Nota del editor: Camilo Egaña es el conductor de Encuentro. Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor.
(CNN Español) – Si eres un refugiado que intenta asentarse en Dinamarca debes saber que te van a confiscar lo que lleves si el valor supera los 1.300 euros.
Solo podrás quedarte con lo que las autoridades consideren que tiene un valor ‘afectivo especial” como las fotos de la abuela.
El parlamento danés lo decidió con una votación que no deja duda de cómo se perciben los recién llegados en la tierra de la sirenita: 81 votos a favor y 27 en contra.
La llamada “ley de las joyas” permite que te quiten incluso el teléfono celular que en estos tiempos —y se demostró en la crisis de los refugiados cubanos en Centroamérica—, funciona para los que huyen como la mejor brújula ante los peligros de la contingencia. Por no hablar de todos los recuerdos que guardan hoy los celulares.
Hace veinte años cuando llegamos a este país —veíamos de Cuba-, mi mujer, el niño y yo, traíamos dos maletas y una iba repleta de fotos.
Curioso, porque queríamos dejarlo todo atrás, alejarnos de aquella otra vida y al mismo tiempo, nos aferrábamos a algo de aquello.
No me imagino qué hubiera sido de aquel trío desvencijado, sin sus fotos. Cierto que no las vemos casi nunca, pero sabemos que están ahí, en el baúl frente a la cama.
Esas fotos son como los amigos que se quedaron o que están en el otro extremo del mundo; no los vemos cada día pero sabemos que están ahí. Son como los muertos queridos que te piden agua o café, cuando bajas la guardia.
Quien no haya pasado por eso, no podrá entender por qué la ONU dice que la decisión del parlamento danés es un insulto a los refugiados.