(CNN) – Competir en los Juegos Olímpicos es el pináculo de las carreras de la mayoría de los atletas. Pero para Admir Cejvanovic, el primer jugador internacional de rugby a siete nacido en Bosnia, será el punto culminante de un increíble proceso que lo ha llevado por todo el mundo.
Al convertirse en refugiado cuando inició la guerra yugoslava a principios de 1990, él y su madre vivieron durante seis meses en un campo de las Naciones Unidas en la frontera entre Croacia y Bosnia. Pasaron otros dos años en la ciudad croata de Pula antes de que se les permitiera la entrada en Canadá, donde una iglesia aceptó acogerlos.
“Debías irte o asumías un grave riesgo de perder la vida”, le dijo a CNN Cejvanovic, quien tenía cuatro años cuando llegaron a Vancouver. “Todo tipo de cosas pueden suceder”.
Al recordar el tiempo que estuvo en los campos de refugiados, dice que su madre Rahmana hizo todo lo posible para protegerlo de la realidad de la guerra… y escapar para tener una mejor forma de vida.
“Me sentí muy seguro. En ese momento tus padres tratan de mantenerte lo más feliz que sea posible”, dice. “Ellos no quieren que seas miserable. No quieren que sientas las mismas emociones que ellos sienten en ese momento”.
Sus padres ya se habían separado cuando él tenía apenas ocho meses, y dejó a la mayor parte de su extensa familia en Bosnia… aunque algunos familiares se trasladaron a otras partes de Europa y Estados Unidos.
“Definitivamente diría que soy uno de los afortunados. He regresado un par de veces a Bosnia. Las personas allí realmente trabajan para vivir, mientras que en lugares como América del Norte y el mundo occidental, se trabaja para disfrutar y salir adelante en la vida. Allí, realmente tienen que esforzarse para salir adelante”.
Ahora con 25 años de edad, el deseo ardiente de Cejvanovic por triunfar lo ha llevado al borde de una participación histórica en Río 2016, ya que espera que Canadá forme parte del mismo dado que el rugby a siete hará su debut olímpico en agosto.
“Esta es una oportunidad única. Abrazamos esa oportunidad y estamos 100% dedicados a este país… y estamos pensando que, dado que le debemos mucho a este país, la mejor manera de hacerlo es ser los mejores ciudadanos que podamos ser”, dice.
“Realmente tengo que demostrarle a los canadienses que soy un canadiense orgulloso, y dado que le dieron a mi madre y a mí una segunda oportunidad, entonces iré y lucharé por ellos”.
Mientras que Europa se esfuerza por hacerle frente a la afluencia de inmigrantes procedentes de países en guerra como Siria y Afganistán, los esfuerzos de Canadá han sido aclamados por la Agencia de Refugiados de la ONU como un modelo que el mundo debe seguir.
Dado que se espera que más de 45.000 refugiados sean reubicados en Canadá solo en el 2016, Cejvanovic sabe muy bien que muchas vidas cambiarán.
“Realmente valoro lo que Canadá está haciendo. Cada país tiene sus problemas y posición política, y lo que Canadá está haciendo en este momento es exactamente lo que hay que hacer”, dice.
“Ves a todas estas personas que se encuentran en países asolados por la guerra, países que están más devastados por la guerra ahora que como alguna vez lo estuvo Bosnia cuando ocurrió la guerra. Al recibir a esas personas, estás salvando a cientos de miles de vidas. Le estás dando a alguien una segunda oportunidad en la vida”.
Cejvanovic reconoce que los ataques terroristas en todo el mundo han hecho que la gente desconfíe de los migrantes que reciben, sobre todo por las grandes cantidades que llegan a través de Turquía, Grecia y los países de la antigua Yugoslavia hacia Europa Occidental.
Sin embargo, opta por ver los beneficios potenciales en lugar de las dificultades.
“Publiqué un anuncio de Facebook hace un par de meses, cuando ocurrieron los ataques en París y dije: ‘No dejen que el veneno surta efecto, simplemente sigan sonriendo’. En el instante en que dejan que afecte, entonces estarán en contra de todo”.
Cejvanovic cree que a la larga ayudar a los refugiados puede ayudar a las personas que han dejado atrás, así como beneficiar a su nuevo país.
“Nunca sabes qué tipo de atleta pasará por esa puerta cuando él o ella llegue a Canadá de esos países asolados por la guerra. Digamos que de 10.000, incluso si un puñado fuera a dejar un buen impacto en la sociedad, nunca sabes qué hará esta nueva persona por ese país”, dice.
“En Bosnia, en este momento, el deporte es cada vez más y más grande y estoy recibiendo correos electrónicos todo el tiempo en el que me piden que regrese a Bosnia para que mi rostro aparezca en portadas y ayudar al crecimiento del deporte. Si mi rostro en la portada de World Rugby les ayuda, entonces supongo que estoy haciendo mi trabajo, haciendo mi parte por ser originario de Bosnia… obviamente jugando para otro país, pero ayudando a las personas que no reciben mucha ayuda”.
Cejvanovic creció jugando fútbol, y compitió en atletismo como un lanzador de peso, pero prosperó cuando se pasó al rugby.
Él representó a Canadá en el juego de rugby a 15 antes de hacer su debut en el rugby a siete en el 2014.
“Me encanta el rugby a siete porque me presiona. No soy el tipo promedio de jugador de rugby a siete… soy uno de los chicos más grandes en el campo y realmente tengo que esforzarme más en el campo tanto mental como físicamente”, dice.
“No hay tiempo para andar vagando en el rugby a siete, tienes que estar conectado durante 14 minutos. Pone de manifiesto tu verdadero carácter como atleta, ya que puedes tener todas las habilidades naturales del mundo, pero si no tienes la fortaleza mental y realmente no puedes presionarte durante un período de tiempo más largo, entonces este deporte realmente no es para ti”.
Cejvanovic juega como apoyo delantero para el equipo de rugby a siete de Canadá.
Canadá tiene como objetivo ser uno de los 12 equipos de hombres que compitan en el rugby a siete en Río. Los norteamericanos no pudieron ganar un lugar en las dos primeras rondas de clasificación; su tercera y última oportunidad será en un torneo de repechaje a llevarse a cabo en Mónaco en junio para competir en un torneo de repechaje de 16 naciones.
Fiyi, Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Sudáfrica calificaron por terminar entre los cuatro primeros de la Serie Mundial de Rugby a siete del 2014-2015, mientras que Argentina, Estados Unidos, Francia, Japón, Australia y Kenia ganaron puntos en los eventos regionales y el anfitrión Brasil tiene garantizado un lugar.
Canadá ocupó el noveno puesto en la Serie Mundial del año pasado, y está en el No. 13 después de seis de las 10 rondas en el 2015-2016.
Cejvanovic tiene todos los incentivos para apropiarse de ese último lugar de clasificación y jugar en el escenario deportivo más grande del mundo.
“Los Juegos Olímpicos realmente sacan lo mejor de todo el mundo… todo el mundo está esperando ganar una medalla. En agosto, todos estarán determinados a ganar. Las personas para las que el rugby a siete es nuevo verán un tipo diferente del deporte y lo disfrutarán”.
Participar en los Juegos Olímpicos también sería su osada declaración al mundo.
“No quiero ser como la persona a mi lado”, concluye. “Quiero ser Admir Cejvanovic, el chico de Bosnia que juega al rugby para Canadá”.