(CNN) - Manifestantes armados se apoderaron de un edificio del gobierno de Estados Unidos en Oregon.
Los inconformes acusaron a los funcionarios gubernamentales de tratar injustamente a los ganaderos que se han negado a vender sus tierras.
En las instalaciones del gobierno opera un refugio del Servicio de Pesca y Vida Silvestre.
Uno de los hombre armados es Ammon Bundy, de 40 años de edad, hijo del ranchero de Nevada Cliven Bundy, quien es bien conocido por sus acciones antigobierno.
CNN habló telefónicamente con Bundy. Se le cuestionó reiteradamente sobre lo que él y sus compañeros quieren, pero contestó en términos vagos, diciendo que quieren que el gobierno federal restaure los “derechos constitucionales de las personas.”
“Este refugio ha sido destructivo para la gente del condado, del pueblo y la zona”, dijo.
El grupo entró a parte de la reserva nacional de Malheur, cerca de Burns, después de reunirse fuera para una demostración de apoyo a Dwight y Steven Hammond, ganaderos que fueron condenados por provocar un incendio.
Los fiscales dijeron que los Hammond iniciaron un incendio que quemó unas 52 hectáreas, en 2001, para encubrir la caza furtiva. Padre e hijo fueron condenados a cinco años de prisión.
Los Hammond dijeron que iniciaron el fuego para reducir el crecimiento de las plantas invasoras y para proteger su propiedad de los incendios forestales, según KTVZ, una afliada de CNN.
“No somos terroristas”
Después de la manifestación del sábado, el grupo armado irrumpió en el edificio de gobierno y sus integrantes se negaron a abandonarlo. Las autoridades dijeron que al momento del asalto no había empleados del gobierno en el edificio.
“Estaremos aquí todo el tiempo que sea necesario”, dijo Bundy. “No tenemos intenciones de usar la fuerza con nadie, (pero) si se utiliza la fuerza contra nosotros, nos defenderemos”, advirtió.
Ammon Bundy dijo que el grupo estaba armado, pero que él no lo describiría como una milicia. Se negó a decir cuántas personas estaban con él, argumentando que dar esa información podría poner en peligro la “seguridad operacional”.
“No somos terroristas”, dijo en esta ocasión su hijo, Ammon Bundy. “Somos ciudadanos preocupados y nos damos cuenta de que tenemos que actuar si queremos legar algo a nuestros hijos”, subrayó.