Washington (CNN Español) – Virginia hoy es un estado morado. En el argot político informal, así se le dice a aquellos en los que a veces ganan los republicanos (representados con el color rojo) y otras, los demócratas (que usan el color azul).
Y si hay un estado en el que los latinos podrían decidir la elección presidencial de noviembre es Virginia.
Por años, fue considerado un bastión republicano. Pero el rápido crecimiento de las últimas décadas, especialmente en el norte del estado, al sur de la capital, ha cambiado la ecuación, por ser una zona de tendencia demócrata. Sin embargo, el resto del estado sigue siendo conservador y esa dinámica ha puesto a Virginia en una situación interesante para los analistas políticos.
Los hispanos también han sido parte de ese crecimiento y en 2016, los votantes latinos podrían determinar quién se lleva los 13 votos electorales que otorga Virginia. Los latinos constituyen el 9% de la población del estado, un poco más de 759.000 personas, de acuerdo con las cifras de 2014. Según el estudio exclusivo para CNN en Español del Centro de Estudios Latinos, Latinoamericanos y Caribeños de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CLACLS), el 43% - más de 327.000 personas- es mayor de edad, pero aún no posee la ciudadanía estadounidense. Y el 38% de los hispanos - o unos 291.000- está habilitado para votar.
Walter Tejada, miembro de la Junta del Condado de Arlington hasta el año pasado (una especial de Concejo Municipal), describe a Virginia como un “estado de dos caras, ya que el norte tiene una cara más diversa, en la cual el voto latino incrementa y tiene números más grandes”.
Tejada, el primer latino elegido en la Junta de Arlington, a solo minutos de Washington, dice que desde la elección presidencial pasada, ha aumentado “el número de personas elegibles para votar y el electorado ha cambiado alrededor del estado también”, porque apunta que la comunidad latina y el votante hispano han crecido igualmente en el sur “en la parte de Richmond, Virginia, Beach, Roanoke, Harrison. Entonces creo que ahora hay más influencia del voto latino en todo el estado”.
El electorado hispano es de tendencia demócrata. Según las encuestas a boca de urna de 2012, el 64% de los votantes hispanos optó por ese partido. Barack Obama ganó en ese estado por 3,9% del voto popular.
Ese mismo año, los latinos fueron el 2,7% del electorado en el estado… y el estudio de la Universidad de la Ciudad de Nueva York proyecta que pasen a ser el 3,3% en noviembre de 2016. Y por ello, serían determinantes en una elección reñida por los 13 votos del colegio electoral.
Tejada da fe de ello. Cuenta que su primera elección en 2003 se dio por una diferencia de 29 votos “ y fue en gran parte la comunidad latina quien me eligió cuando gané esa elección. Creo que lo mismo podría ocurrir entonces alrededor del estado y especialmente en esta elección para presidente” en noviembre.
De la misma forma, Danny Vargas, un empresario republicano, cree que el voto latino no puede ser ignorado por ningún político, especialmente republicano, si el partido quiere revertir el resultado de las dos últimas elecciones presidenciales, cuando Virginia eligió a un candidato demócrata, Barack Obama, por primera vez desde 1964. Y para Vargas, el problema está en la retórica empleada por muchos en su partido. “Hay una percepción del partido republicano, dentro de la comunidad latina, que es una percepción negativa”, explica Vargas, “una percepción que el partido es antiinmigrante.
El partido tiene un problema con su acercamiento hacia la comunidad latina, lo cual en mi caso, no es cierto”. Vargas, dice que durante su campaña por un escaño para ser delegado de Virginia el año pasado, pudo conectar con los votantes hispanos, “porque demostró que soy proinmigrante, yo soy una persona que realmente entiende la dinámica de la comunidad latina, la importancia que tiene para nuestra economía y para nuestra sociedad, así que hay que hacer todo lo posible para hacer ese acercamiento mucho más a fondo con cada familia y en la comunidad en general, a través de los medios y a través de la comunicacion personal”.
El estudio de CLACLS revela que, en 2012, Virginia tuvo, con el 74%, uno de los mayores registros de votantes hispanos de todo Estados Unidos, casi a la par de los votantes blancos y negros. Y atribuye los altos niveles de inscripción al alto nivel educativo de los latinos en el estado.
Al menos, la tercera parte de los votantes hispanos en Virginia posee un título universitario, de acuerdo con datos de la oficina del Censo de 2014, y otro 31% ha asistido a la universidad, lo que pone el nivel educativo de los latinos en Virginia por encima del promedio nacional de los hispanos.
Aun así, varios grupos hispanos del estado organizan campañas de inscripción en los próximos meses. Mason Dreamers, un grupo que nació por iniciativa de estudiantes hispanos de la Universidad de George Mason por ejemplo, está coordinando con otras organizaciones para comenzar antes de junio.
“Muchas personas ya están votando y muchas personas ya están teniendo el privilegio de ir a la escuela, pienso que están agarrando la oportunidad para aprender más de la política, para aprender más que de verdad es un ciudadano en EE.UU., no solo los papeles, sino como ser un ciudadano en su comunidad y aprendiendo de verdad, que es su responsabilidad al ser ciudadano”, dice Ana Tobar, vicepresidenta de Mason Dreamers, creado para ayudar a que los jóvenes indocumentados estudien en la universidad George Mason.
El estudio proyecta que, con base en la tasa de crecimiento desde 2008, la inscripción podría alcanzar el 91% este año, aunque CLACLS considera que, pese a que no hay razón para creer que no se de ese ritmo de crecimiento, el sobrepasar 90% si puede ser una sobreestimación.
Tobar, al igual que Cristian Vigil, un joven de padres salvadoreños, cree que pueden lograr su cometido. “Creo que va a ser una elección bastante importante, no solo para la comunidad digamos inmigrante o la comunidad hispana, sino para todos, porque yo pienso que los candidatos presidenciales están bien lejos de la derecha, bien lejos de izquierda, entonces cualquier persona que elegimos va a ser un cambio grave y por eso queremos el cambio que sea para mejorar el estado de los inmigrantes y de la población hispana” indica Vigil, quien acaba de cumplir 18 años y dice esperar noviembre para votar por primera vez en una elección presidencial.
CLACLS proyecta que 78% del electorado latino puede votar en noviembre, con base en el crecimiento del registro entre los hispanos del estado. Y por eso podrían ser un factor determinando pese al pequeño porcentaje que representa el votante hispano dentro del electorado en general.
Las cifras son claras, los hispanos en Virginia cada vez participan más y pueden inclinar la balanza en un proceso que no define el voto popular.