NUEVA YORK (CNNMoney) – Cuando Donald Trump publicó su plan fiscal de cuatro páginas en septiembre, dijo que este no aumentaría los déficits.
El crecimiento económico que generaría, al igual que sus reducciones a los gastos, compensaría cualquier posible pérdida en los ingresos a causa de las reducciones fiscales, dijo.
Bajo su plan fiscal, Trump dijo que él tendría que pagar más de lo que paga hoy en día.
Sin embargo, un análisis realizado por el Tax Policy Center, el cual fue dado a conocer el martes, sugiere que ninguna de esas aseveraciones están fundamentadas particularmente en la realidad, considerando lo que ha propuesto hasta ahora.
Disposiciones clave en el plan fiscal de Trump
Habrá menos tasas y serán más bajas: Trump reduciría las siete tasas de impuesto sobre la renta actuales a solo tres: 10%, 20% y 25%. Eso es muy por debajo de las principales tasas de hoy en día del 28%, 33%, 35% y 39,6%.
Una deducción estándar mucho mayor: Trump también aumentaría la deducción estándar a 25.000 dólares para los individuos y a 50.000 dólares para las parejas casadas. Eso es más o menos cuatro veces más que la cifra actual.
Limitar el valor de las deducciones detalladas: la mayoría de individuos elegirían la deducción estándar extra grande bajo el plan de Trump. Sin embargo, quienes aún elijan hacer un detalle estarían limitados en la cantidad de la deducción que podrían reclamar. Las únicas deducciones que no están sujetas a la limitación serían la deducción al interés hipotecario y las contribuciones benéficas.
Las mismas tasas tributarias sobre las inversiones: Trump seguiría ofreciendo las tasas tributarias preferenciales basadas en los impuestos de 0, 15% y 20% sobre las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos calificados.
Varios impuestos serían eliminados: Trump revocaría el impuesto sobre el patrimonio, el impuesto mínimo alternativo y el recargo del 3,8% sobre el ingreso por inversiones creado bajo Obamacare.
Recortes fiscales para todos, pero una gran ayuda para los ricos
El análisis del Tax Policy Center calcula que el plan fiscal de Trump reduciría los impuestos para todos.
Sin embargo, el mayor beneficio, por un amplio margen, sería para los hogares más acaudalados.
Los hogares de medianos ingresos verían una reducción en sus impuestos de un promedio de 2.700 dólares, o del 4,9% luego de descontar los impuestos. Sin embargo, quienes son parte del 0,1% verían una reducción en sus impuestos de un promedio de 1,3 millones de dólares, o el 19% de su ingreso luego de descontar los impuestos.
Y por el contrario a las afirmaciones de Trump de que él tomaría medidas enérgicas contra los gerentes de fondos de inversiones que se benefician de una tasa impositiva muy baja sobre parte de sus ingresos hoy en día, el Tax Policy Center encontró que esos gerentes podrían ver dinero inesperado bajo el plan de Trump.
La campaña de Trump nunca respondió a las preguntas del Tax Policy Center sobre sus propuestas. Pero la organización de investigación dijo que cuando tuvo que llenar los espacios en blanco al hacer asunciones sobre las intenciones de Trump, eligió aquellas que minimizarían los beneficios para los hogares de altos ingresos, al igual que la posible pérdida de ingresos del plan. En otras palabras, le dio a Trump el beneficio de la duda.
Un serio destructor del déficit
El análisis calcula que el plan fiscal de Trump aumentaría los déficits en al menos 9,5 billones de dólares en el transcurso de una década, y en otros 15 billones de dólares en la segunda década.
Esas cifras no incluyen los costos de los intereses en los que se incurriría si el gobierno pidiera prestado dinero para compensar la diferencia. El interés podría añadir varios billones de dólares más a la deuda.
Y toda la deuda adicional podría negar los posibles efectos económicos de bajar las tasas, como impulsar incentivos para trabajar, ahorrar e invertir.
A fin de apoyar esos posibles buenos efectos, la pérdida de ingresos del plan fiscal de Trump tendría que ser contrarrestada por reducciones en los gastos. Reducciones en los gastos realmente grandes y sin precedentes.
En 2015 solamente, el Tax Policy Center calcula que los gastos federales tendrían que ser reducidos en al menos un 20%. Eso ascendería a más del 100% de los gastos de defensa, o el 82% de los gastos del programa interno, o el 41% de los gastos de Medicare y el Seguro Social.
Pero este es otro detalle: en varias ocasiones, Trump ha dicho que él no tocará Medicare o el Seguro Social.
Entonces, eso significaría que él necesitaría reducir grandes cantidades de los gastos de defensa y los gastos internos combinados, lo que probablemente sería intolerable desde el punto de vista político y práctico.
Jeremy Diamond contribuyó con este reporte.