(CNN) – Los libros de química como la conocemos oficialmente están desactualizados, ya que pronto se agregarán cuatro nuevos elementos a la tabla periódica.
Los elementos 113, 115, 117 y 118 han sido formalmente reconocidos por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC, por sus siglas en inglés), la autoridad mundial en química con sede en los Estados Unidos. El anuncio de la organización, dado a conocer el 30 de diciembre, significa que la séptima fila de la tabla periódica finalmente está completa.
Esta es la primera vez que la tabla ha sido actualizada desde 2011, cuando los elementos 114 (Flerovium) y 116 (Livermorium) fueron agregados. Ideada por el químico ruso Dmitri Mendeleev en 1869, la tabla categoriza a los elementos químicos de acuerdo a su número atómico.
“La comunidad de la química está ansiosa por ver su más preciada tabla finalmente completa hasta la séptima fila”, dijo Jan Reedijk, presidente de la División de Química Inorgánica del IUPAC, en un comunicado.
“La IUPAC ahora ha iniciado el proceso para formalizar los nombres y símbolos para estos elementos, los cuales temporalmente han recibido el nombre de ununtrium, (Uut elemento 113), ununpentium (Uup, elemento 115), ununseptium (Uus, elemento 117), y ununoctium (Uuo, elemento 118)”.
Un equipo ruso estadounidense en el Instituo Conjunto para la Investigación Nuclear en Dubna y el Laboratorio Nacional de Lawrence Livermore en California descubrieron los elementos 115, 117 y 118, mientras que a investigadores japoneses se les atribuyó el descubrimiento del elemento 113.
Los cuatro elementos no se encuentran en la naturaleza, y fueron creados sintéticamente en laboratorios. Hasta ahora, estos elementos tenían nombres y símbolos de carácter temporal en la tabla periódica, ya que su existencia era difícil de probar. Debido a que se descomponen extremadamente rápido, para los científicos era difícil reproducirlos más de una vez.
Los investigadores japoneses dijeron que su búsqueda por el elemento 113 inició al “bombardear una capa delgada de bismuto con iones de zinc que viajaban a más o menos el 10% de la velocidad de la luz”. Al hacer eso, en teoría se fusionarían, lo que formaría un átomo del elemento 113.
“Por más de siete años, seguimos buscando datos que identificaran de manera concluyente el elemento 113, pero simplemente nunca vimos otro evento. No obstante, yo no estaba preparado para rendirme, ya que creía que un día, si perseverábamos, tendríamos suerte de nuevo”, dijo Kosuke Morita, el investigador principal en el grupo RIKEN de Japón.
“Ahora que hemos demostrado de manera concluyente la existencia del elemento 113, tenemos la intención de ver hacia el territorio desconocido del elemento 119 y más allá”.
Ahora que el proceso de descubrimiento ha terminado, los investigadores tienen otra tarea complicada en manos: idear los nombres y símbolos permanentes para los elementos.
Según la IUPAC, los nuevos elementos pueden ser nombrados a partir de un concepto mitológico, un mineral, un lugar o país, una propiedad o un científico.
Después de que los nombres propuestos sean enviados, estarán abiertos a inspección pública durante cinco meses antes de que la organización tome una decisión final.