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(CNN en Español) – Por primera vez tras la devastadora derrota contra Holly Holm en noviembre del año pasado, Ronda Rousey habla de lo que sintió cuando cayó en el ring después de haberse autodeclarado “la mejor peleadora del mundo”.

Durante el programa de Ellen DeGeneres a la que la deportista fue invitada para hablar, entre otros temas, de su aparición en la portada de la revista Sports Illustrated en la que posó en vestido de baño, Rousey se refirió a los minutos que vivió tras el golpe rotundo que le propinó su contrincante y que le arrebató el título.

“Honestamente lo que estaba pensando … estaba en la esquina ahí… pensando, ‘¿si no soy esto, entonces qué voy a ser?’ Pensé en suicidarme porque ya no iba a ser nadie”, dijo la luchadora en medio de lágrimas.

En la que es quizá la mayor sorpresa en la historia de la Ultimate Fighting Championship (UFC), Holly Holm noqueó a Rousey a los 57 segundos del segundo round, un golpe en la nuca a la que era campeona reinante de peso gallo y la mandó tambaleante al suelo en Melbourne, Australia.

La sorprendente derrota terminó la impresionante racha de 12 victorias de Rousey, muchas de las cuales ocurrieron apenas segundos después de iniciada la pelea.

“Luego vi a mi hombre que llegaba a la enfermería y dije… necesito tener sus bebés, debo permanecer con vida”, añadió la deportista. “Nunca le había dicho esto a nadie antes. Creo que quiero decirlo esto ahora a él”.

Rousey dice que la derrota le enseñó muchas cosas sobre el propósito de su vida y la llevó a cuestionarse si todo a lo que aspiraba era ganar.

“No debería ser ese el propósito de mi vida. Y eso está bien. Quizá mi papel era levantarme del suelo, que todos lo vieran, y ser ejemplo. Todavía creo que sigo invencible, porque ser estar derrotada es una elección. Todos tenemos derrotas, pero yo escojo seguir invicta”.