(CNNExpansión) — Por su amor, relación o fascinación hacia mujeres bellas, criminales mexicanos de alto calibre como Joaquín el Chapo Guzmán cometieron errores que facilitaron su captura.
Te presentamos tres casos emblématicos:
La intención de filmar una película autobiográfica y su comunicación con la actriz mexicana Kate del Castillo permitieron a las autoridades rastrear la ubicación del prófugo líder del cártel de Sinaloa y realizar un operativo que llevó a su detención en Los Mochis, municipio sinaloense.
El actor estadounidense Sean Penn, quien tuvo una charla con el capo, relató en un artículo para la revista Rolling Stone que los abogados del narcotraficante contactaron a Kate desde 2012, diciéndole que El Señor quería enviarle flores en gratitud por un tuit en el que la actriz expresó: “hoy creo más en el Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades”.
Los abogados, tras la detención del Chapo en 2014 y su fuga por un túnel en 2015, mantuvieron contacto con Kate y ella comenzó a intercambiar cartas y mensajes de Blackberry con el líder del cártel de Sinaloa, hasta que pactaron una reunión, en la que también estuvo Penn.
En ese encuentro, según Penn, el Chapo la recibió “como una hija que regresa de la Universidad. Parecía importante para él expresar en persona el afecto cálido que, hasta ese momento, solo había tenido la oportunidad de expresar a la distancia”.
“Yo estoy enamorada de Caro Quintero”
Otro caso es el de Rafael Caro Quintero, cofundador del ahora extinto cártel de Guadalajara y ahora prófugo. En 2013 una resolución judicial lo dejó libre, pero en enero del año pasado, se reactivaron las acusaciones en su contra por los delitos de secuestro y homicidio en 1985, del miembro de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique Camarena.
En abril de 1985, el capo viajó a Costa Rica para estar con la mujer de la que se enamoró: Sara Cristina Cosío Martínez, sobrina del exgobernador de Jalisco, Guillermo Cosío (1989-1992).
Las autoridades del país centroamericano realizaron un operativo buscando a la joven, con la idea de que la mantenían secuestrada. En ese momento detuvieron a Caro Quintero, sin saber que era un poderoso líder criminal (él no era el objetivo de la búsqueda), hasta que el gobierno mexicano analizó las huellas dactilares y determinó su identidad.
Según versiones de la prensa mexicana, en el momento de la detención Sara negó que la hubieran secuestrado, y dijo: “yo estoy enamorada de Caro Quintero”. El capo conocido como El narco de narcos estuvo preso en México 28 años, hasta el 9 de agosto de 2013.
La pista en Facebook
Juliana Sossa Toro —quien concursó en 2008 en el certamen de belleza Nacional del Turismo en Colombia— publicó en la red social Facebook que vivía en Lomas de Chapultepec, en el Distrito Federal, y las autoridades capitalinas rastrearon ese dato en enero de 2011 para detenerla a ella y a su pareja, José Jorge Balderas Garza alias el JJ, acusado de participar en el crimen organizado y disparar al futbolista paraguayo Salvador Cabañas.
La modelo de ojos azules, originaria de Medellín, Colombia y en ese entonces de 25 años, quedó libre en abril de 2011. En tanto el JJ sigue en prisión, vinculado con el grupo del narcotraficante Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, extraditado a Estados Unidos por cargos de tráfico de cocaína y lavado de dinero.