(CNNMoney) – “A través de los ataques a Bruselas, toda Europa ha sido golpeada”.
La respuesta del presidente francés Francois Hollande a los ataques del martes en la capital belga muestra por qué esta ciudad de 1,2 millones de personas es más fuerte de lo que parece.
Bruselas es el centro de gravedad político de la Unión Europea (UE), al igual que Washington, D.C. lo es en Estados Unidos.
Es el hogar de miles de funcionarios europeos que regulan el mercado único más grande del mundo, y cientos de compañías multinacionales que hacen negocios en la Unión Europea. Alrededor de 30.000 grupos de presión operan en la ciudad.
El ataque suicida provocó el cierre del principal aeropuerto internacional de la ciudad, y una explosión subsiguiente en la red de transporte de la ciudad ocurrió en el distrito donde se encuentran las principales oficinas de la Unión Europea.
La Comisión Europea emplea a unas 21.000 personas en la ciudad. Vigilan el cumplimiento de las reglas de la UE, y en los últimos años han estado intensificando la presión sobre las grandes empresas en materia de competencia, impuestos y privacidad de datos.
Empresas como Microsoft, Amazon y Alphabet, propietario de Google, están aumentando su presencia en Bruselas para tratar de influir en la toma de decisiones del gobierno.
Aunque los fundadores de la UE se abstuvieron de nombrar una ciudad capital oficial, porque según ellos iría en contra de la naturaleza multinacional del organismo, Bruselas se ha convertido en el cuartel general de facto de la unión. El Parlamento Europeo, que supervisa a los funcionarios, tiene su sede allí, al igual que el Consejo Europeo, que reúne a los gobiernos de los 28 estados miembros varias veces al año para establecer políticas.
Cuando Europa decidió lanzar un salvavidas financiero a Grecia, las maratónicas negociaciones se llevaron a cabo en Bruselas. Y fue allí donde Europa accedió a lanzar la moneda del euro, y permitir que los ex países comunistas se unieran al bloque.
No se trata sólo de la UE. La OTAN tiene su sede en la ciudad, al igual que Eurocontrol, la agencia de seguridad de tráfico aéreo.
Más de 200 embajadas y consulados extranjeros tienen su sede en Bruselas. La embajada de Estados Unidos está a solo unas pocas cuadras de Maalbeek, la estación de metro donde se produjo una de las explosiones se produjo el martes.
Las Organización de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional del Trabajo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional tienen oficinas en Bruselas.
Toda esa actividad atrae a una multitud de periodistas: hay cerca de 1.700 corresponsales extranjeros en la ciudad.