WASHINGTON (CNN) – Los estadounidenses son más propensos a decir que los terroristas están ganando la guerra contra Estados Unidos en mayor proporción que lo que han ganado en cualquier momento desde los ataques del 11 de septiembre, según una nueva encuesta de CNN/ORC.
El público está ampliamente descontento con el progreso de la nación pues casi tres cuartas partes de los estadounidenses dicen que no están satisfechos con la manera en que está avanzando la guerra contra el terrorismo. Esa cifra, tras los ataques terroristas en París y San Bernardino, California en este otoño, está muy por encima del máximo anterior del 61% que decía que estaban descontentos en agosto de 2007.
Mientras que menos de la mitad de estadounidenses dicen que los terroristas están ganando, el 40% actual que sí cree eso, está 17 puntos por encima del máximo del 23% anterior que se alcanzó en agosto de 2005. Otro 40% dice que ninguna de las partes tiene una ventaja, y solo el 18% dice hoy que Estados Unidos y sus aliados tienen la sartén por el mango… 10 puntos abajo del mínimo anterior para esa medida, la cual se alcanzó en enero de 2007.
La insatisfacción de la mayoría con la guerra contra el terrorismo cruza las líneas partidistas, incluso con una mayoría de los demócratas, el 59%, que expresa malestar por la realizado por la Casa Blanca de Obama. El setenta y nueve por ciento de los independientes y el 86% de los republicanos también dicen que están descontentos con la manera en que esto se ha desarrollado.
Una mayoría de los republicanos, el 55%, dice que cree que los terroristas están ganando, mientras que la mayoría de los demócratas, el 52%, siente que ninguna de las partes tiene una ventaja.
Pero los estadounidenses mantienen la esperanza de que algo se pueda hacer: por primera vez, una mayoría de estadounidenses dice que el gobierno puede prevenir todos los ataques importantes si trabaja lo suficientemente duro en ello (pocos, sin embargo, ven que eso suceda). Solo 45% dice que “los terroristas siempre encontrarán una manera de lanzar grandes ataques sin importar lo que haga el gobierno de Estados Unidos”, por debajo de aproximadamente 6 de cada 10 que dijo eso en la mayoría de encuestas anteriores sobre este tema.
Cincuenta y tres por ciento de los estadounidenses encuestados dice que Estados Unidos puede repeler los ataques, con más probabilidades que sean los demócratas los que expresan esta confianza (58% de los republicanos dice que todos los ataques se pueden prevenir frente al 46% de los demócratas). En una encuesta realizada alrededor del décimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre, las mayorías de todos los partidos dijeron que los terroristas siempre encontrarían una manera: 55% de los demócratas, 62% de los independientes y 55% de los republicanos.
Sin embargo, la preocupación de que un ataque terrorista pueda tocar la fibra sensible está en su nivel más alto desde 2005. Solo la mitad expresa su confianza en que el gobierno de Obama pueda proteger a los ciudadanos estadounidenses de futuros actos de terrorismo. En general, el 45% dice estar muy preocupado o algo preocupado de que ellos o alguien en su familia se conviertan en una víctima del terrorismo.
Cincuenta y uno por ciento tiene al menos una cantidad moderada de confianza en la capacidad de la Casa Blanca para proteger a los ciudadanos del terrorismo o más. Pero solo el 17% dice que tiene mucha confianza en esta protección, por debajo del 24% que dijo lo mismo en enero de 2010.
Esta preocupación e insatisfacción general se ve en los índices de aprobación del mandato de Obama y por su manejo del terrorismo y de ISIS. Todas las puntuaciones se han mantenido más o menos constantes desde finales de noviembre, entre los dos ataques, pero todas están en territorio negativo.
Cincuenta y dos por ciento de los estadounidenses desaprueba su manejo de la presidencia, el 60% desaprueba su manejo del terrorismo y el 64% desaprueba la forma en que está manejando a ISIS.
Dada la creciente amenaza, algunos estadounidenses, y más de unos cuantos candidatos presidenciales republicanos, han comenzado a exigir el aumento de tropas terrestres para luchar contra ISIS en Iraq y en Siria. Pero el cambio de los estadounidenses a favor de asignar soldados en terreno enemigo parece haber sido breve.
Cuarenta y nueve por ciento en la actualidad está a favor de enviar tropas al terreno enemigo, un cambio desde la encuesta del mes pasado, la cual se llevó a cabo poco después de los ataques de San Bernardino, cuando el 53% lo apoyaba.
Y todavía existe un desacuerdo sobre el hecho de equilibrar las definiciones de la participación de Estados Unidos: más de un año después de empezaron los ataques aéreos estadounidenses contra ISIS, los estadounidenses no se muestran ahora más deseosos que en el otoño pasado a considerar el conflicto con ISIS como una guerra. Cincuenta y siete por ciento de los encuestados dicen que Estados Unidos está involucrado en un conflicto militar en lugar de una guerra, mientras que el 40% la llama una guerra.
A finales de septiembre de 2014, las cifras eran casi exactamente las mismas: 40% la calificó como guerra, el 59% como un conflicto militar.