El gobierno holandés abordó el tema después de que Gert-Jan Segers, del partido conservador opositor (Unión Cristiana), planteó la cuestión al parlamento en noviembre.
Segers describió esas transacciones como “prostitución ilegal” y pidió que fueran prohibidas. Argumentó que los aprendices de conducción no tenían la licencia de acompañantes requerida, así que no estarían declarando ningún acto sexual en registros tributarios.
Pero Melanie Schultz van Haegen, la ministra de Infraestructura y Ambiente, y el ministro de Seguridad y Justicia Ard van der Steur, dijeron que aunque la práctica —llamada “ride for a ride” (que podría traducirse como “un paseo por un paseo”)— puede que sea “indeseable” no va en contra de la ley si ambas partes tienen más de 18 años.
Dijeron que si la transacción fuera al revés, con estudiantes proponiendo “servicios personales” a cambio de lecciones de conducción, entonces sí sería ilegal.
“No se trata de ofrecer actividades sexuales por un pago, sino ofrecer una lección de conducción”, dijeron los dos ministros en una carta enviada al parlamento el 8 de diciembre.
“Es importante que la iniciativa recaiga en el instructor de manejo y se enfoque en ofrecer lecciones, con el pago proporcionado en actos sexuales”.
“Cuando un acto sexual es ofrecido como un negocio comercial, eso es prostitución”.
Sentina van der Meer, funcionaria de prensa del Ministro de Seguridad y Justicia, le dijo a CNN: “Es importante saber que no es conocido como un fenómenos común”.
No obstante, pocos datos están disponibles al público y una reciente investigación de la policía de Rotterdam sobre los llamados “intercambios sexuales” no ha sido publicada.