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(CNN) – “Catastrófico”.

Así es como la forense canadiense que realizó la autopsia de Claudia Huber describió las circunstancias de la muerte de la mujer de Yukón —la cual ocurrió hace más de un año— en el informe de la autopsia que no había sido publicado sino hasta el jueves.

En octubre del 2014, Huber fue atacada por un oso pardo en su propia casa y auto antes de ser malherida por la bestia en la entrada y ser arrastrada a lo largo de un arroyo por más de 18 metros.

Sin embargo, así no fue como murió la mujer de 42 años de edad.

“Una bala que se suponía iba dirigida al oso impactó contra una rama de árbol y se desvió de su trayectoria prevista”, según la médico forense en jefe de Yukón, Kirsten Macdonald, dijo en el informe. “La bala impactó contra el pecho de la Sra. Huber, causándole la muerte”.

La fatal bala fue disparada por Matthias Liniger, esposo de Huber, cuando intentaba salvarle la vida.

“Ya era demasiado lo que había pasado allí, por lo que vi y oí”, le dijo Liniger a CBC. “Y ahora, de algún modo, tengo que superar también el hecho de que una bala la mató”.

Macdonald sabía que las noticias solo servirían para abrumar aún más a Liniger, así que dijo que ella tomaría la inusual decisión de retrasar la publicación de la autopsia a fin de darle más tiempo al afligido esposo para procesar en privado un segundo golpe devastador.

Horrorosos detalles de la autopsia

El 18 de octubre de 2014, Huber y Liniger estaban en casa en Whitehorse, en la cabaña de madera que usaban como pensión, llamada Breath of Wilderness en Johnson’s Crossing, Yukón.

Luego de oír a su perro ladrar de forma desenfrenada en el patio, Liniger salió y vio que un oso se aproximaba, así que regresó al interior con el perro.

“Es probable que el oso hubiera visto al perro como una presa potencial”, decía el informe.

La bestia de 170 kilos cercó la casa de una sola planta y se detuvo en una ventana. “Cuando el oso puso sus patas delanteras contra el cristal de la ventana, la ventana cedió y el oso entró precipitadamente a la sala de estar”.

De acuerdo con el informe, el oso pardo persiguió al perro por toda la habitación, luego salió de la casa. Mientras tanto, Huber y Liniger corrieron hacia la entrada, donde cada uno se encerró en su propio auto.

Eso no disuadió al oso.

“El oso se subió al capó del vehículo donde estaba la Sra. Huber y saltó repetidamente sobre el mismo”, antes de dirigir su atención al vehículo de Liniger.

El oso parecía haberse asustado por los constantes bocinazos de Liniger, según el informe, y comenzó a huir. Huber aprovechó la oportunidad para correr para estar con su esposo dentro del auto.

“Cuando la Sra. Huber salió del vehículo, el oso la atacó”, dice el informe. Liniger corrió hacia adentro para tomar su arma, pero cuando regresó, “el oso había arrastrado a la Sra. Huber aproximadamente 20 metros a lo largo de un arroyo y la subió hasta la orilla opuesta”.

Liniger disparó varias rondas contra el oso —el cual estaba encima de Huber en ese momento— al punto que se quedó sin balas y tuvo que regresar a la casa para recargar antes de que finalmente hiciera los disparos mortales.

El hecho de que Huber muriera por una bala que iba dirigida hacia su atacante no solo fue un giro trágico, sino también algo inesperado, al menos para los investigadores. “El examen corporal externo fue difícil debido a la gran cantidad de daño al tejido”, dice el informe. “Cuando se examinó la ropa que la Sra. Huber estaba usando al momento del ataque no se encontró evidencia de una posible herida de bala”.

El informe de Macdonald indicaba que Huber se hizo la muerta durante el ataque. “Sin embargo, debido a que el ataque a la Sra. Huber era de tipo depredador, por desgracia no era la respuesta correcta”, escribió Macdonald.

Hacerse el muerto solo detiene a ciertos osos en ciertas situaciones. Esta semana, por ejemplo, un líder de Boy Scouts en Nueva Jersey quien entró sin darse cuenta en la guarida de un oso negro logró frustrar el ataque al hacerse el muerto. Ese oso posiblemente se sintió amenazado, explicaron los funcionarios, por lo que atacó al hombre al principio, pero se detuvo una vez que parecía muerto.

Como parte del informe emitido el jueves, el médico forense hizo un llamado al gobierno de Yukón: “Se necesita más educación para informar al público sobre los diferentes tipos de encuentros con osos y las respuestas adecuadas para cada tipo de encuentro”.