(CNN) – El equipo Essendon de la liga de fútbol australiano (AFL, por su siglas en inglés), el cual ha sido golpeado por un escándalo, empezará la próxima temporada con un perfil muy diferente, debido a que 34 jugadores –antiguos y actuales– fueron suspendidos después de haber sido culpados de tomar timosina beta-4 –una sustancia prohibida– durante la temporada de 2012.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS, por sus siglas en inglés) entregó su veredicto el martes, y confirmó que los jugadores citados, entre ellos el capitán de los Bombers y titular de la Medalla Brownlow, Jobe Watson, no serán elegibles para la próxima temporada que inicia en marzo.
Watson, quien ganó el honor Brownlow en la temporada en cuestión, podría también ser despojado de la medalla, la cual se le otorga al mejor y más justo jugador de la liga. El caso será examinado el próximo mes por un panel de la AFL.
El que era el entrenador del club en ese momento, James Hird, dijo que el resultado era un “aborto involuntario de justicia para los 34 hombres jóvenes”. Él fue suspendido durante 12 meses en 2013 y después renunció.
Los jugadores tomaron suplementos con la aprobación del club, y podrían iniciar una acción legal luego de haber recibido falsas garantías, sugirieron los reportes de los medios de comunicación australianos.
‘Vergonzoso’
“Lo que hicieron en el momento es simple y llanamente vergonzoso y no puedes ignorarlo”, dijo el presidente ejecutivo de la asociación de jugadores de la FLA (AFLPA, por sus siglas en inglés), Paul Marsh. “Los jugadores están en esta posición debido al club de fútbol Essendon”.
De los 34, 12 están todavía contratados por Essendon, mientras que otros cinco se han unido a otros equipos de la AFL. Otros diez han sido excluidos de la lista, cinco se han jubilado y dos más fueron negociados.
Los hallazgos del CAS están en desacuerdo con el veredicto de inocencia que el tribunal antidopaje de la AFL dio el año pasado. La Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) apeló el veredicto del año pasado y remitió el caso al CAS.
“Este hallazgo es doloroso para nuestros jugadores, quienes tendrán dificultades para entender cómo dos tribunales pueden llegar a conclusiones tan diferentes con base en las mismas pruebas”, dijo el presidente de Essendon, Lindsay Tanner, en un comunicado publicado en el sitio web del club.
Añadió que el “programa de suplementos” de 2012 fue un “error de primer orden”, pero que imponerle suspensiones a los jugadores era “evidentemente injusto”.
A los Bombers se les ha concedido una exención para contratar a diez jugadores “suplementarios” para rellenar el equipo, pero no a los otros clubes que han contratado a los antiguos jugadores de Essendon. Los jugadores suspendidos pueden entrenar, pero no en cualquier entorno formal del club ni con los entrenadores del club.