(CNN) – Desde Stonehenge y palacios reales hasta los rascacielos que definen el horizonte de una ciudad moderna, los grandes edificios pueden encapsular sus épocas.
“Cada uno de los grandes arquitectos es —necesariamente— un gran poeta”, dijo el legendario arquitecto Frank Lloyd Wright. “Debe ser un gran intérprete original de su tiempo, su época, su edad”.
Sin embargo, a diferencia de la poesía, los edificios tienen dificultades para viajar. Cuando el trabajo tiene muchos pisos de altura y es forjado de concreto y vidrio, difundir la genialidad que define su era requiere algo un poco más ligero.
Los artistas campeones de los premios anuales del Arcaid Images Architectural Photography Awards quienes “traducen la sofisticación de la arquitectura en imágenes bidimensionales legibles y comprensibles que explican y ensalzan el carácter, el detalle y el ambiente del proyecto”.
El fotógrafo portugués Fernando Guerra fue el ganador de este año con su imagen del EPFL Quartier Nord de Richter Dahl Rocha & Associés en Ecublens, Suiza. Tomada al atardecer, la imagen es una recopilación cautivante de color, luz y gente, representando una estructura viva y en movimiento.
“Estuve esperando todo el día”, recuerda Guerra. “Cinco minutos antes de tomarla, el lugar estaba completamente vacío porque todo el mundo estaba dentro de sus cuartos viendo el partido de fútbol y yo estaba maldiciendo el silencio. Pero de repente el partido terminó y todo el mundo salió y la logré tomar. No pensé en la fotografía durante algún tiempo, fue hasta después de que edité el trabajo que vi que tenía algo especial”.
Con los años, importantes alianzas han surgido entre el arquitecto y el fotógrafo, tal como la de Le Corbusier y Lucien Hervé. Inspirado por los artistas de vanguardia como Mondrian, Hervé rechazó la tradición de tomar planos generales de un edificio, diseñando en cambio una serie fluida, aún así abstracta, que se enfoca en los detalles. Los resultados fueron cinematográficos: un viaje emocional a través de un edificio, en lugar de simplemente un punto de vista fuera del mismo. Le Corbusier estaba embelesado, describió a Hervé como alguien que tenía el alma de un arquitecto y a menudo cambió sus planes en respuesta a su trabajo.
Julius Schulman de California sin duda fue uno de los nombres más importantes en el campo. Sus imágenes de las casas de Frank Lloyd Wright, John Lautner, Richard Neutra y, quizás la más famosa, Case Study House # 22 de Pierre Koenig, no solo ayudaron a forjar las carreras de esos arquitectos, sino que se convirtió en el lenguaje visual para el resurgimiento del sueño americano de la posguerra. Su fotografía de la casa de Koenig creó una mitología instantánea que permanece hasta la fecha, era 1959 en Los Ángeles, la ciudad de los ángeles, el futuro, la oportunidad, la esperanza. Pero también fue una de las causas del conflicto. Koenig cree que la fotografía había trascendido la arquitectura que retrataba, su reputación como arquitecto había sido subsumida bajo la de Shulman como artista.
El más presagiado de la actualidad: Iwan Baan
En la fotografía de arquitectura, como con todas las formas de arte, las modas cambian. En los años 50, Shulman fue uno de los primeros en colocar personas dentro de edificios para crear un sentido de la vida actual de una casa, pero en los años 80 y 90, las personas fueron quitadas para favorecer una visión de edificios limpios, nítidos y deshabitados. Hoy en día, Iwan Baan está a la vanguardia de un nuevo cambio radical. Él probablemente es el más famoso en el campo, pero a Baan no le gusta la descripción “fotógrafo de arquitectura”.
“Mucha de la fotografía de arquitectura simplemente está describiendo detalles arquitectónicos, mostrando un edificio aislado de su entorno, despojados de su sentido de la gente, de las referencias que lo llevan a un momento específico en el tiempo”, dice el fotógrafo holandés.
Dado que toma fotografías para las firmas internacionales de arquitectura OMA, Herzog & de Meuron, Frank Gehry y Zaha Hadid, Baan, de 40 años de edad, ha desarrollado un estilo ricamente texturizado, que abarca todos los elementos de la situación de un edificio en sus fotografías, en particular las personas. “Los proyectos en los que estoy realmente interesado tienen una cierta urgencia y requieren estar en un lugar específico”.
Durante la última década, Baan ha estado trabajando en la construcción que Koolhaas está llevando a cabo de la torre de CCTV en Beijing. “En ocasiones tienes a 10.000 trabajadores en el lugar, quienes también viven allí, así que hay toda una especie de aldea informal alrededor de la gente que viene del interior y construye este enorme edificio nuevo”.
El resultado —en curso ya que el edificio aún no está terminado— es tanto una obra de antropología y política como de fotografía de arquitectura. “Un lugar como Beijing está cambiando tan increíblemente rápido, así que es una vista de todo el entorno y la percepción de la gente en ese lugar. Mi misión no solo es darle un vistazo a la construcción y a la arquitectura, sino un vistazo al mundo que lo rodea, el cual está cambiando a la misma velocidad, y es realmente fascinante”.