(CNN) – El distrito de Mong Kok, en Hong Kong, fue escenario de una noche de violencia entre la policía antidisturbios y manifestantes, después de que funcionarios del gobierno trataron de desalojar a vendedores ambulantes de una de las zonas comerciales más concurridas de la ciudad, en Kowloon.
Tradicionalmente, las autoridades han hecho la vista gorda a los puestos de comida sin licencia durante el período de vacaciones por el Año Nuevo chino, pero las autoridades adoptaron una línea más dura este año, cercando las áreas que anteriormente habían sido utilizados por los vendedores ambulantes.
Decenas de manifestantes lanzaron ladrillos y botellas a la policía, que respondió con gas pimienta, según el South China Morning Post (SCMP).
La policía también lanzó dos disparos de advertencia durante los enfrentamientos, dijo el portavoz de la policía Yau Siu-kei al diario.”Elementos radicales llegaron con armas de fabricación casera y escudos y se enfrentaron con la policía”, dijo Yau. “La situación quedó sin control y se convirtió en un disturbio”.
Dijo que sus oficiales no tuvieron más remedio que tomar represalias”, debido a que muchos manifestantes estaban atacando a la policía con objetos que “amenazaban sus vidas”.
Alrededor de 100 manifestantes se reunieron en la zona, algunos de los cuales estaban arrancando los ladrillos de la acera para lanzar a los policías.
La policía dijo que 24 personas fueron detenidas y al menos 90 personas resultaron heridas, dijo el martes la policía. Cuatro periodistas resultaron heridos, informó iCable, afiliada de CNN.
Más tarde, la policía emitió un comunicado instando a la gente a abandonar la zona, y “actuar con moderación y cumplir con las instrucciones de la policía”.
Durante varias horas, la red de metro de la ciudad, el MTR, evitó la estación más cercana a los disturbios. La estación de Mong Kok volvió a abrir a media mañana, hora local.
Telón de fondo: la desconfianza
Los enfrentamientos se producen en un momento de empeoramiento de las relaciones entre Hong Kong y el gobierno central de China, con muchos preocupados por los intentos de Beijing de invadir las libertades de la ciudad.
Esto se ha manifestado recientemente en el malestar por la desaparición de un número de libreros y editores de material crítico con el gobierno chino. Los críticos insisten en que los hombres fueron sacados de manera ilegal fuera de Hong Kong y por las autoridades de la parte continental.
La mayoría de los manifestantes en la noche del lunes eran jóvenes, aunque no había evidencia de que los disturbios estaban vinculados con el movimiento Occupy de Hong Kong.
Ese movimiento de 2014, también conocido como la “Revolución del paraguas” llevó a las calles a decenas de miles de manifestantes, muchos de los cuales eran estudiantes, durante 11 semanas para protestar por lo que muchos vieron como una negación de las libertades de esta ciudad semiautónoma por parte de Beijing.
Elaine Yu contribuyó con este reporte