(CNN)– Cada mañana en el distrito de Setagaya de Tokio, bandadas de periquitos vuelan hacia un olmo cerca de la casa de Yoshinori Mizutani.
Los periquitos, un espectáculo poco común en Japón con sus plumas de color verde brillante y sus picos de color rojo escarlata, captaron la atención del fotógrafo. Mientras veía a las aves cada día, se dio cuenta de que más y más empezaban a llegar hasta que se veían cientos de periquitos.
Mizutani se mostraba sorprendido, con horror y miedo al ver a tantos.
“Me sentí como si hubiera entrado a la película ‘Los pájaros’ de Alfred Hitchcock”, dijo.
Mizutani investigó a los periquitos y se enteró de que había un gran nido en uno de los suburbios de Tokio, Ookayama. Él visitó el lugar, habitado por cientos de aves, y comenzó a fotografiarlas.
Durante la década de 1960, muchos japoneses tuvieron mascotas por primera vez. Las aves tropicales como los periquitos de Mizutani fueron llevados a Japón desde lugares como la India y Sri Lanka.
Sin embargo, los periquitos no eran muy buenas mascotas; eran ruidosas y, por consiguiente, muchas fueron liberadas por sus dueños. Las aves silvestres que Mizutani encontró son descendientes de las antiguas mascotas, y a medida que su población se ha incrementado, ellas han hecho su hogar en áreas de Tokio y otras partes de Japón.
Para Mizutani, los periquitos de colores se ven fuera de lugar frente al entorno urbano de Tokio. Normalmente, las aves de esta naturaleza no podrían sobrevivir en un clima como el de Tokio. Pero ellas se han adaptado al frío… una hazaña que Mizutani encuentra sorprendente.
“Tuve una extraña sensación cuando las vi por primera vez”, dijo. “Decidí trabajar en ‘Tokyo Parrots’, un proyecto que reproduce un paisaje urbano surrealista y extraordinario”.
Mizutani decidió fotografiar a las aves con una luz estroboscópica. Sin la luz, dijo, su color vivo se perdería y las aves parecerían como una sombra oscura en el cielo cuando los fotografían desde abajo. Con el fin de obtener primeros planos, Mizutani fotografió a los periquitos desde edificios, temiendo en todo momento que pudiera ser atacado por ellos.
Las imágenes resultantes tienen una calidad extraña y transmiten los sentimientos de miedo que Mizutani experimentó cuando se encontró por primera vez con las aves. En una imagen, docenas de periquitos de color verde lima vuelan a través de un cielo púrpura y fuera del marco. En otra foto, ellos están posando juntos en la parte superior de un árbol. Las aves parecen fuera de lugar frente a un paisaje urbano moderno.
Mizutani trabajó en su serie durante un año y, a pesar de los retos de fotografiar animales silvestres, él empezó a entender más acerca de los periquitos y su relación con su entorno. Este entendimiento le dio forma al resultado de su proyecto.
“Los periquitos viven en los árboles de ginkgo, y yo quería capturarlos con el fondo cambiante de las cuatro estaciones del año, sobre todo con las hojas de ginkgo cuando se tornan amarillas en el otoño”, dijo. “Aprendí que cambian el árbol en el que construyen nidos y el tiempo y la dirección que toman para volver a casa dependiendo de la temporada”.
Mientras Mizutani notó las formas en las que los periquitos se han adaptado a la vida en Tokio, también descubrió maneras en que las personas de Tokio se han adaptado a la presencia de las aves.
“Le presté más atención a los alrededores de las aves y noté algunos rastros de luchas entre el humano nativo y la criatura extranjera”, dijo. Vio alambre electrificado en las cercas a fin de mantener alejados a los periquitos e incluso fue testigo de las personas que huían de sus nidos.
“Se supone que estos periquitos no deberían vivir en Tokio, pero lo hacen”, dijo Mizutani, al reconocer que hay belleza en lo inusual.
Yoshinori Mizutani es un fotógrafo japonés que reside en Tokio. Lo puedes seguir en Facebook, Twitter, Tumblr e Instagram.