Aunque ambos mandatarios reconocieron los profundos desacuerdos en esos temas, los dos líderes hallaron terreno común en cuando al embargo económico a Cuba, que ambos quieren que se acabe. Obama dijo que “ese embargo va a terminar”, aunque no dijo cuándo.
En una extraordinaria señal del cambio de actitudes, Castro estuvo dispuesto a responder una pregunta sobre por qué su régimen tiene cubanos encarcelados por expresar posturas antigubernamentales. Pero su respuesta solo hizo evidentes las diferencias entre él y Obama.
“¿Preguntó si hay presos políticos? Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos. Dime los nombres o cuando concluya la reunión me das una lista con los presos. Si hay esos presos políticos, antes de que llegue la noche van a estar sueltos”, dijo Castro, de forma defensiva, a la pregunta de Jim Acosta —de padres cubanos— sobre por qué su gobierno encarcela a disidentes. Dime los nombres de los presos políticos de Cuba para soltarlos esta misma noche
Poco acostumbrado a conferencias de prensa, Castro al principio pareció confundido sobre si la pregunta estaba dirigida a él y luego pidió que la repitieran mientras manipulaba los audífonos para escuchar la traducción.
Castro pronunció una letanía sobre los temas que dijo en los que Estados Unidos falla, desde el inadecuado sistema de salud hasta los menores sueldos para mujeres.