(CNN) – El presidente chino, Xi Jinping, ha hecho un llamado para que se les permitan a los países establecer sus propias normas para el ciberespacio y regulen el internet según consideren conveniente.
Al hablar en la segunda Conferencia Mundial de Internet en Wuzhen, provincia de Zhejiang, Xi dijo que la comunidad internacional debe “respetar el derecho de cada país a elegir su propio camino hacia el desarrollo cibernético, modelo de regulación cibernética y participar en iguales condiciones”.
Los grupos de derechos humanos han condenado el “ataque a gran escala por parte de China contra las libertades de Internet” y dicen que este país le hace la guerra a la web abierta a través del aparato de censura ampliamente conocido como el Gran Cortafuegos.
“Ningún país debe interferir en los asuntos internos de otros países o apoyar las actividades… que atentan contra la seguridad nacional de otros países”, dijo Xi.
“Por un lado, debemos respetar la libertad de expresión. Por otro lado, tenemos que crear un perfecto orden de ciberespacio que cumpla con las leyes pertinentes”.
Soberanía cibernética
Aunque China ha censurado y regulado desde hace mucho tiempo su Internet interno, en los últimos años ha fomentado un concepto de “soberanía cibernética” que busca en parte cambiar drásticamente el sistema actual de gobierno en línea.
“Bajo el disfraz de soberanía y seguridad, las autoridades chinas están tratando de volver a escribir las normas de Internet para que así la censura y la vigilancia se convierta en la norma en todas partes. Este es un ataque a gran escala contra las libertades de Internet”, dijo Roseann Rife, directora de Investigación de Amnistía Internacional sobre Asia Oriental.
Un proyecto de ley de seguridad cibernética de China, el cual fue dado a conocer a principios de este año, codificará las normas de censura de Internet actualmente dispersas y ampliará la capacidad de las autoridades para, entre otras cosas, bloquear por completo el acceso a Internet en nombre de la “seguridad nacional”.
Al hablar con la prensa la semana pasada, el jefe de Administración del Ciberespacio de China, Lu Wei, dijo que China no censura el Internet, sino que lo regula.
“Si realmente censuráramos el Internet, ¿cómo es que nuestra población de usuarios de Internet y su dependencia del mismo siguen creciendo?”
“Déjenme decirles, China tiene cuatro millones de sitios web, casi 700 millones de usuarios de Internet, 1.200 millones de usuarios de teléfonos móviles, así como 600 millones de usuarios de WeChat y Weibo. Todos los días publican 30.000 millones de mensajes. Simplemente es imposible para cualquier país u organización censurar 30.000 millones de mensajes”.
Pero añadió, “no censurar no significa que no haya un límite: si pasas ese límite y violas la ley, serás responsable”.
Muchos observadores han señalado la ironía de celebrar una “conferencia por Internet” en China; el año pasado a los asistentes del foro de Wuzhen se les dio acceso a Facebook y Twitter, entre otros servicios bloqueados.
Nuevo orden mundial en línea
Lu anteriormente ha impulsado un enfoque “multilateral” para la gobernanza mundial de Internet que se enfoca en “que el estado establece las normas con base en la idea de la soberanía del estado-nación que representa a sus ciudadanos”.
En su discurso de apertura el miércoles, Xi reiteró esta idea, diciendo que los países deben trabajar juntos para “construir un sistema de gobernanza de Internet a fin de promover la equidad y la justicia”.
“La gobernanza del ciberespacio internacional debe promover un enfoque multilateral”, dijo.
El objetivo final de esta táctica es, según Franz-Stefan Gady del East West Institute, “ganar el apoyo internacional de jure para las políticas de facto de la censura de Internet en China”.
Beijing desde hace mucho tiempo ha insistido en que se necesita “un nuevo sistema de gobernanza mundial de Internet”, dijo David Bandurski, editor del China Media Project de la Universidad de Hong Kong.
“China quiere legitimar su visión de un Internet limitado, un Internet internacional en lugar de uno mundial”, donde cada país sea capaz de establecer sus propias normas y restricciones.
Beijing también ha buscado el apoyo de las empresas multinacionales de Internet para una soberanía cibernética. En septiembre, previo a la visita oficial de Xi a Washington, los funcionarios les pidieron a varias empresas de tecnología estadounidenses que firmaran un documento prometiendo no perjudicar la seguridad nacional china y los derechos de los consumidores chinos.
“Las compañías tecnológicas no deben hacerse de la vista gorda ante tal represión o darle crédito a cualquier noción de soberanía de Internet que es un ataque a los derechos a la libertad de expresión o a la privacidad”, dijo Rife de Amnistía.
“China es un gran mercado, y lo sabe”, dijo Bandurski.
“Ellos quieren usar esto para intentar fomentar el cumplimiento o que se apoye la idea (de la soberanía de Internet)”.