(CNN) – ¿Buscas algo que restaure tu fe en la humanidad? Esto podría funcionar.
Ahora que Irán soporta un frío invierno, los lugareños han ideado un plan innovador para ayudar a que los indigentes no pasen frío.
Los “muros de amabilidad” espontáneos, en los que las personas pueden donar ropa que ya no deseen, han surgido en muchas partes del país.
El mensaje es simple: “Si no lo necesitas, déjalo. Si lo necesitas, llévatelo”, al lado de varios ganchos y perchas vacías.
Según funcionarios del gobierno, hay 15.000 personas sin hogar en Irán. De ellas, un tercio son mujeres. Sin embargo, según cálculos no oficiales, esta cifra es mucho mayor. El año pasado, Welfare Organization de la municipalidad de Teherán calculó que la cifra es mayor en las calles de la capital solamente.
La economía iraní se ha estado recuperando desde 2014, luego de sufrir dos años de recesión. Sin embargo, la tasa de desempleo sigue siendo alta en un 11,4%, de acuerdo con el Banco Mundial.
Gran parte del éxito del plan proviene de la visibilidad en las plataformas de redes sociales, donde los ciudadanos han compartido imágenes utilizando la etiqueta #WallOfKindness (Muro de amabilidad).
Pronto empezaron a aparecer abrigos, pantalones y jumpers, a medida que los transeúntes esporádicamente los dejaban allí. A quienes carecen de ropa abrigada —por ejemplo aquellos que no tienen hogar— se les anima a llevarse los artículos donados que otras personas llevan.
Se cree que el primer “muro de amabilidad” fue erigido en la ciudad de Mashhad, al noreste de Irán, según la BBC. Desde entonces han surgido réplicas en otras ciudades, entre ellas Shiraz, Sirjan y Ilam.
“¿Has escuchado sobre el muro de amabilidad?”, preguntó un popular comediante iraní en Facebook.
“Si tu ciudad no tiene uno, iniciarlo es muy fácil. Todo lo que necesitas es una pared adecuada, un poco de pintura y ganchos de ropa. Y luego solo debes correr la voz”.
Neveras de amabilidad
Una iniciativa similar, pero con neveras abiertas, también es popular en Irán. Ali Heidari —el gerente de una compañía de publicidad— le dijo al periódico The Guardian que él comenzó la iniciativa. La primera nevera fue instalada en el barrio Shoush de Teherán.
“Al principio, algunos se sentían pesimistas”, le dijo Heidari al Tehran Bureau, una publicación independiente que es parte de The Guardian.
“Shoush es famoso por casos de robo, así que algunos decían que en menos de 24 horas, cada parte de la nevera sería robada. Algunos también decían que una persona podría entrar, llevarse toda la comida y no dejar nada para alguien más. Nada de esto ha pasado hasta ahora”.
Las neveras “Payan-e Kartonkhabi” se han esparcido desde Teherán a las ciudades iraníes de Karaj, Rasht y Lahijan.
Amir Daftari contribuyó con este reporte desde Abu Dhabi.