación de los propietarios.
“Habrá mucho dinero por venir, pero el único inconveniente de eso es que muchísimas organizaciones les pagan a los chicos (millones) y los chicos no responden”, dice. “Y luego quieren regresar y quejarse: ‘Oh, le estamos pagando demasiado a este chico’”.
Otro argumento sugiere que un jugador tiene menos probabilidades de estar motivado una vez que sus finanzas están garantizadas hasta por seis años (el que actualmente es el plazo máximo de un contrato de la NBA).
“En ocasiones, una vez que los chicos empiezan a ganar dinero ya no quieren ser grandes jugadores”, dice Barkley, quien ganó la relativamente mísera cantidad de 40 millones de dólares durante su carrera del Salón de la Fama.
“Si me preguntas, esa probablemente es la mayor diferencia entre el tiempo cuando yo jugaba y la actualidad. Ahora solamente te dan dinero. En mis tiempos… solías trabajar duro para obtener mucho dinero. Ahora le dan a todo el mundo una gran cantidad de dinero a causa de los ingresos de la televisión”.
Los mejores en el juego, sin embargo, no están motivados por el dinero en primer lugar, según el anfitrión de “Inside the NBA”, Ernie Johnson.
“Para los mejores, no creo que haya cambiado en nada la forma en que se juega este juego”, dice, mientras que acepta que otros jugadores solamente se elevan a la altura de la ocasión durante los “años del contrato” cuando sus salarios están por expirar.
“Cuando los chicos quedan en el nivel inferior, esto algunas veces puede hacer que su rendimiento se deteriore, algunas veces los puede impulsar para que intenten rendir a costa de lo que es bueno para su equipo”, dice.
Kenny Smith, quien ganó dos campeonatos como base titular con los Rockets de Houston, está de acuerdo: “Si te concentras en la cantidad de dinero que vas a ganar, no vas a ser un buen jugador”.
Al jugar en una era de bonanza previa a la televisión desde 1987 hasta 1997, Smith ganó 13 millones de dólares en total, y nunca más de 2,7 millones de dólares en un año. “Perseguir un dólar nunca motivó a los mejores jugadores. Esforzarse para ser el mejor siempre los motivó y luego los dólares simplemente fluían”, comenta.
No obstante, existe una sensación entre los jugadores verdaderamente grandes de que, por mucho dinero que hayan ganado, probablemente deberían haberles pagado aún más.
“Si DeAndre Jordan está ganando 20 (millones de dólares), ¿cuánto hubiera ganado yo?” pregunta O’Neal, al hacer referencia al centro de Los Angeles Clippers, el quinto mejor anotador de su equipo.
“Así es como tienes que verlo”.