Hong Kong (CNN) – La feria de arte más grande y prestigiosa del mundo, Art Basel, llegó a Hong Kong por cuarto año consecutivo y su influencia se sintió a lo largo de la ciudad.
Una violenta apertura de galerías, debuts de exhibiciones, fiestas nocturnas y eventos como el Art Central se programaron para la ocasión. Los pesos pesados del mundo del arte y de Hollywood se dieron cita en la ciudad. Incluso Leonardo DiCaprio viajó a Hong Kong.
Visitantes obsesionados con los ‘selfies’
Durante el evento, miles de obras de arte colgaban de paredes improvisadas, construídas en formaciones de cuadrícula en el Hong Kong Convention and Exhibition Centre.
Algunas de las instalaciones colgaban de columnas de concreto, otras simplemente estaban recostadas en el piso. Las sensaciones competían y en momentos podían resultar abrumadoras: el color, las texturas, los materiales y los visitantes obsesionados con los selfies que se agolpaban en torno a las obras más “fotogénicas”.
Doryun Chong, curador en jefe para M+, el museo para la cultura visual de Hong Kong, recomendó a los visitantes algo que puede parecer muy elemental pero a la vez muy cierto.
“No le des mucha importancia a recorrer todo el espacio – te cansarás rápidamente. Piensa en por qué te llama algo la atención y trata de aprender más sobre el artista”.
Descubrimientos
En pequeñas dosis, había cosas por descubrir, como demuestra la bailarina Chang Fang Wu.
Desde la obra lúdica del artista argentino Julio Le Parc ‘Cloison a lames reflechissantes’ –un conjunto de lamas de acero inoxidable que distorsionan los objetos atrapados entre el metal y sus rombos maderas de color rojo brillante– hasta las perturbadoras esculturas sin rostro del artista coreano Xooang Choi.
Cada una de las piezas que mostramos en el video capturan e inspiran el movimiento.
Por ejemplo, en PMQ –el exedificio de la Policía Marítima de Hong Kong y que ahora es hogar de un centro creativo– es el escenario elegido por D*Face para uno de sus murales, así como también para los peces de colores pintados en unas de las escaleras del edificio por el artista multimedia Lee Tae Ho.
También podemos ver cómo una pared de ladrillos que es parte del Cattle Depot –un matadero en Kowloon de antes de la guerra– se convirtió en un pueblo de artistas.
Y para finalizar, Wu recorre los obras de neón del artista portugués Vhils, uno de los muchos artistas internacionales que han hecho de Hong Kong su musa. ¿Su razón? “es una ciudad que te estimula mucho como artista. Tanto visual como conceptualmente”.
Video por Stephy Chung y DJ Furth, con la participación de la bailarina Cheng-Fang Wu y música de Howie Lee.