MIAMI (CNN) – Donald Trump, Ted Cruz, John Kasich y Marco Rubio se enfrentarán en el debate presidencial de CNN el jueves por la noche en un estado que podría hacer que uno de los cuatro hombres prácticamente se vuelva imparable… y representar el fin para otro.
El debate llevado a cabo el jueves tiene lugar solo cinco días antes del “Supermartes No. 3” de la próxima semana, cuando más de 350 delegados están en juego, incluyendo las contiendas en las que el ganador se lleva a todos los delegados en Florida y Ohio.
Tanto Trump como Rubio predicen que saldrán victorioso aquí en el estado del sol, y están muy conscientes de lo mucho que está en juego en Florida. Para Trump, una victoria aquí sería alimentar su creciente impulso y aumentaría aún más su ventaja en cuanto a delegados; para Rubio, perder en su estado natal podría ser la sentencia de muerte para su campaña.
Cruz y Kasich también subirán al escenario de debate en un momento crucial en sus campañas. Cruz está tratando agresivamente de convencer al Partido Republicano para que se una a él, argumentando que él es el único candidato, además de Trump, capaz de alcanzar 1.237 delegados; Kasich, quien aún no ha ganado en ningún estado, está viendo su estado natal de Ohio con gran optimismo, luego de que una nueva encuesta llevada a cabo esta semana lo mostró por encima de Rubio a nivel nacional. Una encuesta de Fox News publicada el miércoles mostró que a Kasich superando a Trump en Ohio, pero en Florida mostró al favorito superando a Rubio.
Estas son cuatro cosas que debes observar en el debate del Partido Republicano:
¿Acaso Donald Trump está listo para bajar el tono?
La rueda de prensa de Donald Trump el martes por la noche estuvo adornada de sus ademanes ostentosos al estilo Trump: un salón de baile iluminado con una lámpara de araña y un podio situado frente a una línea de banderas de Estados Unidos. Para un toque dramático añadido, incluso había una mesa cubierta con lo que era ostensiblemente mercancía de la marca Trump, incluyendo filas de botellas de vino y un plato de filetes.
Sin embargo, si bien la rueda de prensa tenía una sensación familiar, el candidato adoptó un tono marcadamente diferente.
Aprovechando dos —pronto serán tres (Hawaii)— victorias adicionales y una gran cantidad de nuevos delegados del “Supermartes 2”, el favorito del Partido Republicano al parecer hizo un esfuerzo concertado para despojar su discurso de los insultos y duras burlas que se han convertido en un elemento básico de sus comentarios.
El multimillonario declaró que tenía “gran respeto” por el presidente de la Cámara, Paul Ryan. Cuando sus partidarios comenzaron a abuchear cuando mencionó a Mitt Romney, Trump les pidió que se detuvieran y bromeó diciendo que el candidato presidencial del 2012 del Partido Republicano en realidad era un “buen hombre”. Concluyó su intervención con un mensaje de reflexión: “Debemos apoyarnos unos a otros y unificar al partido”.
Trump repitió ese sentimiento la mañana siguiente, al decirle a Chris Cuomo de CNN: “Si pudiéramos abrazar este momento como partido, ganaremos con mucha facilidad”.
Si un Trump más amable y más reservado participará en el debate de CNN a llevarse a cabo el jueves por la noche, eso marcaría un cambio drástico comparado con hace apenas una semana. El último debate del Partido Republicano organizado por Fox News se trató de un asunto estridente —y, a veces juvenil—, en el que Trump respondió a las críticas de Rubio sobre el tamaño de sus manos al defender el tamaño de su virilidad en la televisión nacional.
Eso podría sugerir que Trump, podría estar más cerca que nunca de ganar la nominación del Partido Republicano, se prepara para alejarse de la teatralidad y centrarse en representarse a sí mismo como un candidato digno —y serio— para las elecciones generales.
El momento que Ted Cruz debe aprovechar
Previo al próximo martes, no existe duda de que Ted Cruz es el candidato republicano con la mejor oportunidad de vencer a Trump en la contienda por ganar delegados.
Esta semana, el senador de Texas ganó una victoria adicional en Idaho y aumentó su número de delegados; además, logró el apoyo de la excandidata presidencial, Carly Fiorina.
Dado que la campaña anti-Trump está ganando impulso, el mensaje de Cruz al Partido Republicano se ha vuelto simple: ayúdenme a lograr una contienda de dos hombres con Trump.
Cruz está argumentando que él y Trump son los únicos dos candidatos del Partido Republicano en contar con una oportunidad de realista de lograr 1.237 delegados y les pide a los que apoyan a sus rivales a que abandonen su bando.
Y dado que solo faltan días para las contiendas presidenciales del Partido Republicano en Florida, Ohio, Illinois, Misuri y Carolina del Norte la próxima semana, el tono de Cruz parece cada vez más urgente. En el debate de CNN del jueves por la noche, el activista conservador podría utilizar el escenario compartido para hacerle su llamado más explícito a Kasich y Rubio a fin de que abandonen la contienda del 2016.
“Si no quieren que Donald Trump sea el candidato propuesto por los republicanos, si no quiere entregarles las elecciones generales en bandeja de plata a Hillary Clinton y los demócratas; entones, les pido que se unan a nosotros”, dijo Cruz en Florida el miércoles. “Si fueras un seguidor de Bush, si eres un seguidor de Marco ahora, si eres seguidor de Kasich, te damos la bienvenida a nuestro equipo”.
Marco Rubio en sus últimas
Marco Rubio no tendrá mucha ventaja en su ciudad natal de Miami el jueves por la noche.
En cuestión de semanas, ha quedado claro que la alguna vez prometedora campaña de la Casa Blanca de Rubio ahora está en sus últimas.
La contienda de las primarias republicanas en Florida el martes probablemente será la última posibilidad real de Rubio en demostrar que tiene alguna razón para permanecer en la contienda. El senador de primer término ha insistido de forma agresiva que ganará en su propio terreno, aun cuando las encuestas muestran que se encuentra detrás de Trump aquí, quien considera a Florida su segundo hogar.
El debate de CNN se produce inmediatamente después de otra noche devastadora para Rubio el martes. Una vez se quedó sin ninguna victoria e incluso no cumplió con el umbral mínimo para ganar algún delegado en Misisipi, en Michigan y en Idaho.
La lógica de Rubio y algunos de sus aliados es que el hecho de que el senador siga es fundamental para detener a Trump de lograr la nominación. Las opiniones no giran tanto en torno a que Rubio tiene posibilidades reales de alcanzar los 1.237 delegados, sino más bien, que al ganar en Florida, le negaría a Trump los 99 delegados que están en juego allí y frenaría el impulso del candidato favorito.
Sin embargo, dado que Trump y Cruz llevan la delantera en la contienda presidencial, se desconoce si incluso una actuación estelar en el debate podría cambiar las cosas para Rubio de una manera significativa. Y es posible que el senador enfrente alguna interrogante dolorosa por parte de los moderadores y de sus rivales del Partido Republicano el jueves por la noche: ¿Cómo puedes argumentar que tienes una ruta viable para lograr la nominación?
El nuevo impulso de John Kasich
En los meses de invierno, John Kasich constantemente estaba bajo amenaza de ser degradado al debate “preliminar” de segundo nivel.
Cuando Kasich suba al escenario de debate de CNN el jueves por la noche con los otros tres candidatos republicanos restantes, estará con los últimos hombres que quedan.
El martes por la noche le dio al gobernador de Ohio un decepcionante tercer puesto final en Michigan, un estado en el que había luchado sin descanso con la esperanza de lograr su primera victoria. Pero solo quedó a décimas de puntos porcentuales detrás de Ted Cruz, y anteriormente ese día, una nueva encuesta nacional mostró a Kasich en auge.
Después de quedar detrás de Rubio durante meses, una encuesta de Wall Street Journal/NBC mostró Kasich arriba del senador de Florida, en un 22% frente a un 20% de Rubio. La encuesta también contenía un importante punto de datos para reforzar la candidatura de Kasich: en una hipotética contienda de dos hombres con Trump, Kasich aparecía en la encuesta por encima del empresario de Nueva York, con un 57% frente a un 40%.
Al igual que Rubio, la estrategia de corto plazo de Kasich depende de ganar en su estado. Hay 66 delegados en juego para el ganador que se lleva todos los delegados del Partido Republicano el martes, y Kasich cree que una victoria allí ayudará a ganar a la clase dirigente republicana que no se siente cómoda con Trump y Cruz.
Dado que Trump, Cruz y Rubio se han arrojado insultos unos a otros en las recientes semanas, Kasich ha insistido en mantenerse al margen de las peleas… y se espera que se apegue a esa estrategia en el debate del martes.
“Creo que las personas están comenzando a recompensar una campaña positiva”, dijo Kasich el martes por la noche, y prometió que continuará “manteniéndose al margen de las peleas y que no lanzará ataques a nadie”.
Como señal de su determinación de mantenerse enfocado en la contienda, Kasich declaró que ahora está en un “empate virtual” con Cruz y Rubio.