(CNN)– Donald Trump lo ha hecho de nuevo.
Menos de 24 horas después de que el presidente Barack Obama pretendiera establecer el tono para el país sobre una respuesta a la amenaza del terrorismo con un discurso desde el Despacho Oval, Trump solo necesitó un comunicado de prensa para causar revuelo con su llamado a prohibirles categóricamente a los musulmanes que ingresen a Estados Unidos.
El multimillonario respaldó su declaración de manera desafiante el martes en la mañana, cuando advirtió que si no se siguen sus planes, ocurrirá otro ataque al estilo del 11 de septiembre en suelo estadounidense.
“Vas a tener muchos más World Trade Centers si no lo resuelves… y muchos, muchos más y probablemente más allá del World Trade Center”, le dijo Trump a Chris Cuomo de CNN en una polémica entrevista en el programa New Day.
El episodio es un microcosmos de cómo se ha desarrollado la campaña para las elecciones de 2016. Trump constantemente ha obligado a los candidatos, a los presidentes del partido en los estados, a los senadores y a los expertos conservadores a responder a sus acciones y citas, por muy extravagantes e improbables que sean. Y a cambio, ellos han luchado con la pregunta de cómo lidiar con el bombástico magnate de bienes raíces que ha dominado las encuestas estatales y nacionales desde el verano.
La perdurable capacidad de Trump de enmarcar los términos del debate para el Partido Republicano sigue haciendo que los líderes del partido se preocupen por el hecho de que podría conducir a los votantes a Hillary Clinton, podría ayudar a los demócratas menos conocidos y ocasionarle daños a largo plazo a la marca republicana.
Sin embargo, a diferencia de las declaraciones provocadoras que ha hecho en el pasado, Trump parece haber generado un nivel de contragolpe por parte de los líderes del Partido Republicano y de sus oponentes que podría ser el punto de inflexión para la disposición de otros republicanos para criticarlo directa y abiertamente. Jeb Bush calificó a Trump de “desquiciado”. Ted Cruz dijo que no era su política. Y Dick Cheney, quien anteriormente había dicho que apoyaría al nominado republicano incluso si fuera Trump, dijo que la propuesta del lunes “va en contra de todo lo que representamos y de todo aquello en lo que creemos”.
En una conferencia de prensa el martes, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, también criticó a Trump.
“Esto no es conservadurismo”, dijo. “Lo que se propuso ayer no es lo que este partido representa”.
Pero Trump ha estado aquí antes… sus tempestuosas declaraciones solo parecen haber profundizado su atractivo con un subconjunto de votantes republicanos, lo que ha llevado a un ‘establishment’ frustrado del partido. Las predicciones de su sucesión han resultado ser prematuras.
Aun así, en una medida sin precedentes, los presidentes de los partidos estatales de las tres contiendas presidenciales tempranas se unieron a la discusión, al criticar la idea de Trump, sugiriendo como mínimo que ha cruzado un límite que sienten que podría perjudicar a la marca republicana.
“Luego del terrible discurso de Obama, el Partido Republicano debería estar enfocado en los fracasos de la política exterior de Obama/Clinton”, tuiteó Jeff Kaufmann, el presidente del Partido Republicano de Iowa. “En cambio, estoy aquí para reiterar que nuestros principios fundadores son más fuertes que el cinismo político”, añadió.
El presidente del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés), Reince Priebus, también criticó a Trump el martes. “No estoy de acuerdo”, le dijo Priebus al Washington Examiner. “Necesitamos abordar el terrorismo islámico radical de manera agresiva, pero no a expensas de nuestros valores estadounidenses”.
Según una encuesta de CNN/ORC publicada el lunes, Trump tiene una ventaja de dos dígitos frente a sus oponentes del Partido Republicano en Iowa, al contar con el apoyo del 33% de los posibles votantes en los caucus republicanos; Ted Cruz se lleva el segundo lugar con el 20%.
“Como un conservador que verdaderamente se preocupa por la libertad religiosa, la mala idea de Donald Trump y su retórica hacen que sienta un escalofrío”, dijo el presidente del Partido Republicano de Carolina del Sur, Matt Moore. “El excepcionalismo estadounidense implica siempre defender nuestros derechos inalienables, no atacarlos cuando sea políticamente conveniente”.
Moore no respondió a una pregunta de seguimiento respecto a si piensa o no que los comentarios de Trump lo descalifican y si lo respaldaría o no si llegara a ganar la nominación.
La propuesta de Trump, la más reciente en una serie de comentarios provocadores que surgieron tras el tiroteo terrorista que dejó un saldo de 14 personas muertas y 17 heridas en San Bernardino, California, generó elogios y aplausos de parte de una multitud el lunes en Charleston, Carolina del Sur.
“Donald Trump está haciendo un llamado a un cierre total y completo contra los musulmanes que quieren entrar a Estados Unidos hasta que los representantes de nuestro país puedan resolver qué diablos está pasando”, dijo Trump al leer una declaración que su campaña envió poco antes del mitin. “No tenemos opción. No tenemos opción”.
Reggie Johnson, de 38 años, quien asistió al mitin de Trump en Charleston, estuvo de acuerdo con el favorito del Partido Republicano.
“Creo que debería cerrarse por ahora hasta que encuentres algo, un mejor programa para ser implementado”, dijo. “Creo que este es un país libre, pero creo debe ser cerrado hasta que controlen las cosas”.
Se encuentra en el centro de atención
Los republicanos pasaron el domingo en la noche condenando el discurso de Obama y su enfoque para combatir el terrorismo. Y pasaron el lunes en la noche hablando de Trump, quien hizo un llamado a que se hiciera una prueba religiosa para quien sea aceptado a fin de entrar al país luego de que Obama dijera que era “nuestra responsabilidad rechazar” una prueba como esa.
El súper Comité de Acción Política de Bush, Right to Rise, empezará a transmitir un anuncio llamado “Desk” en Iowa, New Hampshire, Carolina del Sur, y Nevada, que dice que Trump es “impulsivo e imprudente”. Aunque el anuncio no menciona específicamente la propuesta de Trump, los partidarios de Bush piensan que él se encuentra en la mejor posición para beneficiarse del cambio a los temas de seguridad nacional.
“Veintisiete generales y almirantes apoyan a Jeb Bush”, dice el anuncio. “Porque Jeb tiene la experiencia y el conocimiento para proteger a tu familia”.
Doug Heye, un veterano estratega y exasesor del Partido Republicano de Iowa, dijo que la más reciente propuesta de Trump haría más daño que algunos de sus polémicos comentarios anteriores.
“Va a haber periódicos en todo el mundo que van a decir ‘El favorito republicano no quiere que los musulmanes visiten Estados Unidos’”, dijo Heye. “Esto facilitará que los demócratas representen al Partido Republicano como hostil ante cualquier minoría. A la larga, creo que Donald Trump es el mejor activo que Hillary Clinton tiene”.
Clinton tuiteó que la propuesta de Trump era “reprensible, predispuesta y divisiva”. Huma Abedin, la vicepresidenta de la campaña de Clinton, le envió un correo electrónico a los partidarios de Clinton con el asunto “Soy una musulmana orgullosa”.
“Desafortunadamente, Trump se está inclinando al tipo de temor al avance que muy bien podría ayudarlo con la nominación”, escribió Abedin. “Tenemos que estar listos para detenerlo”.
Heye animó a los contendientes del Partido Republicano a que condenaran los comentarios de Trump, sugiriendo que asuman un tono desdeñoso como Bush lo hizo en Twitter. Él advirtió que los comentarios de Trump serían usados para debilitar al nominado republicano —incluso si no es Trump— y crearán desafíos para los republicanos menos conocidos en las votaciones.
“Todo acerca de la campaña de Donald Trump ha afectado al Partido”, dijo Heye. “Esto perjudica al partido a un nivel presidencial. Esto también afecta al partido al nivel del Senado”.
Los senadores luchan con el fenómeno de Trump
Los comentarios de Heye van en contra de una estrategia revelada en un Comité Senatorial Republicano Nacional filtrado que sugirió que una forma de competir con Trump a un alto nivel es adoptar sus temas, no su tono y retórica.
Los senadores expresaron opiniones distintas cuando se les preguntó por la propuesta de Trump. Algunos se mostraron contentos de criticar al favorito del Partido Republicano; otros, como Joni Ernst de Iowa, no querían saber nada de la pregunta.
Ernst, quien ocupa un lugar influyente entre los republicanos de Iowa, se alejó de las preguntas repetidas respecto a si apoyaba el llamado de Trump.
“Oh, no voy a hacer comentarios al respecto”, dijo cuando CNN le preguntó acerca de sus comentarios. Cuando se le hizo la pregunta de nuevo, respondió “No voy a hacer comentarios al respecto”.
El Senador de Carolina del Sur, Tim Scott, un senador en su primer período que ha estado recibiendo a los candidatos republicanos en foros y estará en la boleta en 2016, sugirió que las más recientes declaraciones de Trump simplemente eran normales en las circunstancias.
“Durante la temporada de las campañas se usa mucho lenguaje hiperbólico”, dijo Scott en una declaración a CNN. “Necesitamos enfocarnos en soluciones serias para abordar los peligros reales que ISIS representa”.
El senador Jeff Sessions, un republicano por Alabama que ha aconsejado a Trump sobre la política migratoria y apareció con él en el escenario en un mitin en Alabama, no quiso dar su opinión.
“Me he sentido complacido por el hecho de que ha aceptado muchas de mis ideas en su política migratoria, pero no he respaldado al señor Trump ni a nadie más”, dijo Sessions cuando se le preguntó por los comentarios de Trump. Cuando se le presionó respecto a su apoyaría la propuesta de Trump, Session permaneció callado y dejó de hablar mientras se apresuraba a un elevador del Senado.
El senador Jim Inhofe, un republicano por Oklahoma, dijo que Trump estaba equivocado en hacer un llamado a prohibirle a todos los musulmanes que viajen a Estados Unidos. “Si él hubiera cambiado su discurso, y en lugar de decir musulmanes hubiera dicho Islam radical, entonces yo estaría de acuerdo con él. Pero no estoy de acuerdo”, dijo Inhofe, señalando que existe una gran diferencia entre prohibir los viajes de cualquier persona identificada como un “terrorista radical islámico” y todos los musulmanes.
El senador John McCain, el nominado del partido para las elecciones de 2008 y un partidario de la campaña poco probable del senador Lindsey Graham fue claro en esto: “Es solo una tontería. Se trata de una larga serie de declaraciones como esta que han sido simplemente una tontería”.
McCain y Graham han estado entre quienes más critican a Trump, pero no han tenido éxito. Graham, por ejemplo, va detrás de Trump en su estado natal de Carolina del Sur. Y cuando Trump pareció sugerir que McCain, un prisionero de guerra de la era de Vietnam y el nominado del Partido Republicano para las elecciones de 2008, no era un héroe de guerra, esto no pareció afectar su posición en las encuestas.
El Comité Nacional Republicano se encuentra en una situación difícil
Los opositores y los líderes del partido parecen estar en busca de un árbitro que pueda reprender a Trump de manera creíble y bloquear su camino a la nominación.
“¿El RNC aún va a seguir adelante con un evento de recaudación de fondos en el que participe Trump? Pedirle a una nación…”, tuiteó John Weaver, asesor de John Kasich.
Según Sean Spicer, vocero del RNC, Trump no participará en el evento de recaudación de fondos el miércoles en Nueva York. Pero esa decisión se tomó mucho antes de los más recientes comentarios de Trump, según Spicer. Spicer no respondió a los correos electrónicos sobre los comentarios de Trump acerca de los musulmanes.
Al sentirse nervioso por lo que una candidatura independiente de parte de Trump le haría a las probabilidades del partido en las elecciones generales, el RNC decidió aceptar oficialmente a Trump al Partido Republicano. Él públicamente firmó una promesa en la que afirmaba que se postularía como republicano ante la insistencia del RNC. Sin embargo, toda su campaña ha sido un rechazo a los esfuerzos del RNC por darle una nueva imagen al partido.
En una autopsia de 2013, el RNC argumentó que para convertirse en un partido ganador al nivel presidencial, el partido debe ser un partido más accesible y debe “dejar de hablarse a sí mismo”. Pero como ningún otro candidato, Trump conoce a su audiencia, y repetidamente ha reforzado las declaraciones que han generado críticas por parte de los líderes de su partido.
Su éxito hace énfasis en las facciones que compiten en un partido que no tiene líder, y busca una identidad. Los republicanos buscaron quitarle la etiqueta conservadora a Trump: la líder del Partido Republicano de Nuevo Hampshire, Jennifer Horn, dijo que sus ideas eran “contrarias a los republicanos”.
Cheney también dio su opinión.
“Creo que toda esta noción de que de alguna forma podemos decir no más musulmanes, simplemente prohibir toda una religión, va en contra de todo lo que representamos y de todo aquello en lo que creemos”, dijo en el programa de radio de Hugh Hewitt. “Quiero decir, la libertad religiosa ha sido una parte muy importante de nuestra historia y de dónde venimos”.
Bill Kristol, quien tuiteó que ha llegado a aborrecer a Trump por “manchar la túnica del conservadurismo y arrastrarla por el polvo”, dijo en un correo electrónico a CNN que el RNC es “bastante indefenso en situaciones como esta”.
Pero con los más recientes comentarios de Trump, él dijo que ahora hay mucho más en juego para los opositores de Trump, quienes hasta ahora tienen suficiente práctica en criticarlo.
“Otros candidatos republicanos denunciarán esto”, tuiteó Kristol. “¿También dirán que o pudieron apoyarlo si de alguna manera él llega a ser el nominado?”
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Jeremy Diamond,Tom LoBianco, Sara Murray, Ted Barrett y Deirdre Walsh contribuyeron con este reporte.