(CNN) – Los científicos han creado un mapa predictivo que puede ayudar a identificar áreas de Estados Unidos que probablemente verán casos de la peste en el futuro cercano.
Yersinia pestis, la bacteria que causa la peste, ha estado alrededor de los Estados Unidos por lo menos desde 1900. De hecho, el oeste de Estados Unidos todavía tiene una de las mayores concentraciones de animales portadores de la peste en el mundo moderno, a pesar de que hay muchos menos casos de seres humanos que son contagiados con la enfermedad que en los países con un menor número de animales infectados. Madagascar, Perú, la India y la República Democrática del Congo han visto la mayoría de los casos; el Congo encabeza la lista en más 10.000 casos desde 2000 hasta 2009.
La peste llegó a la Costa Oeste a través de roedores que viajaron con los primeros barcos industriales durante la tercera pandemia importante que empezó en China. Estas pestes chinas se mezclaron con las ratas urbanas de los puertos. Las pulgas que mordieron a estas ratas mordieron a los seres humanos, lo que ocasionó la propagación de la enfermedad. La última epidemia de la peste en Estados Unidos fue en Los Ángeles de 1924 a 1925. Mató solo aproximadamente a una docena de personas.
Por suerte, con la invención de los antibióticos y el cuidado asistencial moderno, una enfermedad que destruyó al 60% de la población europea en el siglo XIV se ha convertido en una que de la que puedes recuperarte si se identifica y se trata a tiempo.
En agosto, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades le advirtieron a los doctores que estuvieran pendientes, particularmente en el oeste de Estados Unidos. Este año, hubo 16 casos estadounidenses de la peste, en un aumento frente a años anteriores. Entre 2001 y 2012, hubo un promedio de tres casos anualmente, según investigaciones utilizadas en el nuevo estudio, aunque las cifras varían año con año.
Los humanos en la época moderna normalmente contraen la peste luego de que los piquen pulgas que han estado en contacto con animales infectados, o después de que sus mascotas, principalmente gatos, se infecten luego de estar en contacto con estos animales salvajes.
Mientras la transmisión zoonótica, la cual representa el momento en el que la enfermedad pasa de los animales a los humanos, es “mucho menos” común en la época moderna, los autores del estudio del mapa predictivo dicen que aún permanece “un riesgo significativo de peste” en Occidente. Y el riesgo para estos animales puede ser sustancial. Los animales que más a menudo contraen la peste incluyen el ratón ciervo, el ratón de campo de California, la ardilla de California, el ardillón de roca, perritos de las praderas y hurones de pies negros, dice el estudio.
Enfermedades que pensabas que ya no afectaban
El estudio más reciente, el cual aparece en la revista PeerJ, modela el riesgo de la peste utilizando datos de entre el año 2000 y agosto de 2015. Utiliza un algoritmo de computadora para predecir a dónde se propagará, tomando en cuenta el número de especies que podrían estar infectadas, el clima, la altitud y el tipo de cubierta vegetal disponible. Los datos de los casos de peste provinieron de la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas utilizando un sistema de vigilancia electrónica. Los datos son considerados un tanto limitados, ya que el número de casos de peste en animales reportados en el sistema son pocos, según el informe.
Las predicciones de la peste basadas en modelos de de Michael Walsh y M.A. Haseeb, profesores en SUNY Downstate. Las manchas de color rojo oscuro muestran dónde predicen que ocurrirán la mayoría de infecciones.
El modelo parece sugerir que el noreste y el suroeste de California, la región central de Colorado y la región central norte de Nuevo México podrían ver casos futuros. Entre los factores que parecieron ser los más influyentes está la cantidad de precipitación que cayó durante los meses más secos y más húmedos, la altitud y la distancia de las superficies artificiales. Los autores dicen que este es el primer modelo que muestra que la proximidad a las superficies artificiales —o superficies en lugar de pastizales, arbustos, cultivos o tierra sin labrar— jugaron un papel más importante.
Los autores, quienes trabajan en la Universidad Estatal de Nueva York, esperan que el modelo ayudará a los departamentos locales de salud monitoreen de mejor forma estos posibles puntos delicados para impedir la propagación de la enfermedad.