El presidente Barack Obama se dirigió a los estadounidenses desde la Oficina Oval de la Casa Blanca para abordar la nueva forma de amenaza terrorista contra Estados Unidos.

NUEVA YORK (CNNMoney) – Durante su discurso del domingo por la noche acerca del terrorismo, el presidente Barack Obama hizo un llamado a las compañías tecnológicas para que ayuden a Estados Unidos a luchar contra el Estado Islámico.

“Instaré a los líderes de la alta tecnología y la aplicación de la ley para que hagan más difícil que los terroristas usen la tecnología a fin de escapar de la justicia”, dijo.

Aún no está claro qué es lo que eso significa. Pero para muchos, esto sonó como una vaga referencia a un debate sobre el cifrado.

El gobierno quiere impedir que los terroristas se comuniquen con herramientas que eviten la vigilancia. El mayor reto en la aplicación de la ley hoy en día es la incapacidad para rastrear a los terroristas que “se ocultan” al cifrar sus comunicaciones.

Ahora mismo, es más fácil que nunca que dos personas en lados opuestos del planeta tengan conversaciones privadas y seguras.

WhatsApp y Telegram son dos aplicaciones que cifran texto. La aplicación Signal cifra llamadas telefónicas. Wickr envía mensajes que se eliminan a sí mismos. FaceTime, la aplicación de video llamadas para iPhone, también está cifrada. Para los correos electrónicos, existe una herramienta llamada PGP. Las opciones populares y legales son numerosas.

Todos estos programas convierten las palabras en una mezcla de código informático. Los espías del gobierno no pueden descifrar ese código lo suficientemente rápido.

¿El resultado? La misma tecnología que mantiene una conversación entre tú y un miembro de tu familia en privado también le brinda un refugio seguro a un terrorista en Siria y a otro en Estados Unidos para que sigan reclutando personas a fin de cometer actos de asesinato masivo.

Y lo que complica aún más las cosas para los investigadores de la policía es que los dispositivos en sí también están cifrados. Incluso si la policía obtiene el teléfono de un sospechoso, algunas veces no pueden descifrar la información contenida en el dispositivo.

Los dispositivos de Apple y Google ahora requieren contraseñas para desbloquearlos. Y solo tú, el propietario del dispositivo, tiene la clave para desbloquearlo. Estas compañías tomaron esa medida a favor de la privacidad como una respuesta a la protesta pública generalizada en 2013, cuando el excontratista de la NSA, Edward Snowden reveló que el gobierno de Estados Unidos lleva a cabo la vigilancia en masa sin órdenes judiciales.

En resumen: atraparon al gobierno espiando en secreto nuestras vidas privadas; las compañías tecnológicas se defendieron construyendo mejores muros de seguridad, y ahora el gobierno se queja de que no puede protegernos adecuadamente.

Hasta hace poco, el gobierno de Obama presionó de manera agresiva para que compañías como Apple, Google y Microsoft inserten una puerta trasera en sus productos. La idea era obligarlos a mantener un conjunto separado de claves… solo por si acaso la aplicación de la ley quiera ingresar en secreto a las computadoras y los teléfonos inteligentes de las personas.

Pero las empresas tecnológicas se defendieron, al afirmar que otros gobiernos o incluso hackers también podrían robarse esas claves. Es más seguro no mantener un conjunto adicional de claves para los visitantes no deseados.

El gobierno de Obama en silencio se retiró de esa pelea. Pero el director del FBI James Comey sigue advirtiendo que los terroristas están siendo empoderados. Y recientemente, fiscal de distrito de Manhattan se quejó de que el cifrado está haciendo los casos de terrorismo “se enfríen”.

El discurso del domingo mostró que el presidente aún espera que las compañías tecnológicas hagan más para ayudar a los investigadores del gobierno. Pero el personal del presidente no quiso decir si eso significa hacer presión de nuevo por una puerta trasera… o algo más.

“Nuestro objetivo para estas conversaciones es encontrar formas adicionales para hacer que sea aún más difícil que los terroristas o los criminales en el ciberespacio”, le dijo a CNNMoney un alto funcionario de la administración.

Eso podría significar asociándose con empresas como Facebook y Twitter para que sean más proactivos.

ISIS comparte noticias, distribuye propaganda y recluta activamente a los soldados en las redes sociales. Las empresas propietarias de estos canales podrían desactivar más rápidamente las cuentas de redes sociales a favor de ISIS.

Además, las personas a menudo muestran señales de radicalización en línea. Por ejemplo, el atacante de San BernardinoTashfeen Malik publicó una promesa de lealtad al líder de ISIS Abu Bakr al-Baghdadi en Facebook, mientras el tiroteo estaba sucediendo. Las compañías de redes sociales hubieran podido avisar a la policía de las señales de advertencia.

El domingo en la noche en Twitter, algunas personas que son parte de la industria de la tecnología se preguntaron qué pasos podrían tomar.

Sean Byrnes, el director ejecutivo de la empresa de datos Outlierai, sugirió “encontrar a personas desafectas que necesitan ayuda social y psicológica antes de que sean vulnerables al reclutamiento”.

Sriram Krishnan, un ejecutivo de publicidad móvil en Facebook, respondió lo siguiente: “Esa en realidad es una buena idea. Puedo ver variaciones de eso que funcionen. O identificar/rastrear a las personas que podrían estar reclutándolas”.