(CNN) – Un león de montaña que milagrosamente sobrevive aquí en las montañas urbanas al parecer traspasó una cerca de 3 metros en el Zoológico de Los Ángeles y atacó a un koala de 8 kilos durante la noche, dijeron los funcionarios el jueves.
La koala nacida en Australia, llamada Killarney, fue la única de los 11 koalas del zoológico que a menudo se atrevió a salir de su árbol en la noche y deambulaba por el terreno de la jaula, lo cual al parecer la hizo presa fácil para el joven puma macho que los investigadores llaman “P- 22”, dijeron las autoridades.
Una koala hembra llamada Killarney, de 14 años de edad, fue encontrada muerta en el Zoológico de Los Ángeles.
El gran felino fue visto en los terrenos del zoológico en las imágenes de seguridad durante las horas de la noche entre el 2 y el 3 de marzo. Notaron la ausencia del koala la mañana siguiente, dijo John Lewis, director del Zoológico de Los Ángeles.
“En realidad nos sorprende que haya entrado al zoológico”, dijo Lewis. “Contamos con seguridad que supervisa el sitio durante la noche”.
El zoológico se encuentra en el Parque Griffith, el cual cuenta con una extensión de más de 1.700 hectáreas, parte de las montañas de Santa Mónica que atraviesan Los Ángeles, y el chaparral es el hogar de muchos depredadores, incluyendo linces y coyotes.
El león de montaña llamado P-22 fue captado en la secuencia de imágenes del Zoológico de Los Ángeles la noche en la que desapareció la koala.
El zoológico dio a conocer un video y una foto fija de esa noche en la que aparece el P-22 a la caza. El león de montaña lleva un collar de rastreo, el cual fue colocado por los biólogos que han estudiado al P-22 en estado salvaje desde el 2012.
El P-22 se hizo famoso cuando fue fotografiado por una cámara trampa por debajo del rótulo de Hollywood. La imagen apareció en la edición de diciembre de 2013 de National Geographic.
Desde entonces, el león se ha convertido en una celebridad de Hollywood. Él incluso tiene sus propias páginas de Facebook e Instagram.
El Servicio de Parques Nacionales dijo que no es definitivo que el P-22 mató a la koala porque no pudieron rastrear por completo su paradero esa noche. Los biólogos encontraron una brecha de dos horas en los datos de rastreo GPS del león de montaña, dijo una portavoz.
“Podría haber sido él, o también podría haber sido otro carnívoro como un lince, por ejemplo”, dijo la portavoz del Servicio de Parques Nacionales, Kate Kuykendall.
Los leones de montaña por lo general se alimentan de ciervos mula y a veces de coyotes y mapaches, dijo Kuykendall.
Para el gran felino, se trata de actuar de forma natural
“Es evidente que los koalas no son nativos de esta zona, así que no son parte de su hábitat normal, pero sí quiero hacer hincapié en que esto no es una indicación de algún comportamiento anormal o agresivo por parte de cualquier animal que se haya comido al oso koala, aunque es muy triste y estoy segura que el público está de duelo, al igual que lo está la familia del zoológico”, dijo Kuykendall. “Este es un caso de un animal salvaje que actúa de forma natural en su hábitat natural”.
Se encontró un poco de piel de koala cerca del hábitat del zoológico, y los restos de Killarney, una hembra de 14 años de edad, fueron encontrados a una distancia de entre 275 y 365 metros, dijo Lewis.
La mayor parte de los animales del zoológico ya han sido trasladados a sus graneros y cuarteles en la noche, dijeron las autoridades.
Los otros 10 koalas no sufrieron ninguna lesión la noche del ataque, dijo Lewis.
Killarney nació en Australia y llegó al zoológico el 25 de mayo de 2010. A su muerte, pesaba entre 7,5 a 8 kilos, dijo Lewis.
En enero, los investigadores del Servicio de Parques Nacionales recapturaron al P-22 e informaron en el 2014 que se recuperó de una lucha contra la sarna, lo cual se cree que ocurrió después de que sin saberlo consumiera veneno para ratas. En el 2014, los medios locales mostraron las imágenes de los investigadores donde aparecía el león demacrado.
El P-22 ahora tiene alrededor de 6 años de edad y pesa 56 kilos, unos 7 kilos más que cuando fue capturado la última vez en abril del 2014, cuando los investigadores reemplazaron la batería de su collar GPS, informó el servicio de parques.
“Ha ganado algo de peso, su cola está más llena y ya no tiene lesiones ni costras en la piel a través de su cuerpo y cara”, según dijo en enero Jeff Sikich, un biólogo del Santa Monica Mountains National Recreation Area. “Es muy probable que siga estando expuesto al veneno de rata, pero por ahora parece estar bien”.
Sobrevivió a los peligrosos cruces de carretera
Se cree que el león nació en la parte de las montañas de Santa Mónica más cercanas al océano, la esquina más alejada del centro de Los Ángeles.
Sin embargo, para que las montañas cerca del Griffith Park y del zoológico se convirtieran en su nuevo hogar, el P-22 tuvo que haber cruzado dos carreteras principales: la carretera interestatal 405 y la U.S. 101, dijo el servicio de parques.
Sin duda se trató de una travesía intrépida para el animal, ya que Los Ángeles es conocido por su tráfico de alta velocidad durante las veinticuatro horas del día.
Beth Pratt-Bergstrom, directora de la Federación Nacional de Vida Silvestre de California, dijo que Los Ángeles se ha “reunido para apoyar la coexistencia con el P-22 y toda la vida silvestre”.
“Los leones de montaña son llamados gatos fantasmas por una razón. Son animales solitarios que quieren estar solos. El P-22 vive en un parque urbano visitado por millones de personas y pocas veces es visto, lo que demuestra lo que ya sabemos… es posible coexistir de forma pacífica y el riesgo de peligro es muy bajo”, dijo Pratt-Bergstrom en un comunicado.
El P-22 y otros leones de montaña en los alrededores de las montañas de Santa Mónica están siendo estudiados para determinar cómo siguen sobreviviendo al margen de la segunda ciudad más grande del país, informó el servicio de parques.