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Taxista graba el infierno en el aeropuerto de Bruselas
01:30 - Fuente: CNN

(CNN) – En medio de las tejas del techo que cubrían el suelo de la terminal aérea estaba la niña.

La niña estaba cubierta en sangre, llorando y sobre otra víctimas. Su madre, probablemente. La mujer parecía estar muerta.

“Esas imágenes quedaron en mi cabeza. Sigue viendo a la niña llorando, llorando, llorando. Es una niña”, dijo Francisco Izquierdo, el taxista que entró a la Sala de Salidas 1 en el Aeropuerto de Bruselas.

Izquierdo le dijo a Fernando del Rincón de CNN en Español que la policía le dijo que no se llevara a la niña. Así, sería más fácil identificarla si estaba junto a su madre.

Izquierdo sabía que su hijo, un empleado de una cafetería del aeropuerto, estaba dentro cuando las bombas explotaron. Por eso entró a buscarlo.

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El testimonio de un taxista que ayudó a heridos en el aeropuerto de Bruselas
12:42 - Fuente: CNN

No podía creer lo que vio en la terminal y sacó su teléfono para grabar la devastación.

En el video, pequeños incendios siguen encendidos mientras personal de emergencia rocían extintores.

La gran terminal está en silencio, excepto por el llanto de un hombre agonizante que no podemos ver. Una alarma —como las de los carritos eléctricos que llevan a pasajeros mayores— suena.

Solo pocas personas están en el vestíbulo. Los primeros socorristas intentan abrirse paso entre los escombros, buscando y encontrando cuerpos. La mayoría de sobrevivientes ya han evacuado.

Las autoridades belgas dijeron que 10 personas murieron el martes en el aeropuerto. Otras 21 murieron en el atentado a una estación de metro. En los dos lugares hubo al menos 270 heridos.

Mientras Izquierdo recorre el aeropuerto en medio del desastre de las bombas, encuentra a una mujer mayor que necesita ayuda. tiene una cortada en su mano. Está desubicada, parece perdida. Él la conduce hacia afuera.

Es una escena desagradable. La gente está acostada sobre la acera. Lo que parece ser un cadáver tiene el rostro cubierto.

Cada uno de los heridos tiene una persona arrodillada a su lado. Una mujer agarra las manos de una víctima.

Izquierdo regresó pero nunca encontró a su hijo. La cafetería estaba desierta.

Luego, habló con su esposa y su hija. Le dijeron que su hijo había sobrevivido y que estaba bien. Salió del aeropuerto mientras la gente corría de los lugares de los atentados y llevó a un colega al hospital.