(CNN) – Afuera del pueblo abandonado de al Hawl en el norte de Siria, una red de tuberías converge en un planta con tres tanques de almacenamiento de petróleo.
Es un complejo pequeño, pero durante más de un año ha ayudado en la economía de guerra de ISIS, al proporcionarle petróleo a intermediarios que se arriesgan a ser bombardeados para venderlo.
Los combatientes de ISIS fueron obligados a salir de al Hawl en noviembre. Hicieron grafiti en los tanques y arreglaron trampas cazabobos. Ellos también dejaron atrás una fábrica de bombas y una fuente de impuestos: al Hawl tenía 3.000 habitantes.
Su retirada de al Hawl es una pequeño ejemplo de un creciente problema para el “califato”. Sus ingresos están disminuyendo a medida que su control sobre la población y sus recursos disminuyen.
En 2015, ISIS perdió alrededor del 40% del área que controlaba en Iraq, así como partes del noreste de Siria que tenían tanto buenas tierras de labranza como petróleo. Los ataques aéreos contra la infraestructura petrolera que controlaba han disminuido aún más su balance. Algunos de sus altos funcionarios financieros han sido asesinados. El comercio a través de Turquía se ha vuelto mucho más difícil. Sus depósitos de efectivo han sido bombardeados.
ISIS no está a punto de declararse en bancarrota… pero su balance se ha visto afectado.
¿Cómo llegó ISIS a ser tan rico tan rápido?
Un grupo terrorista que afirma ser un estado, o un “califato”, necesita mucho dinero, especialmente cuando —según la mayoría de cálculos— unos 4 o 5 millones de personas viven bajo su control.
ISIS efectivamente tenía mucho dinero. Incluso antes de que implementara su apropiación de territorios en 2014 probablemente tenía activos valorados en 875 millones de dólares, según un estudio realizado por Rand Corporation. Gran parte de eso provenía de extorsiones.
También disfrutaba de beneficios caídos del cielo en los días expansionistas de 2014. Estos incluían, según cálculos de EE.UU., entre 500 y 1.000 millones de dólares tomados de las bóvedas de bancos iraquíes. Supuestamente, la sucursal del Banco Central en Mosul solamente contenía más de 400 millones de dólares.
También se apropió de miles de toneladas de equipo militar que las fuerzas de seguridad iraquíes dejaban cuando huían, al igual que pozos petroleros y refinerías.
Tenían un flujo de efectivo. En octubre de 2014, un alto funcionario del Departamento del Tesoro de EE.UU., David S. Cohen, dijo que ISIS “ha acumulado riquezas a un ritmo sin precedentes”.
El año pasado, el grupo se apropió de valiosos depósitos de fosfato cerca de Palmira en Siria, para sumarlos a esas partes de la provincia de Anbar en Iraq que tienen una riqueza de dicho material. El fosfato es un ingrediente importante en el fertilizante.
Un cálculo conservador sería que la reserva de efectivo y los ingresos de ISIS ascendían a al menos 1.500 millones de dólares hace un año. Sin embargo, ISIS también gastaba dinero… y rápido.
Por supuesto, ISIS no publica sus cuentas, así que es difícil calcular sus gastos. El gobierno iraquí presupuestó 2.000 millones de dólares en 2014 para las provincias de las que ISIS se apoderó en aquel momento. Es poco probable que el grupo terrorista gaste una cifra similar.
Aun así, ISIS ha tenido que proporcionar servicios sociales básicos, cuidado de la salud, agua y electricidad, y ha tenido que mantener las carreteras y los sistemas de aguas residuales. Tiene que pagar sueldos, incluso más cuando el gobierno iraquí decidió en septiembre no seguirle pagando a los trabajadores civiles en áreas bajo el control de ISIS, una pérdida que se calcula es de más o menos 170 millones de dólares al mes para la economía local.
¿Qué pasa con el petróleo?
A finales del 2014, las refinerías de petróleo controladas por ISIS producían más o menos 50.000 barriles al día, con un valor de 500 millones de dólares al año. En lugar de manejar las ventas por sí mismo, ISIS aprovechó las redes existentes de contrabando que vendían parte de ese petróleo en Turquía.
Los márgenes eran estrechos porque había muchas partes involucradas. Aun así, era un negocio lucrativo.
¿Pero acaso el petróleo no colapsó?
Si, colapsó, pero ese no es el mayor problema de ISIS. En otoño del año pasado, la coalición contra ISIS decidió dirigirse hacia la infraestructura petrolífera del grupo terrorista con una operación llamada Tidal Wave II. Esta comenzó seleccionando como objetivos los camiones cisterna, las plantas de separación de gas y petróleo y los puntos de recolección de petróleo.
En un solo día en noviembre pasado, según un cálculo de la coalición, 283 camiones cisterna fueron destruidos cerca de Deir ez Zor en Siria, el hogar de dos tercios de la producción petrolea de ISIS. Las refinerías móviles también han sido objetivos y han hecho que para ISIS sea más caro obtener productos refinados. Fue difícil conseguir los repuestos y la pericia necesaria para reparar la infraestructura.
Es difícil estimar la producción actual de los campos controlados por ISIS. El coronel Steve Warren, vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta en Bagdad, dice que ésta puede haber caído hasta cerca de 34.000 barriles por día. Otra fuente le dijo a CNN que en ocasiones esta ha caído por debajo de 20.000 barriles por día… una caída del 60%.
Fuentes en el norte de Siria dicen que el precio por barril en lugares como Hasaka –fuera del control de ISIS– es de alrededor de 20 dólares, mientras que en territorio controlado por ISIS ha permanecido por encima de 40 dólares. Es probable que ese precio refleje la escasez. Hay muchos informes de racionamiento de combustible, y los activistas de la oposición dicen que el precio del gas en Raqa ha aumentado un 25%. El Financial Times reportó en febrero que ISIS ha cortado su flota se automóviles en Deir ez Zor de 60 a 10.
¿Quién más está comprando petróleo?
ISIS aun tiene un cliente importante para el petróleo y el gas de los que se ha apropiado: el régimen sirio. Según un analista, el régimen le puede estar comprando hasta 20.000 barriles por día a ISIS.
¿Pero acaso ISIS no está combatiendo contra el régimen sirio?
“Los dos están tratando de masacrarse el uno al otro y ellos siguen estando comprometidos con millones y millones de dólares de comercio”, dice Adam Szubin, quien actúa como el subsecretario en funciones para Terrorismo e Inteligencia Financiera en el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La toma del área de Palmira a manos de ISIS en mayo del año pasado incluyó dos campos de gas y una estación de bombeo conocida como T3. Eso presionó al régimen sirio para entrar en un trato con ISIS: “El flujo continuo de gas desde los campos orientales para las centrales eléctricas del régimen a cambio de un pago o suministro de energía eléctrica”, según Yezid Sayigh, un asociado de investigación sénior en el Fondo Carnegie para la Paz Internacional.
¿Y qué pasa con los impuestos?
A medida que ISIS pasó arrasando a través de Iraq y el norte de Siria en 2014, este confiscó enormes cantidades de propiedad personal. En Mosul este simplemente se apropió y revendió las casas de aquellos que huyeron y confiscaron sus cuentas bancarias. Según funcionarios iraquíes, el grupo también pudo haber obtenido 100 millones de dólares de la venta de antigüedades.
Y este obtuvo obscenas cantidades de pagos de rescate y de la venta de esclavos, en especial las mujeres jóvenes yazidíes. El departamento del Tesoro de Estados Unidos estima que en 2014, ISIS obtuvo cerca de 20 millones de dólares en pagos de rescate.
Según varios estudios, los ingresos de lo que esencialmente es saqueo y pillaje, probablemente ascendió al 40% del ingreso del grupo. Pero solamente una vez puedes confiscar una propiedad, robar un banco o vender a un rehén.
ISIS también exige impuestos pesados y variados sobre poblaciones bajo su control. Su impuesto zakat toma cerca del 10% del ingreso de las personas y se conoce que toma alrededor de una décima parte del monto siempre que alguien retira efectivo de una cuenta bancaria. Hay cuotas por utilizar agua, electricidad y servicios de telefonía celular.
Ludovico Carlino, un analista sénior para IHS/Janes, dice: “Ellos cobran un impuesto del 20% en todos los servicios”.
ISIS también obtiene dinero de los cristianos a través de un impuesto islámico conocido como jizya. “Si ellos se rehúsan, no tendrán nada excepto la espada”, anunció ISIS en 2014. Los “apóstatas” tienen que pagar un honorario de arrepentimiento de unos 2.500 dólares, según documentos de ISIS analizados por Aymenn Jawad Al-Tamimi del Foro de Oriente Medio.
Las donaciones desde el golfo y de otros lugares han ayudado, aunque no tanto como con Al Qaeda. Las sanciones internacionales han afectado a los donantes y facilitadores. ISIS incluso ha intentado –con resultados desconocidos– explotar cuentas de Bitcoin para recaudar dinero en el extranjero, incluso con la ayuda de una guía en idioma inglés.
Entonces, ¿dónde pierde el dinero ISIS?
Quizás el mayor problema de ISIS ahora es una contracción de la base tributaria a medida que la gente ha huído del territorio bajo su control, en especial los profesionales que necesita tales como médicos e ingenieros. Los documentos de ISIS han amenazado a los profesionales médicos con confiscar sus propiedades a menos que regresen a casa.
En gran medida, la economía del califato está aislada del mundo exterior, lo que hace más difícil que desarrolle y venda los recursos que están bajo su control… desde energía hidroeléctrica hasta petróleo, cemento y trigo. En parte, eso es debido a una mayor ofensiva de parte de las autoridades turcas contra el comercio ilícito generalizado del que se beneficiaba ISIS. ISIS también perdió el control de tramos en la frontera siria-turca a manos de las fuerzas kurdas.
La coalición en contra de ISIS también ha establecido como objetivos prioritarios a los expertos financieros del grupo… hombres como Abu Salah, quien es descrito por el coronel Warren como uno de los miembros más antiguos y experimentados de su sistema financiero”, y quien fue asesinado en noviembre pasado.
Este tipo de pericia no se reproduce con facilidad. Otros oficiales clave también han sido sancionados, incluyendo a aquellos involucrados en el petróleo.
Los ingresos de ISIS son ahora como 80 millones de dólares al mes, de los cuales la mitad proviene del régimen tributario y la confiscación, según un análisis reciente llevado a cabo por IHS/Janes. Pero esto podría no ser suficiente.
¿Qué está haciendo ISIS acerca de todo esto?
A finales del año pasado, un documento de Al Raqa analizado por Al-Tamimi mostró un recorte del 50% en los sueldos para los combatientes y servidores civiles “a cuenta de las circunstancias excepcionales que el Estado Islámico está enfrentando”.
Al-Tamimi le dijo a CNN que el recorte del pago parece haber sido aplicado únicamente a Al-Raqa. Además, él observa otras medidas de austeridad: “Definitivamente existen reducciones en ‘beneficios’ para combatientes del EI y medidas enérgicas sobre el ‘desperdicio de gastos’”, explicó, incluyendo la restricción del uso de vehículos cuando no se necesitan para operaciones.
El apretón puede haber sido agravado por un ataque aéreo de Estados Unidos del 11 de enero contra un depósito de ISIS en Mosul, en el que quedaron destruidos “millones” en billetes, según oficiales estadounidenses. Eso parece haber provocado que ISIS intensificara los esfuerzos de recolección de impuestos. En Mosul y Faluya, de acuerdo a evidencia anecdótica, el grupo también ha empezado a “vender” el derecho a partir para los pocos que tienen la capacidad de permitírselo. Este derecho tiene un valor que oscila entre 1.000 y 2.000 dólares.
De acuerdo con algunas fuentes iraquíes, ISIS también comenzó a dispersar sus reservas de efectivo. La coalición anunció la semana pasada que un ataque aéreo golpeó un centro de distribución financiero de ISIS cerca de Qarraya, a casi 73 kilómetros al sur de Mosul.
¿En dónde más tiene problemas ISIS?
A medida que sus líneas de suministro son cortadas, en el norte de Iraq, por ejemplo, ISIS tiene que gastar más para transportar combatientes, armas y suministros mediante rutas más tortuosas a través del desierto de Jazeera.
Cada vez es más difícil movilizar efectivo para comprar suministros. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos –que trabaja con otros 30 países y organizaciones– está intentando cortar las ramificaciones bancarias en el territorio controlado por ISIS en Iraq y sacarlas del sistema internacional.
Pero, por ahora, ISIS todavía es capaz de acceder a casas de cambio en Iraq, Turquía y el Líbano, las que operan fuera del sistema financiero formal.
“No subestimes el flujo continuo de efectivo con el mundo exterior”, le dijo Al-Tamimi a CNN. “Mientras dure esa situación, no percibo un colapso económico fatal desde adentro… tan solo que el estándar de vida empeorará cada vez más”.
¿Entonces qué va a pasar?
ISIS es adaptable y resistente. Este continúa funcionando con una sofisticada burocracia que maneja la recaudación de impuestos. Como un típico grupo terrorista que no está enfocado en gobernar un área más grande que Bélgica, el dinero podría no ser una gran preocupación. No obstante, su credo se trata de mantener y expandir un estado.
Y en las áreas que controla, toda la evidencia señala a una inflación que va en aumento, a escaseces crecientes y a un mayor énfasis en la fuerza para mantener el control.