(CNN) – El gobierno de Obama no esperó mucho antes de empezar a trabajar en opciones para reemplazar al fallecido juez Antonin Scalia en la Corte Suprema.
El proceso empezó el sábado en la noche con llamadas de conferencia entre el equipo legal del presidente, seguidas por reuniones el domingo para empezar a elaborar una lista de posibles nombres, según dos personas que se han visto implicadas en las últimas dos nominaciones de Obama para la Corte Suprema y que están cerca de la administración.
La Casa Blanca tiene ya una pequeña lista de personas cuyos antecedentes han sido sometidos a una profunda investigación de antecedentes cuando fueron finalistas en las dos últimas aperturas para la corte u otros puestos de alto nivel, como el del secretario de justicia.
Aunque se encuentra en la Costa Oeste para participar en una cumbre con los líderes del Sudeste Asiático, Obama ha estado en contacto con su equipo principal para organizar su proceso de nominación a la Corte Suprema, y los funcionarios de la Casa Blanca se han comunicado con republicanos y demócratas en el Capitolio, informó la Casa Blanca el lunes.
Sin embargo, mientras los funcionarios de la Casa Blanca han hecho una planificación extensa para posiblemente tener que llenar un tercer escaño en la Corte Suprema, esos planes tenían previsto que los candidatos ocuparan el escaño de una jueza liberal que se iba a retirar, como Ruth Bader Ginsburg.
“Esto es totalmente diferente porque no ha habido muchos preparativos para llenar uno de los escaños conservadores”, dijo un exfuncionario del gobierno de Obama.
La oficina del Consejero de la Casa Blanca maneja el proceso; equipos de abogados y asesores trabajan en tareas distintas, entre ellas los expedientes de investigación general sobre cada posible candidato, el análisis de la información y una investigación legal más específica. El equipo de comunicaciones de la Casa Blanca considera qué estrategias específicas de alcance público serían implementadas para cada candidato.
En los primeros días del proceso existe una amplia lista de nombres, pero rápidamente se reduce a una lista más pequeña de más o menos ocho nombres. Para finales de la semana, puedes esperar que el equipo de la Casa Blanca se enfoque en tres o cuatro candidatos y prepare amplios documentos de investigación sobre todos ellos, dijo un funcionario.
Entonces, altos funcionarios se reúnen con el presidente para discutir a los posibles candidatos y conocer su opinión sobre los candidatos finales. Él planificaría reunirse con todos los finalistas, posiblemente hasta tres de ellos.
Diferentes estrategias de nominación
Los funcionarios del gobierno probablemente hablarán de la estrategia en el transcurso de los próximos días. ¿Debería Obama nominar a una de las estrellas en ascenso de los demócratas y arriesgarse a que se vea perjudicada en la lucha en el transcurso de los próximos meses?
Las personas que han estado involucradas en el proceso con las últimas dos nominaciones a la corte suprema dicen que el presidente se toma la responsabilidad muy en serio y querrá mandar a su mejor elección, en lugar de jugar con el proceso político al enviar a un “cordero expiatorio” que saben, no sobrevivirá al proceso.
El líder de la minoría en el Senado, Harry Reid, y varios demócratas, por ejemplo, quieren que Obama elija a alguien para que presione a los republicanos del Senado, alguien a quien normalmente apoyarían, pero a quien se oponen ahora porque es un año electoral. Esto, creen, les permitiría pintar a los republicanos como intransigentes y fuera de la corriente dominante, lo que debilitaría el argumento del Partido Republicano del Senado en relación a que ellos están comprometidos con gobernar de manera bipartidista.
Cuando se pronunció desde Rancho Mirage, California, el vocero de la Casa Blanca, Eric Schultz, dijo que “los deberes del Senado son invulnerables” cuando se trata de votar por nominados presidenciales.
Schultz dijo que “eso no incluye las excepciones para los años electorales”. Él citó ejemplos anteriores de casos en los que dijo que “los republicanos han salido con muchas bravatas”.
Estos son los dos caminos básicos que Obama podría tomar:
Opción del cordero expiatorio
Si Obama determina que los republicanos del Senado bloquearán a su nominado —sin importar cuán moderado sea— existe una posibilidad de que use el momento para galvanizar a los votantes demócratas en un año de elecciones presidenciales.
Al elegir a un candidato con fuertes inclinaciones liberales —quien posteriormente no reciba el voto del Senado controlado por los republicanos— Obama podría animar a la base que lo eligió presidente, lo que quizá motive a más de ellos a acudir a las urnas en noviembre.
“Es posible que desde la perspectiva del presidente Obama, esta sería una oportunidad para hacer énfasis en cuán defectuoso se ha vuelto el proceso de confirmación judicial”, dijo Stephen Vladeck, colaborador de CNN y profesor en la Universidad Americana.
Una posible candidata bajo este enfoque sería la jueza Cornelia Pillard del Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito del Distrito de Columbia.
Pillard fue una polémica nominada que fue nombrada después de que la mayoría demócrata implementara un cambio en las reglas para acelerar la consideración de los nombramientos: la llamada opción nuclear.
Sin embargo, encontrar a un candidato que esté dispuesto a someterse al escrutinio sin inmutarse sería un desafío para el equipo de Obama, especialmente si esa persona en esencia está arriesgando cualquier esperanza de ser nominada en el futuro.
En el pasado, Obama ha defendido a los jueces que tienen un conocimiento en temas legales y una empatía personal, una combinación que mencionó durante los procesos de selección tanto para Sonia Sotomayor como para Elena Kagan.
Opción de alguien que ya haya sido popular en el pasado
La otra opción es optar por alguien que ya haya pasado por el proceso de confirmación sin controversia.
“Sospecho que él va a elegir de ese grupo de jueces que ya han sido confirmados por el Senado —algunos de ellos de manera unánime— para trasladar el argumento de que ‘estaban en perfectas condiciones la última vez que ustedes los examinaron’”, dijo a CNN David Axelrod, colaborador de CNN y exasesor principal de Obama, el lunes.
Otros demócratas importantes han hecho eco de esa línea de pensamiento, quienes consideran que un juez recién confirmado, o un miembro del gabinete de Obama que recibió la aprobación de legisladores del Partido Republicano tiene las mayores oportunidades de pasar por un Senado Republicano.
Ese camino incluiría al juez Sri Srinivasan, de 48 años de edad, del Circuito de D.C. Él fue confirmado con un resultado de 97-0 en mayo de 2013. En esa audiencia, fue elogiado por el senador Ted Cruz, quien ahora es un candidato republicano a la presidencia y ha insistido en que Obama debe esperar y dejar que su sucesor elija a un nominado.
La jueza Jane Kelley, del octavo Tribunal de Circuito de Apelaciones, es otra aspirante: ella tiene vínculos con Iowa y podría apelar al presidente del poder judicial del Senado, Chuck Grassley. Otro sería el juez Paul Watford, un afroamericano que se encuentra en el noveno Tribunal de Circuito de Apelaciones.
Sin embargo, incluso una persona que ha recibido la aprobación de republicanos en el pasado no tiene garantías de al final ser el nominado a la Corte Suprema.
“Obviamente existen muchos criterios Hay un mayor nivel de escrutinio”, dijo el senador Marco Rubio, un republicano por Florida que actualmente está en la contienda por llevarse la nominación presidencial de su partido. “Los tribunales de apelación son importantes, pero la Corte Suprema es el máximo tribunal de apelación. Por lo tanto, existe todo un nuevo nivel de escrutinio, audiencias y testimonio”.