Nota del editor: La Dra. Grace Lees-Maffei es coeditora de ‘Made in Italy: Rethinking a Century of Italian Design’ (Hecho en Italia: reconsiderando un siglo de diseño italiano). Ilustraciones originales por el artista galardonado Beppe Giacobbe, cuya última obra se presenta en una nueva monografía de Visionary Dictionary.
(CNN) – Esta es la primera de nuestra nueva serie Estilo Italia… dedicada al pasado, al presente y al futuro del diseño italiano.
Reunirse a comer con familiares y amigos es una piedra angular de la vida italiana, por lo que no es sorprendente que la arquitectura de la mesa haya inspirado a muchos diseñadores italianos a realizar objetos extraordinarios.
El diseñador Ettore Sottsass trabajó delicadamente a mano sus clásicos cubiertos Nuovo Milano 1987 para que fueran tan “suaves como piedras gastadas por el mar”, mientras que el industrial Alberto Alessi consideró que era conveniente encargarle a arquitectos famosos a nivel mundial que hicieran siluetas miniatura de jarras, ollas y cafeteras.
¿Acaso cualquier otro país ha tomado utensilios funcionales para alimentos y los ha transportado a este interior del arte, arquitectura y diseño que a menudo es surrealista?
Sin embargo, la historia de cómo Italia llegó a dominar integralmente el campo del diseño mundial –en todo, desde autos hasta la ropa y los muebles– es notable.
Al salir de los escombros de la Segunda Guerra Mundial como una nación empobrecida y exhausta en el lado equivocado de la historia –derrotada en la guerra y muy por detrás de sus homólogos europeos más industrializados–, esto, sin duda, parecía improbable.
Descubre cómo, en tan solo dos décadas, una alianza de ciudades-estado se apoderó de la fabricación de la era espacial y la tradición mediterránea para hacer del diseño italiano algo tan bueno.
Un comienzo inesperado
El radicalismo atribuido a los diseños italianos puede, en parte, estar conectado a un capricho en la educación de diseño del país, el cual, a menudo –y sin duda de manera no deliberada–, se pasa por alto.
Otras partes de Europa han disfrutado de sus propios programas de diseño de fama internacional, desde las escuelas de arte Bauhaus de Alemania de la década de 1920 y 1930 y la Escuela de Diseño Ulm en las décadas de 1950 y 1960, hasta la universidad Royal College of Art del Reino Unido en Londres, que continúa en la actualidad.
Pero la práctica de la educación del diseño italiano ha trabajado de manera muy diferente para fomentar la creatividad.
La carencia de programas de diseño en Italia –hasta el lanzamiento de la Escuela de Diseño del Politécnico de Milán en 1989– ha significado que durante gran parte del siglo XX, los diseñadores por lo general eran capacitados en la arquitectura.
La educación de arquitectura es altamente teórica y en Italia esto condujo a grupos importantes de diseñadores teóricamente conscientes. Las cafeteras del arquitecto y diseñador Aldo Rossi –con sus líneas cónicas y acabados arquitectónicos– muestran lo que sucede cuando los diseñadores traen una sensibilidad completamente diferente al diseño del producto.
Muchos arquitectos del movimiento Radical Design de Italia (en su punto cúspide durante alrededor de una década desde mediados de la década de 1960) produjeron soluciones llamativas para la vida urbana y los escapes rurales. De manera imaginativa en papel, estos diseños fueron, en su mayoría, demasiado radicales para una demanda generalizada… pero encontraron una segunda vida como objetos.
Las identidades duraderas de las ciudades-estado de Italia
Aunque pensamos en Italia como un país con una antigua historia, de hecho esta es una nación relativamente joven. Después de todo, los romanos eran solo eso: romanos, no italianos.
Italia se formó en 1871 a partir de ciudades-estado independientes con identidades distintas. Incluso hoy en día, las personas que viven en Milán son primero milanesas y luego italianas, y lo mismo es aplicable para los napolitanos, venecianos y otros.
Este patrimonio de las ciudades-estado y las identidades locales se alimenta en una cultura del diseño que es asimismo regional: desde la concentración de trabajo en madera en la región de los lagos del norte de Italia, hasta la fabricación de automóviles alrededor de Turín (donde un gigantesco fabricante de automóviles gigante construyó de manera famosa una pista de pruebas en el techo de su fábrica).
Sin embargo, el diseño radical italiano del siglo XX se llevó a cabo en un clima cultural internacional cautivo de los avances inspirados en el diseño espacial proporcionados por la película de Stanley Kubrick: ’2001: Space Odyssey’, así como la tecnología estadounidense.
Esta fue una época de rebelión en contra de la institución… la cual incluía el mundo del diseño.
Las revueltas estudiantiles de 1968 en Estados Unidos y en varias ciudades europeas se encontraron ese mismo año con la ocupación de la exposición de diseño XIV Trienal.
En este entorno, Alessandro Mendini y Ettore Sottsass proporcionaron un nuevo y convincente diseño en el molde posmodernista a través del grupo Studio Alchimia, y luego el grupo Memphis. Los diseñadores teóricamente sagaces que habían promovido el diseño radical comenzaron a jugar con el postmodernismo y a entretenerse con la deconstrucción. Sus diseños brillaban en las páginas de las revistas de estilo internacional.
‘Hoy por mí, mañana por ti’
Como un país principalmente católico, la historia de Italia se ha formado en torno a la iglesia como una influencia a nivel local, regional, nacional y mundial.
El enfoque espiritual y social que ofrece la iglesia también ha permitido el desarrollo de redes de reciprocidad –”hoy por mí, mañana por ti”– que han ayudado a las empresas a desarrollarse a nivel local.
Los lazos familiares aquí también son cruciales.
La “Fábrica de Diseño” con el estilo propio de Alberto Alessi en Crusinallo, al norte de Italia, coloca la noción de la familia justo en el corazón de su catálogo de artículos para el hogar.
Aquí, los juegos de productos se describen como “familias” en lugar de rangos. Está la gama de la década de 1990 de productos plásticos luminosos de cocina, llamada ‘Family Follows Fiction’ (la familia sigue a la ficción). Y la colección ‘Graves Family’ (familia Graves), la cual fue diseñada por el arquitecto Michael Graves posteriormente a su enormemente exitosa tetera ’9093 Kettle’… mejor conocida como la tetera ‘Whistling Bird’ (pájaro silbador).
Italia tiene una proporción inusualmente alta de las empresas familiares cuyo tamaño va desde pequeñas hasta de tamaño medio. Aquí, los diseñadores pueden desarrollar estrechas relaciones laborales con miembros de empresas familiares con destrezas en el diseño… y, a su vez, convertirse en miembros honorarios de la familia.
Incluso cuando estallan las peleas familiares, surgen oportunidades para que los diseñadores entren en puestos de liderazgo… como Tom Ford lo hizo de manera famosa en la casa de modas Gucci.
Tomado del mundo, fabricado en Italia
En última instancia, el secreto más convincente del éxito de la marca ‘Made in Italy’ (hecho en Italia) es que este no es enteramente italiano.
Para utilizar una comparación de fútbol, la comunidad del diseño de Italia es como la Liga Premier del Reino Unido; esta logra el reconocimiento a nivel mundial por atraer talentos de todo el mundo.
El diseñador de algunos de los íconos más recientes de Italia es el francés Philippe Starck, mientras que el personal de los estudios más grandes de la moda de Italia procede de escuelas de moda a nivel internacional.
Los diseñadores de todo el mundo quieren trabajar con empresas y fabricantes de diseños de avance de Italia. Para algunos de ellos, eso significa viajar a Milán, Florencia o Turín y vivir allí.
Otras veces, los productos viajan hacia ellos.
El Iso Isetta 1953 (también conocido como el “coche burbuja”) fue diseñado en Italia, pero ha sido autorizado para su producción a nivel internacional, notablemente de parte de BMW.
El mito y la mística de ‘Made in Italy’
La marca “Made in Italy” en sí, se desarrolló inicialmente de manera orgánica, ya que las empresas que fabrican sus productos en Italia comenzaron a ver una ventaja comercial en la etiqueta.
La etiqueta ha estado protegida legalmente desde 1999, con la condición impuesta a partir de 2009 de que todos los productos deben estar diseñados, fabricados y empacados en el país para ganarse el derecho a utilizar el nombre: “Made in Italy”.
El mito y la mística de la excelencia del diseño italiano tienen bases sólidas en los centros regionales de excelencia de Italia, en las empresas familiares y en las redes profesionales, en los enfoques únicos de la educación de arquitectura y diseño, en la innovación de los materiales y la teorización radical.
Aunque el mejor diseño italiano es engañosamente simple en su artesanía… su éxito involucra muchísimo más de lo que se ve a simple vista.