(CNN) – La vista desde la ventana de Zou Yi es variable.
Algunos días puede ver todos los detalles del rascacielos de Beijing Television al otro lado. Algunos días no ve nada.
Así es la vida diaria de los millones de personas que viven bajo los cielos contaminados de Beijing.
Lo que hace que Zou sea único es su tenacidad para documentar la calidad del aire de la ciudad… todos los días durante tres años.
Cada mañana antes de ir a trabajar, Zou primero toma una foto de los rascacielos desde su sala en el piso trece.
No importa si es un atractivo cielo azul o una peligrosa neblina, él publica la imagen en las redes sociales junto con el índice de calidad del aire.
“Quiero que las imágenes hablen por mí”, dijo Zou a CNN. Él ha separado cada año de imágenes en una imagen compuesta, un registro a simple vista del problema del esmog en Beijing.
“Yo creo que nuestro gobierno debería hacer más, pero la gente en nuestra sociedad también necesita contribuir. Ellos tienen que estar conscientes de la contaminación y participar en el seguimiento y mejora de la calidad del aire”, dijo Zou.
Tormenta de discusión
Beijing, al igual que gran parte del norte de China, está luchando por hacerle frente a los niveles peligrosamente altos de esmog.
En 2015, la ciudad vio 46 días de “contaminación pesada del aire,” según los medios estatales. El gobierno de la ciudad emitió su primera alerta roja respecto a la calidad del aire en diciembre, cuando cerraron escuelas y fábricas y sacaron a los autos de las calles.
El miércoles, China emitió una alerta amarilla por el esmog en sus regiones del norte; se trata de su segunda advertencia más alta de contaminación y la primera de este año.
Existen algunas señales de progreso —el grupo de campañas ambientales Greenpace dice que los niveles de las partículas más mortales, PM2.5, disminuyeron el año pasado— pero también un aumento en el nivel de indignación pública.
Las publicaciones de Zou han generado una tormenta de discusión en Internet.
Más de 24 millones de personas en Weibo, el equivalente de China a Twitter, han visto su etiqueta #BeijingAirNow. Durante la cumbre sobre el cambio climático en París, él hizo una publicación durante un día de fuerte esmog en Beijing. Esa publicación fue vista más de 10 millones de veces.
Punto de partida
En enero del 2013, un smog severo envolvió Beijing y la espesa neblina se mantuvo allí durante dos semanas.
La situación fue tan mala que los residentes la apodaron el “Apocalipsis del aire”. Zou, al igual que muchos otros residentes de Beijing, se encerró en casa para evitar el esmog.
“Vi el edificio frente a mi ventana envuelto en esmog. A veces desaparecía por completo y a veces simplemente se dejaba ver”, le dijo Zou a CNN. Fue ahí cuando empezó a fotografiar lo que veía.
Zou más adelante publicó sus fotos y datos en las redes sociales. Su número de seguidores aumentó, al igual que la atención hacia sus publicaciones. Las personas comentaban y lo animaban a seguir adelante.
“Así que fijé el objetivo de ver si podía hacerlo a largo plazo”.
Cuando organizó las fotos de los primeros dos meses, dijo, los resultados fueron impresionantes, y decidió ver por cuánto tiempo podía continuar con el proyecto, el cual tituló “El aire en Beijing ahora”.
Él actualiza sus cuentas de redes sociales —Weibo y WeChat— con imágenes todos los días, y aparte de las publicaciones de rutina, él también lleva a cabo una reunión anual al final del año para compartir las fotos y estadísticas que recopila.
Prueba documental
En enero, Zou compartió su galería de fotos y las estadísticas en Swan Port, un café no lucrativo conocido por ser un lugar de reunión para los activistas ambientalistas.
Huo Weiya, el cofundador del café, le dijo a CNN que el debut de Zou iba a ser la inauguración de una exhibición de “Cielos azules”, donde planificaban mostrar 1.000 fotos de aficionados que fueron tomadas no solo en Beijing, sino alrededor del mundo.
Sin embargo, la exhibición fue cancelada solo días antes de la inauguración prevista. Hugo dice que no le dieron razón del porqué.
La contaminación del aire ya no es considerada como un tema tabú por el gobierno chino y frecuentemente se discute en los medios estatales, pero los ciudadanos comunes y corrientes y activistas como Zou y Huo siguen explorando los límites para el debate y la participación pública.
Zou dice que él está buscando formas no amenazantes para que el público coopere con el gobierno en temas de protección ambiental. El siente que no hay razón para simplemente quejarse y criticar.
“No es que queramos un cielo azul al costo del desarrollo”, dice Zou. “Tenemos que encontrar una manera”.
Hasta que la encuentran, Zou seguirá con su rutina diaria de tomar las fotografías. Esta es su forma de trabajar por convertir las fotos de gris a azul.